* Contiene una serie de medidas que van desde la elaboración de un inventario del patrimonio arqueológico subacuático a la protección física y jurídica de las zonas arqueológicas

La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha presentado en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática ARQUA en Cartagena el Libro Verde del Plan Nacional de Protección del Patrimonio Cultural Subacuático.

El Libro Verde es el resultado de dos años de trabajo de una Comisión de expertos formada por representantes del Ministerio de Cultura, a través del Museo Nacional de Arqueología Subacuática, Comunidades Autónomas y Universidades, con el fin de analizar la situación de la arqueología subacuática en España y establecer programas que mejoren la gestión de nuestro rico patrimonio sumergido.

Medidas contempladas
El Libro Verde da las herramientas para el cumplimiento de los objetivos del Plan Nacional que prevé un decálogo de medidas que van desde la documentación e inventario del patrimonio arqueológico subacuático a la protección física y jurídica de las zonas arqueológicas subacuáticas más emblemáticas de nuestro litoral, pasando por la formación en este campo, y acuerdos de colaboración con los Ministerios de Defensa, Interior y Exteriores.

El Ministerio de Cultura ya ha puesto en marcha algunas de estas medidas en colaboración con las Comunidades Autónomas y se está tramitando un convenio de colaboración con cada una de ellas cuyo objetivo principal es realizar cartas arqueológicas. Igualmente ha suscrito un Acuerdo con el Ministerio de Defensa con objeto de optimizar los recursos de ambos Ministerios para la protección del patrimonio subacuático.

En cuanto a la financiación para la protección del patrimonio subacuático se ha incrementado en 2010 la cifra a 1.275.000 euros con respecto al año pasado que fue de 800.000.

Reunión de la UNESCO en ARQUA
La presentación del Libro Verde ha coincidido con la primera reunión del Consejo Consultivo Científico y Técnico de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático de la UNESCO, creado como órgano asesor por dicha Convención de la que España forma parte desde el año 2005

Integrado por 11 expertos y científicos de alto nivel elegidos para desempeñar un mandato de dos años el Consejo, que hoy concluye su reunión en ARQUA, tiene por misión impartir orientaciones sobre las prácticas idóneas relativas a los sitios arqueológicos sumergidos, así como sobre su gestión.

En esta primera reunión, el Consejo ha abordado el tema de la colaboración con las organizaciones no gubernamentales que llevan a cabo actividades relacionadas con la protección del patrimonio subacuático y examinado también la cuestión del uso compartido de información entre los Estados Partes en la Convención.

Adoptada en 2001 por la Conferencia General de la UNESCO, la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático tiene por finalidad garantizar una mejor protección de los restos de navíos naufragados, sitios, grutas ornamentadas y otros vestigios culturales, históricos y arqueológicos que yacen bajo las aguas. La comunidad internacional adoptó este tratado internacional en respuesta al saqueo y la destrucción crecientes del patrimonio cultural subacuático por parte de los cazadores de tesoros. La Convención, que preconiza la preservación prioritaria in situ del patrimonio sumergido, tiene también por objeto propiciar el acceso del público a este tipo de patrimonio y fomentar los trabajos de investigación arqueológicos.