Después de doce meses de trabajos, los frescos de  la célebre Escalera Principal del Monasterio de las Descalzas Real vuelven a brillar en todo su esplendor. El que es uno de los espacios más singulares del barroco madrileño recupera la belleza artística y la luminosidad originales. Un “museo en sí mismo”, como lo definió la conservadora del monasterio, Ana García Sanz, que conforma un ejemplo único de la pintura mural del siglo XVII y que todavía guarda entre sus imágenes un gran misterio: quienes fueron sus autores.

Los frescos barrocos de la Escalera Principal de las Descalzas Reales vuelven a brillar

Oscurecidas y deterioradas por el paso de los siglos, por las consecuencias de la Guerra Civil y por restauraciones más o menos acertadas, estas pinturas que decoran la escalera que une el claustro inferior y el superior del monasterio se mostraban hasta ahora semiocultas al visitante. En ellas se puede apreciar el trabajo de diferentes artistas, realizados en varias épocas y con distintos estilos.

José Antonio Bordallo, Gerente de Patrimonio Nacional, administrador de las Descalzas Reales, reconoció, “el magnífico trabajo realizado por los expertos” en la restauración. Además, reivindicó el papel de las religiosas, que “son los ángeles custodios de monumentos como estos”. “Estamos cumpliendo con nuestro deber, pero sentimos también que estamos conservando el patrimonio histórico más importante de Europa”, concluyó Bordallo.

Arquitecturas fingidas

Aunque el edificio es renacentista, el conjunto decorativo de la escalera, su pieza fundamental, es barroco. Las pinturas murales más antiguas son del siglo XVI y el resto, del siglo XVII. En la bóveda y en los paramentos verticales encontramos arquitecturas fingidas, que generan un trampantojo a la vista de falsas balaustradas, columnas y cornisas. Entre las escenas y figuras principales destacan San Juan Bautista, un Calvario, una representación de Cristo yacente o los arcángeles.

A la derecha, en el segundo tramo, nos encontramos con la escena más célebre del conjunto, el llamado Balcón Real. En él podemos ver a la familia real de la época con el rey Felipe IV, la reina Doña Mariana de Austria, el príncipe Felipe Próspero y la infanta Margarita.

Las labores de restauración han sido llevadas a cabo por Patrimonio Nacional, en colaboración con BBVA, que ha invertido 200.000 euros en los trabajos. Ambas instituciones ya habían realizado otras restauraciones conjuntamente en los Reales Alcázares de Sevilla y en el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

Centro del arte y el mecenazgo

El Monasterio de las Descalzas Reales fue fundado en el siglo XVI por Juana de Austria, hija de Carlos V, en la casa-palacio de estilo renacentista que Alonso Gutiérrez poseía en lo que hoy es el centro de Madrid. Todas las religiosas de la comunidad fueron siempre de linaje real o pertenecientes a la más alta nobleza, lo que generó dentro del monasterio un espacio cortesano preocupado por la cultura, las artes y el mecenazgo.

El edificio, que todavía alberga una comunidad de religiosas, es accesible al público desde la década de los 60 del siglo XX. Y permite conocer sus innumerables bienes arquitectónicos y pictóricos, sus importantes esculturas, tallas y textiles y las valiosas donaciones que han enriquecido el conjunto durante cinco siglos de historia. Un “espacio mágico y maravilloso”, en palabras del historiador de arte Miguel Morán Turina, al alcance de todos en pleno centro de la ciudad.

Irene G. Vara

Datos de Interés:
Monasterio de Las Descalzas Reales
Plaza de las Descalzas s/n, Madrid
Martes, miércoles, jueves y sábados, de 10.30 a 12.30 horas y de 16.00 a 17.00 horas
Viernes, de 10.30 a 12.30 horas.
Domingos y festivos, de 11.00 a 13.30 horas.
Lunes, cerrado
Visita guiada, 5 euros.