Joyas de artista. Del modernismo a la vanguardia descubre las relaciones que existen entre la joya y la obra de arte. La exposición, la primera sobre este tema organizada en nuestro país, muestra la faceta más inédita de Auguste Rodin, Hector Guimard, Josef Hoffmann, Josep Llimona, Serrurier-Bovy, Henri Van de Velde, Manolo Hugué, Paco Durrio, Pau Gargallo, Max Ernst, Salvador Dalí, Georges Braque, Alexander Calder, Charlotte Perriand, Hans Arp, Pablo Picasso, Juli González o Henri Laurens, entre muchos otros.

Pintores y escultores, desde tiempos remotos, han traducido sus formas plásticas al mundo de la joya pero no será hasta el siglo xx, bajo el poderoso influjo del art nouveau, cuando los artistas se aproximarán a esta disciplina de una manera más abierta: “Realizar una obra de arte”, según Otto Wagner, significa “expresar la belleza sin hacer distinción entre grande y pequeño”.

La fusión de las artes que protagoniza el modernismo y la consiguiente abolición de las fronteras entre las artes fue in crescendo durante las décadas de 1920 y 1930, y cristalizó con las interesantes y numerosas incursiones en el mundo de la joyería que hicieron los pintores, los escultores y los arquitectos de las vanguardias históricas. En la producción de estos objetos de pequeño formato (“microesculturas” o “Joyas pintadas”) los artistas vehiculan sus propuestas plásticas desde diferentes puntos de vista.

La exposición se abre con una selección de piezas realizadas por joyeros artistas, que en muchos casos cultivan, asimismo, talentos múltiples, y que incorporan a sus creaciones las aportaciones de los movimientos artísticos de la época.

En este primer ámbito de la exposición hay que destacar las joyas realizadas por René Lalique que, ya en el momento de su creación, fueron adquiridas por los museos europeos, por ricos amateurs y coleccionistas, como en el caso del colgante adquirido por el director del Museo de Hamburgo en la Exposición Universal de París de 1900, las joyas adquiridas por Calouste Gulbenkian o el colgante inédito que Antoni Amatller compró en París para su hija Teresa. En diálogo con estas piezas se presentan las realizadas con ricos esmaltes y gamas variadas de colores por el joyero barcelonés Lluís Masriera, quien tuvo un papel clave en la difusión del nuevo estilo en Barcelona.

El corazón de la exposición lo conforman las joyas concebidas por artistas no joyeros, como Hector Guimard, Paco Durrio, Manolo Hugué, Herich Heckel, Pablo Gargallo, Julio González, Joaquim Gomis, Ramón Teixé, Anni Albers, Charlotte Perriand, Alexannder Calder, Henri Laurens, Hans Arp, Pablo Picasso, Georges Braque o Salvador Dalí. Este segundo ámbito muestra las producciones de estos artistas en relación con su obra más habitual, la pintura, la escultura, la fotografía u otras creaciones, para establecer un paralelismo con las disciplinas artísticas que cultivaron, mostrando las afinidades y reverberaciones existentes.

El legado del movimiento Arts and Crafts y de la Bauhaus, que apuestan por la integración de todas las artes, se hace patente en la obra de estos artistas, que abren un camino hacia la experimentación plástica, cuestionando la propia naturaleza de las joyas, y que incorporan en su producción materiales nuevos, ajenos a la tradición de la orfebrería. Muestra de todo ello son las insólitas creaciones de Ramon Teixé en hierro, vidrio, esmaltes y cordeles, o las joyas del escultor Josep De Creeft realizadas con restos de metales procedentes de su automóvil. Sin olvidar las joyas de la arquitecta y diseñadora Charlotte Perriand o las realizadas por el fotógrafo Joaquim Gomis en colaboración con Manuel Capdevila, que incorporan conchas y piedras de playa y de río, verdaderos objetos encontrados.

En el lado de estas joyas de ejecución manual y a menudo realizadas con materiales no preciosos, se exponen las diseñadas por Braque o Dalí y realizadas por joyeros profesionales con materiales nobles, como los rubíes, los zafiros o los diamantes.

Un tercer ámbito de la exposición explora la relación entre el cuerpo y la joya, y en él se muestra una selección de trajes, cedidos fundamentalmente por el Museo del Traje de Madrid, y fotografías de los años 30 de Man Ray, Edward Steichen, George Hoyningen-Huené, y Horst P. Horst.

Las obras que se presentan en esta exposición proceden de instituciones públicas y de museos de todo el mundo, como The Metropolitan Museum of Art, The Museum of Modern Art, Whitney Museum of American Art, de Nueva York, the Victoria and Albert Museum de Londres, el Musée des Arts Décoratifs, el Musée d’Orsay y el Musée Rodin de París, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, el Institut d’Art Modern (IVAM) de Valencia, el Museo de Bellas Artes de Bilbao y la Fundació Gala-Salvador Dalí de Figueras -que ha hecho una generosa excepción al ceder algunas de las joyas más emblemáticas de su colección-, así como también del propio MNAC y de numerosas colecciones privadas europeas y americanas.

Ficha de la exposición
Fechas: Del 26 de octubre de 2010 al 13 de febrero de 2011
Organiza: MNAC. Museu Nacional d’Art de Catalunya
Comisaria: Mariàngels Fondevila, conservadora de la colección de Arte Moderno del MNAC.
Diseño y dirección del montage: VARIS ARQUITECTES, S.L.
Precio: 3,50 €
Presentando la entrada a la exposición o la general del Museo, 5% de descuento en la adquisición del catálogo y en la compra de joyas en la Tienda del MNAC. Promoción válida hasta el 13 de febrero de 2011.
Horario: De martes a sábado, de 10h a 19h; domingos y festivos, de 10h a 14.30h. Lunes no festivos, cerrado
Lugar: Sala de exposiciones Temporales 1.
Catálogo: dos ediciones, en catalán y castellano