La Infanta Elena, acompañada por la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, ha presidido la inauguración de la exposición Lo Sagrado hecho Real. Pintura y escultura española, 1600-1700 que se ha presentado en el Palacio de Villena, sede de las exposiciones temporales del Museo Nacional Colegio San Gregorio de Valladolid. La exposición que ha sido organizada por el Ministerio de Cultura y producida por la National Gallery de Londres y por la National Gallery of Art de Washington, donde se ha exhibido, viene precedida de una espléndida acogida.

La muestra, que se mantendrá hasta septiembre de 2010, revaloriza la escultura barroca española, dentro del contexto internacional calificado ya como “el fervor barroco del tercer milenio” y muestra juntas por primera vez obras maestras de los más importantes autores tanto de la pintura como de la escultura del Siglo de Oro español.  Aunque artistas como Diego Velázquez, Alonso Cano, Zurbarán, Francisco Pacheco, Francisco Ribera, José de Ribalta… siguen gozando hoy de gran celebridad, los escultores de esa época como Gregorio Fernández, José de Mora, Juan de Mesa, Juan Martínez Montañés o Pedro de Mena han permanecido más en la sombra, siendo sus obras grandes obras maestras.

Lo Sagrado hecho Real revela la extraordinaria maestría de estos creadores, la gran importancia que tuvo el hiper-realismo de sus obras en el desarrollo del arte español, y explora el modo en que pintores y escultores pusieron su técnica al servicio de una representación extraordinariamente vívida y naturalista de los grandes temas católicos de la Contrarreforma: las vidas de santos, la Inmaculada concepción y la Pasión de Cristo… Al tiempo, el diálogo entre pintura y escultura reproduce en parte el que tenía lugar en los grandes conjuntos históricos del Barroco y pone de manifiesto los recursos plásticos empleados por los autores de las diversas artes.

La exposición se articula en torno a seis grandes temas representados en cada una de las seis salas:
– La mutua dependencia entre pintura y escultura y la confusión entre imagen artística y visión milagrosa
– La exaltación de los santos y sus leyendas místicas
– Santos particularmente favoritos de la devoción popular, como San Francisco de Asís y el misterioso hallazgo de su cuerpo
– El culto a las escenas de la Pasión, tratada con una cruel violencia;
– El éxtasis místico
– El patetismo tenebroso de la muerte de Cristo.

Figuras sagradas para propagar la fe
En la España del XVII se fomentó una exacerbación del sentimiento religioso, y los pintores y escultores dedicaron lo mejor de su talento a plasmar figuras sagradas lo más reales y cercanas cuya intención era sacudir los sentidos y conmover el ánimo. Para ello produjeron imágenes descarnadas, austeras y a menudo sangrientas que en nada se parecían a las imágenes que surgieron en otros países europeos, lo que supuso la aparición de un nuevo estilo intensamente naturalista que subraya la corporeidad tridimensional. Los escultores trabajaban en estrecha colaboración con los pintores que, como parte de su formación, eran instruidos en el arte de policromar esculturas. La exposición ofrece por primera vez los más brillantes ejemplos de la pintura y la escultura del Siglo de Oro de manera yuxtapuesta, demostrando cómo estos dos medios de expresión se influyeron mutuamente y experimentaron una intensa rivalidad.

Por otra parte el Museo ofrece una serie de actividades a lo largo del periodo estival que abrirán el campo temático de la exposición a otras conexiones a través de visitas guiadas, conciertos todos los jueves de julio, ciclos de cine los miércoles de agosto y un curso sobre la imagen barroca en la segunda quincena de septiembre. El Museo ofrece además un itinerario complementario por su espléndida colección de escultura barroca.