- La industria cultural genera 5 millones de empleos y representa el 2,6% del PIB de todos los países de la UE.
Los cerca de 600 profesionales que participan en el II Foro Europeo de Industrias Culturales, que se ha celebrado esta semana en Barcelona han reivindicado el valor de la cultura como fuente de empleo y riqueza y señalado a la piratería intelectual como uno de los principales males del sector. En este sentido, los participantes también han alertado sobre los serios problemas de financiación que hoy tienen las industrias culturales para afrontar el paso del modelo analógico al digital.
Durante la primera jornada de trabajo, la subsecretaria del Ministerio de Cultura, Mercedes Elvira de Palacio, apostó por la conveniencia de superar la dicotomía economía y cultura. «A partir de ahora cultura y economía han de ir de la mano de la economía», comentó la subsecretaria, quien igualmente subrayó que, según un estudio de la contabilidad nacional, la industria cultural ha supuesto de media en la economía española, entre los años 2000 y 2007, un 3,9 del PIB -«por encima de la agricultura y la energía»- y un 4,2% de valor añadido bruto, sin contar otras fuentes como las procedentes del llamado turismo cultural. «Es un sector esencial», concluyó.
La inauguración del foro cultural el lunes coincidió con la presentación de la versión preliminar del llamado «Libro verde de las industrias culturales» de la Comisión Europea, donde se recogen las líneas estratégicas que habrá de afrontar el sector: la internacionalización, la profesionalización y el desarrollo territorial, la financiación y el establecimiento de un mismo marco legal que regule la propiedad intelectual y la gestión de los derechos.
Los datos aportados por «libro verde» de la cultura europea tienen el objeto de «enfocar», de forma transversal y con el horizonte de 2020, aquellos temas clave para establecer un entorno empresarial capaz de promover una industria cultural, identificando los principales actores y teniendo en cuenta los efectos de la globalización y de la era digital.
Todos los participantes recalcaron los desafíos que impone la nueva era digital y que exigen una gran inversión, especialmente en el ámbito de las I+D. También demandaron nuevas y eficaces vías de financiación para la industria cultural, formada, en su mayor parte, por pymes «subcapitalizadas»; un nuevo marco regulatorio y fiscal, con la aplicación de créditos fiscales; y una reducción del IVA en los productos culturales.
El talento, un recurso inagotable
Durante su intervención en el acto inaugural del foro, la ministra española de Cultura Ángeles González-Sinde, reclamó que la cultura se sitúe «de manera real» en «el corazón del proyecto europeo», a la vez que insistió en la capacidad de creación de puestos de trabajo de este sector. El talento es un «recurso inagotable», prosiguió, «y cada creador genera empleo. Gaudí sigue generando empleo».
La consolidación del sector y su adaptación a la nueva era digital también fue objeto de análisis de la ministra, quien señaló la necesidad de «armonizar las políticas culturales» europeas para encontrar una forma de crecimiento solidaria, sostenible y respetuosa con todos los derechos, «los de los ciudadanos y los de los creadores». «Ni es tiempo de esperar, ni es tiempo de parar. Es la hora de la cultura, tenemos que construir todos juntos las soluciones, sin erosionar la confianza y potenciando el diálogo».
Las oportunidades que hoy ofrece la cultura fueron igualmente subrayadas por la presidenta de la Comisión de Cultura y Educación del Parlamento Europeo, Doris Pack, quien adelantó que las nuevas oficinas diplomáticas de la UE fomentarán la diversidad cultural y social europea. «La industria cultural genera 5 millones de empleos y representa el 2,6% del PIB de todos los países de la UE y supone un motor de creatividad e innovación», apostilló Odile Quintin, directora general de la Comisión de Cultura y Educación de la Comisión Europea.