Entrevista con Ferrán Barenblit, director del CA2M

Tras dos años en funcionamiento, el Centro de Arte Dos de Mayo de Móstoles sigue trabajando firmemente con el objetivo de convertirse en una institución de referencia dentro del arte contemporáneo. Para hablar de la evolución del Centro durante estos dos años, de su presente y, por supuesto, de su futuro el director de la institución, Ferrán Barenblit, ha concedido una entrevista a Logopress en la que desvela algunos detalles sobre la esencia de uno de los centros de arte contemporáneo más punteros de nuestro país.

P- Tras la apertura del Centro de Arte Contemporáneo de la Comunidad de Madrid en Móstoles y después de dos años en funcionamiento, ¿qué aporta el CA2M desde esta ubicación?

R- Yo no podría imaginar una ubicación mejor para un centro de arte en la Comunidad de Madrid. El CA2M, ante todo, aporta una experiencia de un modelo que en España se había experimentado poco, un modelo de centro de arte contemporáneo ubicado en la periferia urbana como tienen ciudades como París, Londres o Berlín.
Madrid es especialmente extensa, pero pese a esa extensión la “ciudad simbólica”, muy alejada de la “ciudad real”, concentra su actividad en un espacio muy concreto y reducido en torno al simbólico y real Km0 de la Puerta del Sol desde el que se puede ir paseando a todos los puntos culturales importantes de la capital; desafiar esto me parecía muy interesante y si había algún sitio donde este modelo podría funcionar era en Móstoles.

P- ¿Cómo cree que ha recibido la ciudad de Móstoles la presencia de un centro de arte contemporáneo de esta categoría en su localidad?

R-La ciudad contemporánea se ha convertido en un concepto muy complejo. Móstoles recoge una enorme diversidad y es un lugar hiperconectado y más ahora gracias a MetroSur. Un gran número de nuestros visitantes son mostoleños o de la zona sur, donde ya viven más de un millón de personas y el CA2M quiere convertirse en una oferta cultural de primer orden precisamente para este público de la zona sur de la Comunidad de Madrid.

P- ¿Qué clase de público visita el CA2M?

R- Es un público bastante diverso. Nosotros hacemos estudios de público constantemente y gracias a ellos hemos deducido que tenemos un público muy bien informado, tenemos comprobado que nuestros canales de comunicación funcionan muy bien. Pero también hay otro público que viene por lealtad al centro, para saber qué ofrecemos en cada momento. No podría decir que en nuestro caso hay un público mayoritario, nuestro público está muy fragmentado y compuesto de minorías.

P- ¿Qué me dice del público internacional? ¿La oferta del CA2M consigue que los extranjeros se desplacen hasta Móstoles?

R- Sinceramente aún no hemos conseguido una gran afluencia de visitantes turistas, es un objetivo pendiente, pero sin embargo el público especializado internacional sí que nos visita, consumidores de arte avanzados o profesionales internacionales del sector, además estas visitas nos interesan especialmente ya que son verdaderos amplificadores de nuestro trabajo en el extranjero.

P- ¿Qué tiene más éxito entre los visitantes del CA2M, la colección permanente, las exposiciones temporales u otras actividades?

R- Fundamentalmente las exposiciones temporales y las distintas actividades con las que conseguimos atraer a un público conocedor y muy informado.

P- Entre las distintas y variadas actividades que propone el CA2M. ¿Cuáles son las de mejor acogida entre los visitantes?

R- Me cuesta un poco elegir una. Pero te puedo decir que en todas las actividades con aforo limitado las plazas se cubren siempre y todas las actividades están funcionando muy bien, desde el curso de iniciación al arte contemporáneo hasta las ya famosas tardes de las Picnic-Sesions en la terraza del edificio.

P- La colección permanente del CA2M está aún en crecimiento. ¿Cuál es su política de adquisiciones?

R- La Colección de Arte Contemporáneo de la Comunidad de Madrid reúne actualmente más de 1.500 obras y es una colección muy relacionada con la imagen y con el sentido de ver. Además sigue en continuo crecimiento por diversos caminos, primero en relación con la actividad del Centro, ya que estamos comprometidos con adquirir la obra que producimos, pero además mantenemos una relación muy intensa con todo lo que sucede en la Comunidad de Madrid para intentar adquirir lo más interesante del panorama actual.

P- Esta colección permanente en continuo crecimiento ¿está expuesta en su totalidad?

R- No, como en todos los grandes centros de arte contemporáneo, como la Tate Gallery o el MOMA de New York, la vamos rotando, organizando distintas exposiciones en función del resto de la programación, de los intereses concretos de ese momento y de la actualidad cultural de la Comunidad de Madrid.

P- ¿Alguna sorpresa para la próxima temporada? ¿Qué podrá encontrar el visitante del CA2M en los próximos meses?

R- El plato fuerte de la temporada creo que será nuestro gran proyecto “Antes que Todo”, una exposición comisariada por Manuela Moscosos y Aimar Arrida que ocupará todo el espacio del Centro, desde la puerta de entrada hasta el tejado del edificio. Pretendemos que sea una muestra con la que tomar el pulso al arte contemporáneo español a través de las obras de más de cincuenta artistas jóvenes y no tan jóvenes y de este modo plantear un debate sobre el presente del arte español.

P- ¿Cuál es su análisis sobre estos dos primeros años de funcionamiento del CA2M?

R- Personalmente estoy tremendamente satisfecho, hemos tenido muy buena recepción crítica y esto ha sido muy positivo, además todas las exposiciones han funcionado muy bien y han conseguido abrir un espacio de debate crítico, de planteamiento y de cuestionamiento de la realidad, demostrando que el arte puede ser un actor cultural muy intenso.

P- ¿Hacia dónde se dirige el futuro del CA2M?

R- El futuro del Centro pasa por consolidar las vías que hemos abierto durante estos dos primeros años y ante todo por no olvidar que el CA2M no deja de ser un museo y por ello, aun estando dedicado al arte contemporáneo, debe ser un espacio de reflexión, de investigación y de cuestionamiento.

Marta de Orbe