Por lo que apuntó el vicepresidente y portavoz del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, tras el pasado Consejo de ministros, el Estatuto especial del Reina Sofía podría ver la luz hacia el mes de abril, aunque también surgen dudas sobre su alumbramiento ante la grave situación económica, el castigo de los mercados y la previsión de nuevos ajustes y recortes en el gasto, tal como ha apuntado el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa.
Esta fórmula jurídica será similar a la que ya tiene el Museo del Prado, y que le permite disponer de más autonomía de gestión y agilidad en los trámites. Visto el éxito, “parece que es recomendable seguir esa senda” también en el Reina Sofía y lograr así una “mayor implicación de la sociedad civil”, explicó la ministra de cultura. En definitiva se trata de saltarse el corsé de las rígidas normas y controles de la contratación pública y poder funcionar como una empresa o fundación privada.
Por su parte, Borja-Villel hizo repaso de la breve historia del museo y aseguró que, aunque 20 años no es mucho tiempo, “se han conseguido cosas extraordinarias”. Resaltó la importancia de la colección permanente, de los artistas que han protagonizado las exposiciones durante estos años y reconoció la labor de los anteriores directores y gestores del centro.
“El Reina tiene un lugar muy relevante a nivel local e internacional”, aseguró el director del museo, que admitió que estamos en una “época de cambio y crisis estructural”, que hay que afrontar “construyendo un público agente y no pasivo”. Una vez más esta reordenación de las colecciones del muso no está exenta de polémica y se pueden encontrar opiniones para todos los gustos, desde aquellos que alaban gesto provocador y nada academicista de su director hasta la de los que opinan que es un simple pastiche sin orden ni concierto.
Amplio programa de actividades
En el marco de su 20 aniversario, el Reina Sofía ha preparado un amplio programa de actividades que se desarrollará fundamentalmente entre el 20 y el 28 de noviembre. La principal es la apertura de la 4ª planta del edificio de Sabatini, con una nueva reordenación de la colección correspondiente a las décadas de los 40, 50 y 60. Pero también se celebra esta fecha activando y profundizando en sus programas de mediación para ofrecer al visitante nuevas lecturas de la colección y de las exposiciones temporales.
Un museo que nació el 31 de octubre de 1990 con la vocación de ser una gran institución de proyección internacional. De los casi 700.000 visitantes que tuvo el centro en 1991, se ha pasado a los más de dos millones, en 2010. El Reina Sofía continúa en constante expansión y, en palabras de su actual director, se ha convertido “en un lugar importante para explicar el arte español y el internacional”.
Como plato fuerte de la programación especial del 20 aniversario de su apertura, el Reina Sofía presenta una nueva lectura de parte de su colección permanente bajo el título “¿La Guerra ha terminado? Arte en un mundo dividido”. La muestra, ubicada en la cuarta planta del edificio de Sabatini, corresponde a los años 40, 50 y 60, y expone aproximadamente mil obras. Muchas, procedentes de legados, donaciones o adquiridas por el museo, se exhiben por primera vez.
Esta nueva disposición analiza uno de los periodos más convulsos del arte de vanguardia. Una época que fue escenario de una cultura cuyas contradicciones dieron lugar a unas poéticas singulares. En palabras del director del museo, Manuel Borja-Villel, “la exposición está marcada por las tensiones entre igualdad y libertad” y las salas están dispuestas para “generar esas tensiones”.
En esta nueva ordenación de la colección del museo, inaugurada por la Reina Doña Sofía, por un lado, asistimos a la consolidación de un modernismo alineado ideológicamente y, por otro, vemos la proliferación de otras modernidades, específicas, divergentes y resistentes, que fueron marginadas del discurso oficial de los museos y la historia del arte.
El Reina Sofía mantiene como una de sus misiones activar la potencia poética y crítica de esas modernidades “incómodas” respecto a la narración central. Episodios como el letrismo o el situacionismo, presentes en esta muestra, sirven de elemento desestabilizador. En este nuevo recorrido y como viene siendo habitual, se concede especial importancia al material fotográfico y al cine. Así como al documento, la revista, el panfleto o el póster.
El eje principal de la organización de las salas es fundamentalmente cronológico, pero podemos reconocer tres núcleos principales. El primero aborda la inmediata posguerra en dos entornos culturales y políticos diferentes, España y París. En el segundo, se hace referencia al periodo “clásico” del modernismo internacional y sus múltiples disidencias. Y por último, el tercer núcleo nos sitúa en la década de los sesenta.
La visita se inicia con un cuadro fundamental de Picasso, “Monumento a los españoles muertos en Francia” (1946-47) y culmina con el film de Resnais, “La guerra ha terminado” (1966). Entre ambas obras, nos salen al paso un sinfín de autores y movimientos. Nos asomamos a la escena parisina de Jean Fautrier, Jean Dubuffet o Wols, o a la situación artística española de posguerra, con José Caballero, Carlos Sáenz de Tejada o los miembros del Dau al Set.
Las fotografías de Brassaï y Eugéne Smith nos muestran las España de los 50. También hay hueco para la pintura informalista de Manuel Millares, Antoni Tàpies o el Grupo El Paso, para la pintura abstracta norteamericana, representada por autores como Clyffod Still, Franz Kline o José Guerrero o para la fotografía neorrealista española de los 50, con obras de Catalá Roca, Joan Colom, Fernando Gordillo o Nicolás Müller.
Una de las últimas secciones está dedicada al paralelismo que desafía los patrones explicativos del fin de la modernidad. Por un lado, la obra última de dos de los principales iniciadores del movimiento moderno, Pablo Picasso y Joan Miró, y por otro, las acciones, posiciones y actitudes de la Internacional situacionista.
En las últimas salas, tienen cabida Marcel Duchamp, como figura clave, los “Nuevos Realismos” y una última mirada a España, con autores como Jaume Xifra o Joan Rabascall. Esta nueva reordenación ha sido patrocinada por la Real Fundación de Amigos del Museo Reina Sofía.
Irene G. Vara
Programa de actividades:
Conferencia magistral a cargo de Linda Nochlin, 20 de noviembre
Val del Omar visto por Javier Aguirre, 22 de noviembre
Inauguración de “¿La guerra ha terminado? Arte en un mundo dividido (1945-1968)”, 23 de noviembre
“El Esqueleto tatuado”, de Suzanne Lacy. Performance, 23 de noviembre
Babü. Oskar Schlemmer y las danzas de la Bauhaus. Conferencia-concierto, 24 de noviembre.
Inauguración de “Atlas ¿Cómo llevar el mundo a cuestas?”, 25 de noviembre
Inauguración de las exposición “Ctrl”, de Miroslaw Balka, 26 de noviembre
Val del Omar visto por Román Gubern, 26 de noviembre
Conversaciones: encuentro con Georges Didi-Huberman. “Atlas. ¿Cómo llevar el mundo a cuestas”?, 26 de noviembre
Val del Omar: puesta en marcha de la Truca, 26, 27 y 28 de noviembre
Itinerarios de la colección: Feminismos, Teatralidad y Lo popular, 26, 27 y 28 de noviembre
Museo gratuito, 26, 27 y 28 de noviembre
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