La Biblioteca Nacional reúne por primera vez, en la exposición “Los Códices de la Capilla Sixtina. Manuscritos miniados en colecciones españolas”, los manuscritos sixtinos recuperados por el cardenal Lorenzana: una colección de cuarenta códices ilustrados que conforma uno de los núcleos de manuscritos litúrgicos más importantes y valiosos del patrimonio bibliográfico pontificio. La muestra, que fue inaugurada por la Infanta Elena, se exhibe en la Sala Hispóstila de la Biblioteca y permanecerá abierta al público hasta el 9 de enero.
Los manuscritos expuestos proceden de la sacristía de la Capilla Sixtina, según explicó Elena De Laurentiis, comisaria de la muestra, y fueron utilizados por papas, cardenales, patriarcas, obispos y arzobispos para celebrar la liturgia. Durante la ocupación francesa de Roma en 1798, el cardenal español Francisco Antonio de Lorenzana, consciente de su enorme valor, adquirió numerosos de aquellos códices de la Capilla Sixtina y los envió a España (en concreto a la Catedral de Toledo) para salvaguardarlos de la invasión. Finalmente, fueron a parar a la colección Borbón-Lorenzana de la Biblioteca de Castilla-La Mancha y a la Biblioteca Nacional.
Gracias a Lorenzana, una de las figuras más significativas de la Ilustración española, estos manuscritos se han conservado completos y en buen estado. No corrieron tanta suerte otros códices de la sacristía vaticana que, despojados de sus valiosas miniaturas, fueron vendidos y subastados, dispersándose así por colecciones públicas y privadas de todo el mundo. Ahora, los manuscritos de Lorenzana, restaurados especialmente para la ocasión, se pueden ver en su conjunto por primera vez.
Especial atención al Cinquecento y el Seicento
“Creo que el cardenal Lorenzana estaría muy contento si supiera que hemos podido mostrar al público estos códices”, admitió De Laurentiis durante la presentación de la muestra. La exposición plantea un recorrido cronológico por los diferentes códices, que van desde los siglos XI y XII, los más antiguos, hasta el siglo XVIII, con una particular atención al Cinquecento y el Seicento. Y nos permite estudiar la evolución de la miniatura romana de esa época y contemplar su belleza.
Los dos códices más antiguos de la muestra son el “Sacramento de Brescia” (siglos XII-XIII) y el “Evangelistario benedictino” (siglo XI), este último está ilustrado al comienzo por una miniatura a página completa que representa la “Anunciación y los cuatro evangelistas”. De entre los catorce que pueden verse del siglo XV, destaca el “Epistolario del cardenal Jean Balue”. Uno de los manuscritos más significativos de la exposición es el “Misal de la Natividad del cardenal Antoniotto Pallavicini” (siglo XVI), que se conserva íntegro, al contrario que el resto de los códices del Maestro del cardenal Pallavicini.
Al siglo XVIII pertenecen dos misales destinados a los papas. En uno de ellos se insertó una miniatura procedente de un manuscrito anterior. Se trata de una “Crucifixión”, obra del francés Vicent Raymon, nombrado miniaturista de la corte papal a mediados del siglo XVI. La exposición concluye con un códice abierto, en el que se pueden leer las palabras anotadas por el propio Lorenzana fechada en 1798, en las que recuerda que salvó los manuscritos de la “maxima in Urbis direptione”.
Organizada por la Biblioteca Nacional de España, la Catedral Primada de Toledo y el Centro de Estudios Europa Hispánica, la exposición ha contado con el patrocinio de la Fundación Endesa y de Eisys S.p.A. y con la colaboración del Meadows Museum de Dallas, adonde viajará una vez clausurada en Madrid, para mostrar estos códices desde el 21 de enero al 24 de abril de 2011.
Irene G. Vara
Datos de interés:
Códices de la Capilla Sixtina: manuscritos miniados en colecciones españolas
Dónde: Sala Hipóstila de la Biblioteca Nacional de España. (Pº de Recoletos 20-22, Madrid)
Fechas: Del 20 de octubre de 2010 al 9 de enero de 2011
Horario: De martes a sábados, de 10.00 a 21.00 horas. Domingos y festivos de de 10.00 a 14.00 horas. Último pase 30 minutos antes del cierre.
Comisarias: Elena De Laurentiis y Emilia Anna Talamo
La exposición de los códices de la capilla Sixtina es una gran exposición si no fuera por el pésimo montaje. Primero nos encontramos con unos maravillosos pergaminos iluminados de un arzobispo que están garabateados en lápiz por un niño. Supongo que ese hecho debe ser muy importante y para los historiadores fundamental, dejemos lo garabatos y así se ve el valor que han tenido hasta ahora. Pero yo pienso que había que haberlos quitado y que no es una actuación tan cara, Seguimos por los desastres del peor montaje de la Biblioteca Nacional en años. El techo se encuentra plagado de pantallas planas donde se proyectan las pinturas de Miguel Ángel, el problema es que también se reflejan en las vitrinas y eso imposibilita su correcta visión. por no hablar del desorden de los pergaminos, manuscritos e impresos que se ven no todos en un mismo lado sino que hay que bordear toda una fila de vitrinas para ver el otro lado de una.Y ¿por que hay espejos a los lados de las vitrinas? ¿que enseñan? Nada. Y así se pierden las encuadernaciones que para las comisarias no tienen interés,
Una pena
Espero que lo disfruten, pero que sean críticos con está clase de exposiciones que no restaura las piezas, que no las mima y que prima más el malo espectáculo que el rigor histórico.
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