A través de la colección particular Antoni de Montpalau, se pretende ofrecer una nueva visión de la evolución de la moda española en su momento de máximo esplendor, entre 1920 y 1980. La colección Antoni de Montpalau -fundada por el crítico de arte Josep Casamartina i Parassols y Anna M. Casanovas- posee alrededor de 1700 objetos, entre los que se encuentran prendas de Alta Costura y prêt à porter. También posee piezas textiles más antiguas, de los siglos XVI al XX, con un núcleo fundamental de tejidos art nouveau y art decó.
La muestra “Colección textil Antoni de Montpalau” expuesta desde el 16 de julio al 28 de noviembre de 2010, permite segir la evolución de la moda en sus diferentes aspectos estableciendo un amplio abanico de tipologías y tendencias a través de ochenta trajes elegidos entre más de mil quinientas piezas principalmente del siglo XX que forman la colección de Antoni de Montpalau. En la muestra se han incluido vestidos de noche, de cóctel, de ceremonia, de novia o de calle, así como trajes sastre y abrigos.
La muestra “La edad de oro de la Alta Costura” expone cronológicamente una selección de las mejores piezas de esta colección, vestidos de fiesta y de calle, trajes de novia, abrigos, sombreros y zapatos; para mostrar la evolución de la moda española durante el siglo XX.
La exposición comienza con un vestido de Jeanne Lanvin, dos piezas históricas de Pedro Rodríguez, una de Anita Monrós, un vestido de calle de Cristóbal Balenciaga de la década de los años 30 y un abrigo de Santa Eulalia, empresa pionera en la celebración de desfiles en España
La muestra continúa en la década de los años 40, cuando se funda la Cooperativa de la Alta Costura en Barcelona. Se incluyen vestidos de los llamados “cinco grandes”: Pedro Rodríguez, Manuel Pertegaz, Asunción Bastida, Santa Eulalia y El Dique Flotante; además se muestran vestidos de otros miembros de esta cooperativa como Argón o La Física y un glamuroso traje de noche de tul negro atribuido a Cristóbal Balenciaga.
De los años 50, 60 y 70, época en la que se produce la consolidación internacional de la moda hispana, se exponen piezas de Carmen Mir, Pedro Rovira, Rosser, la barcelonesa Carmen Costejá o la madrileña Flora Villarreal, todos ellos modistos que elevaron la categoría de la Alta Costura. Asimismo, se exhiben ejemplares de Elio Berhanyer o Manuel Pertegaz, dos de los grandes renovadores de la moda durante este periodo.
Finalmente, la muestra concluye con una completa selección de sombreros, zapatos y dibujos que abarcan desde 1920 hasta 1970. De los principales talleres sombrereros barceloneses destacan Martí Martí, Badía, Marinette, Elena Katona, Pilar Gabasa o Rius de Forns; además, se muestran piezas de Balenciaga, Pertegaz, Rodríguez o Santa Eulalia, y una selección de zapatos de Pertegaz, Loewe o Durany. Por último, se exhibe un interesante conjunto de dibujos de Pedro Rodríguez y una serie de bordados de Luguel, empresa colaboradora de los principales nombres de la Alta Costura.
La visita al Museo del Traje se puede completar con otra muestra temporal que permanecerá abierta hasta el 3 de octubre, se trata de la exposición “Roger&Gallet: El arte del perfume de 1862 a nuestros días“