La corrupción política acabó con el Gobierno de Felipe González y, nuevamente, la corrupción política ha irrumpido en tromba con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Por desgracia la alternancia política tan necesaria en democracia está minada por toda una serie de trapisondas y corruptelas que si no han alcanzado en su cuantía la importancia de la anterior etapa de gobierno del PSOE, si se ha extendido como el ungüento amarillo por toda la geografía nacional. Esta es la tesis del libro publicado por el periodista Xavier Horcajo, Director Editorial del Grupo Intereconomía y conductor de dos programas de éxito ascendente en esta cadena, “Otro Gallo cantaría” (todas las mañanas a las 8h.) y “Más se perdió en Cuba” (los sábados a partir de las 22h.).
En «El Ungüento amarillo» Xavier Horcajo describe un panorama desolador. Alcaldes procesados y condenados en firme que, tras cumplir su condena, vuelven a sus poltronas municipales, jueces y policías corruptos, empresarios que se enriquecen a costa de los ciudadanos, políticos nacionales y autonómicos implicados en múltiples escándalos que son justificados y camuflados por sus compañeros de partido. Muchos de los capítulos tuvieron su génesis en investigaciones periodísticas llevadas a cabo por Xavier Horcajo para LA GACETA, el nuevo periódico del Grupo Intereconomía, que han sido completadas con nuevas indagaciones sobre sus implicados y testimonios de inocentes perjudicados.
Xavier Horcajo es un periodista de raza que no sucumbe ante los hechos y busca sus orígenes y consecuencias. De sólida formación como economista, añade a la noticia la cifra certera, y se pueden encontrar en las hemerotecas otras investigaciones con su firma sobre el financiero Javier de la Rosa, del ex Director General de la Guardia Civil, Luis Roldán, o de uno de los jueces menos ejemplares de nuestra carrera judicial, Luis Pascual Estivil. Destaca Xavier Horcajo cómo es habitual que el político corrupto se vaya de rositas sin que su delito sea condenado ni por los jueces ni por las urnas.
La corrupción política en la etapa de Rodríguez Zapatero se adapta al entorno y se amolda a las circunstancias como un guante. En los tiempos de Felipe González -explica Horcajo- la corrupción era un parásito que convivía con la actividad económica. Sin embargo, en la actualidad, la corrupción política genera nuevos negocios y desarrolla sus propios sectores económicos propicios para embolsarse decenas de miles de euros en negocios legales. Surgen así las empresas de energía fotovoltaica, fusiones empresariales teledirigidas desde el poder como los campeones nacionales de la energía…, con sus satélites clientelares que forman un sistema indisoluble en el que receptores y donantes comparten intereses económicos, compromisos políticos y conspiran contra los ciudadanos.
En 50 capítulos que se leen de un tirón, con una prosa ágil y sin artificios, Xavier Horcajo da un repaso a nuestra piel de toro, desde el “caso Astapa”, en Estepona, al Ejido (Almería), con sus billetes en un congelador; Torrejón de Ardoz (Madrid), los fastos de la presidencia de la Unión Europea, la hija de Chaves, el «caso Faisán», las cuentas en Liechtenstein de “honrados” ciudadanos, la persecución del alcalde de Totana (Murcia) que acabó en un Fuenteovejuna del pueblo a favor de su edil; la hípica y las mansiones de Bono, Baltasar Garzón…, y numerosos casos de despilfarro en ministerios como el de Igualdad o sindicatos como UGT o CCOO.
España bajo el gobierno de Rodríguez Zapatero es un nuevo patio de Monipodio en el que truhanes de poca monta o sinvergüenzas de largo recorrido hacen su agosto a la sombra del Boletín Oficial del Estado. Este es el panorama que describe Xavier Horcajo en su libro «El Ungüento amarillo», editado por Homolegenes.
El Ungüento amarillo
Xavier Horcajo
Editorial Homolegens
Págs. 253
Precio: 18€
No doy crédito a lo que leo. Tal vez el periodista de Intereconomía no ha oído hablar de Gurtel, de Camps, de Fabra, sin ir más lejos. De esa cadena puedo creer cualquier cosa, pero me gustaría saber si quienes editan Revista de Arte.Logopress comparten sus opiniones, dado el entusiasta comentario del libro.
por desgracia para unos cuantos, esta cadena es la única que denuncia toda la hediondez que se respira desde la política tal como por desgracia se respira– del caso gürtel, del que aún no se sabe nada en concreto de responsabilidades personales, solo presunciones, ya se han encargado los medios afines al gobierno de hacer sus juicios y condenas, de todo lo que intereconomía denuncia, estos medios tan imparciales, ni una simple noticia entre las deportivas de segunda división. si todo lo que nos informa es falso que denuncien a esta cadena, pero sin usar las malas artes, y además con cargo al erario público como han acostubrado a hacerlo. lo siento, ana, la mierda haila, pero hay cierta zona en la huele peor.
Intereconomía, La Gaceta, Gato al Agua, etc. son medios de información cuyos periodistas son independientes y sin miedos a que les llegue la carta de despido por publicar lo que ven. Los ciudadanos hemos visto el olvido de noticias cuando detrás llevan el aroma del PSOE y no son publicadas por determinado grupo de información afín al PSOE. Pero lo entiendo, necesitan comer. Si no hay diarios independientes no sabríamos nada de nada. Los ciudadanos no tendríamos la percepción de que algo y alguien con poder están manejando las instituciones del Estado. Eso está definido como corrupción institucional y la falta de respeto a la separación de poderes del Estado. Mientras no haya en España un Ministerio Fiscal como es debido, es decir, en defensa de todos los ciudadanos y no de un determinado tipo de ciudadanos, yo no me trago la corrupción que me quiere hacer ver la unidad fiscal-policial de delitos antinosequé con sus mandos ansiosos de promocionarse, totalmente politizados y con un aparatito que llevan usando más de 6 años en una sola dirección, contra unidades donde gobierna el PP. Guardaros vuestras presunciones, indicios y sospechas que no es más que una morralla apestosa que sólo trae alarma social. Una persona es culpable cuando lo diga un Juez. Gracias a periodistas como Horcajo hemos visto todas estas injusticias. Y a la que no se lo puede creer que abra los ojos y mire como se está formando la cosita: el JAG elevado a Comisario por Rubalcaba se encargaría de decir qué políticos son los corruptos, el Ministerio Fiscal jerarquizado dependiendo del Gobierno, el aparatito todo lo oye en funcionamiento, y se quiere que los expedientes no se instruyan por jueces sino por los Fiscales, vamos que también se cargan el derecho a la acción popular, yo me lo guiso, me lo como y qué malos son los del PP.
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