El Ministerio de Cultura, a través del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales, ha aprobado varias medidas destinadas a modernizar el actual sistema de calificación por edades de obras audiovisuales. La calificación de películas y otras obras audiovisuales es una obligación regulada en el artículo 8 de la Ley del Cine de 2007. La Orden Ministerial, publicada hoy en el BOE, entrará en vigor mañana.
En primer lugar, se han adaptado las sucesivas franjas de edad a los distintos niveles de edad del sistema educativo español. En consecuencia, se introducen dos nuevas categorías que ya existen en la mayoría de los países de nuestro entorno, así como en el ámbito de los videojuegos: No recomendada para menores de 16 años y No recomendada para menores de 12 años, y se suprime la actual categoría de No recomendada para menores de 13 años.
Se mantienen las demás categorías, con lo que la clasificación queda así: Apta, 7 años, 12 años, 16 años, 18 años y película X. Las películas Aptas y No recomendadas a menores de 7 años pueden recibir, además, la calificación de Especialmente recomendada para la infancia.
Criterios en las calificaciones
Por otra parte, en cumplimiento de un mandato expreso que estaba pendiente desde la aprobación del Real Decreto de 2008 de desarrollo la Ley del Cine, el ICAA ha elaborado un documento que contiene los criterios que deberán aplicarse para la calificación de cada película en una u otra franja de edad. De este modo, tal y como reclamaban padres, educadores y el sector de la distribución cinematográfica, se introducen elementos claros de transparencia y objetividad en el procedimiento. El contenido de este documento ha sido objeto de amplias consultas durante varios meses con asociaciones de madres y padres de diversa orientación ideológica, con asociaciones juveniles así como con los diversos organismos públicos con competencias en consumo, igualdad, educación y políticas sociales.
Pictogramas gráficos
El ICAA ha aprobado un conjunto de pictogramas gráficos que podrán utilizarse en la publicidad de películas o en las cajas de DVD, con el fin de facilitar el cumplimiento de la obligación legal de difundir entre el público la calificación recibida por cada película.
En todo caso, la calificación por edades seguirá siendo en España una simple recomendación formulada a padres y educadores, salvo en el caso de las películas X, la única con consecuencias imperativas.
Por otro lado, ha entrado en funciones la nueva Comisión de Calificación de películas, con un mandato de dos años. Está Integrada por cinco hombres y cinco mujeres, la mitad de sus miembros son padres y madres de familia: Manuel Real García, Lander Otaño Gelbentzu, Soledad Paloma, Concepción Lorenzana Álvarez, Eugenia Cruces Cuadra, Miguel Paniagua López de Haro, Álvaro Crespo, Aitor Bullón Laguia, Carmen Charlán Salazar y María Dolores Sansalvador Gisbert.
Han cambiado los dos rombos,
todo un clásico en la tele,
por unos curiosos conos
de colores muy alegres
No cambia mucho en el fondo
porque la idea es la misma:
ver si pueden verla todos,
si pueden verla en familia
(me refiero a la película)
o si como indica el cono
(o el rombo en la tele antigua)
es muy subida de tono
o de violencia no exigua.
Pero siendo similar
se complica algo el tema
pues se va a clasificar
hasta de 8 maneras:
tendremos los conos verdes
para toda la familia,
y los veremos celestes
si los mayores de 7
la verán de forma lícita,
naranjas para los 12,
para 16, azul,
el cono rojo se pone
si debes tener ya tú
cumplidos los 18
para verlo sin problema
y morado será el cono
si la peli que presentan
se etiqueta como porno
(o equis, como prefieras).
Lo que no tengo muy claro
es si se elige al azar
ese color morado
(el color homosexual)
pues pueden etiquetarlo
de, sin quererlo, crear
un grupo estigmatizado…
y entonces se va a liar.
Pueden llamarme romántico
o probablemente carca
pero me son más simpáticos
los dos rombitos de marras.
Será porque aún recuerdo
como me iba a la cama
en cuanto los dos, certeros,
salían en la pantalla
(y era sólo porque un pecho
en un plano se mostraba).
Pero me asalta la duda
de qué harán con las noticias
que a diario nos inundan
con violencia tan explícita,
y que harán con los programas
llamados de prensa rosa
donde se insultan con saña
los ‘famosillos’ de moda,
y que harán con esas series
ambientadas en el cole
donde no queda ni un célibe
cuando cumplen los catorce…
¿Y qué cono le ponemos
(y digo cono, con eñe)
a programas poco honestos
donde se ve a tanta gente
que por ganar cuatro duros
(por mí como si son veinte)
enseñan rápido el culo
y, si hace falta, su ‘apéndice’.
y lo enseñan con orgullo
por salir por el satélite.
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