Danza con personajes mitológicos

¿Un Baco de incógnito?

Andrés Merino Thomas

Cada una de las noventa obras de Rubens expuestas conjuntamente en la gran exposición que el Museo del Prado propone a modo de “almacén visitable” (en expresión de su director) puede ser contemplada en estos días con la gran ventaja de lucir en el contexto de una parte verdaderamente significativa de la creación de su autor. El universo del que para muchos fue el mejor pintor flamenco no sólo alcanzó el retrato de grandes monarcas y políticos a los que sirvió, sino centenares de piezas de pintura religiosa, mitológica y paisajismo de igual calidad que adornaron en su tiempo las estancias palatinas de las mejores cortes y residencias y hoy siguen simbolizando la excelencia estética del XVII europeo. Entre las expuestas hemos escogido “Danza con personajes mitológicos”, una tabla fechada entre 1630 y 1635.

La composición trae al frente, dejando a derecha una gran villa y a la izquierda un sendero que se pierde en el bosque, la alegre danza de dieciséis personajes. Aparentemente nos hallamos ante una de las conocidas escenas de aldeanos flamencos que puso tan de moda Pieter Brueguel el Viejo a mediados del siglo XVI, en las que empleaba con tanto acierto los bailes de la literatura clásica pastoral. Pero esta vez, Rubens introduce con maestría seres mitológicos. Le descubrimos fabuloso dibujante de un conjunto que se preocupa por permanecer en movimiento, pero entrelazado, al son de las notas de un sátiro encaramado desde un árbol. Más que tocar una flauta, éste parece bufar extenuado los ritmos descarnados de una bacanal en la que no se necesita vino. Alejandro Vergara, en su guía de la exposición, identifica a la derecha a Baco en el joven que, coronado de hiedra y vestido con su tradicional piel de leopardo, mira a su derecha a una campesina vestida de rojo. Según su interpretación, el otro personaje mitológico, con barba y torso desnudo, también con una corona de hiedra, sería un sátiro. Nos atrevemos a discrepar indicando que éste sí sería el propio Baco: no sólo ha sido ubicado en primer plano, sino que se le ha asegurado la compañía de dos doncellas descalzas, pero ataviadas de un intenso azul, una de ellas mostrando un desprendido seno que sin duda podría ser símbolo de la abundancia de una cosecha recién recogida y, sobre todo, como dios-mito, aparece calzado. Pero ciertamente, la iconografía clásica del dios le incluye con la piel del felino. ¿Qué sentido tiene entonces esta extraña ubicación de ambos personajes?

La danza de Rubens es como su concepción de la vida, del arte. Un acto heroico, un drama, una fiesta, una pasión. En sus pinceladas podemos hallar los valores estéticos de los poetas antiguos, los caminos intransitados de mapas de sentimientos desconocidos y pasiones recorridas a diario. El maestro recrea en cada gesto el poder de convicción de lo bello, que nos constituye en testigos visuales, emocionados, de un quehacer cotidiano o del más sublime acontecimiento histórico o mitológico. En esta ocasión, los protagonistas parecen flotar en un ambiente de sensualidad, quizá el que rodeaba el mundo íntimo del autor que, tras haber quedado viudo, había contraído un segundo matrimonio a finales de 1630. Seguramente fue entonces cuando ya nunca dejó de creer en el poder de las formas y figuras que pintó para influir en el ánimo de quienes contemplaban sus cuadros. No es extraño que triunfase como artista ya en vida. A la muerte de su autor, la tabla fue adquirida por Felipe IV, pasando a formar parte de las colecciones reales españolas e incorporándose posteriormente al Museo del Prado.

“Danza con personajes mitológicos” (hacia 1630-1635)
Pedro Pablo Rubens (1577-1640)

Óleo sobre tabla (73 x 106 cm)

Museo Nacional del Prado, Madrid

 

Exposición “Rubens

Sedes: Museo Nacional del Prado. Edificio Jerónimos. Salas A y B. Madrid

Organiza: Museo Nacional del Prado

Comisario: Alejandro Vergara, Jefe de Conservación de Pintura Flamenca y Escuelas de Norte del Museo Nacional del Prado

Madrid, 5 de noviembre de 2010 a 23 de enero de 2011

Redacción

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