• Al asumirlo la Unión Europea, este proyecto planteado por España y Francia en 2006 tendrá una mayor visibilidad  y prestigio
  • Cada uno de los Estados miembros podrá presentar cada año dos sitios que tengan un valor simbólico en la historia de Europa

La Comisión Europea ha presentado una iniciativa legislativa para establecer la categoría Sello de Patrimonio Europeo a nivel comunitario. El objetivo es revalorizar y aumentar el atractivo turístico de los lugares que simbolizan la integración, los ideales y la historia de Europa y, al mismo tiempo, fomentar el sentido de pertenencia a un espacio cultural común.

La propuesta, que será debatida en Consejo de Ministros de la UE y en el Parlamento Europeo, podría entrar en vigor en 2011 o 2012.

Convertir el Sello de Patrimonio Europeo en un proyecto de la Unión Europea dará mayor credibilidad, visibilidad y prestigio a esta iniciativa, promovida en 2006 por los gobiernos español y francés en el encuentro de Ministros de Cultura ‘Europa por el dialogo intercultural’, celebrado en Granada. Han recibido el Sello desde entonces, setenta y cuatro sitios elegidos unilateralmente por los Estados miembros.

Nuevo modelo, nuevas evaluaciones
El Sello de Patrimonio Europeo se asignará a lugares elegidos por su valor simbólico y no por su belleza o calidad arquitectónica.

Cada uno de los veintisiete Estados miembros podrá presentar hasta a dos sitios por año. Un grupo de expertos independientes evaluará las propuestas y escogerá como máximo una candidatura de cada país por año. La participación en dicho plan es de carácter voluntario.

Todos los sitios a los que se concedió la categoría y que deseen obtener el nuevo Sello de Patrimonio Europeo deberán ser evaluados otra vez. En España tienen el Sello el Monasterio de Yuste, el Archivo de la Corona de Aragón, la Residencia de Estudiantes de Madrid y el Cabo Finisterre.

Entre los lugares europeos con el Sello figuran la casa del estadista francés Robert Schuman, uno de los padres fundadores de la UE y los astilleros de Gdańsk en Polonia donde nació Solidaridad, el primer sindicato independiente en un país del pacto de Varsovia.