La nicotina deja paso a la cultura en La Tabacalera de Lavapiés

El Centro Social Autogestionado de Lavapiés propone una forma distinta de creación, abierta a todos y gratuita

Desde hace algunos meses, los vecinos del centro de Madrid han visto como la antigua fábrica de tabacos de la calle Embajadores, abandonada hace 12 años, vuelve a estar viva. Sus puertas se han abierto de nuevo gracias a un acuerdo con el Ministerio de Cultura, que ha permitido que los vecinos de Lavapiés utilicen el complejo como centro social y cultural. Bajo el nombre de La Tabacalera, la fábrica se ha convertido en un auténtico hervidero de iniciativas, un espacio de intercambio de ideas y un laboratorio de cultura.

Todo lo que está ocurriendo en La Tabacalera nace de los ciudadanos. “Nosotros queremos hacerlo desde abajo, no desde arriba”, explica Mariví Sonte, responsable de prensa del centro. Y de momento, lo están consiguiendo. Aquí el colectivo está por encima del individuo. Hay  ofertas para todos los públicos, espacio para todo el mundo y la posibilidad de organizar nuevas iniciativas. Y, por supuesto, todo de manera gratuita.

Talleres para todos los gustos
En el CSA La Tabacalera cualquiera puede participar en sus talleres o crear nuevos. Los hay para todos los gustos. De dibujo, carteles, serigrafía, arte urbano, fotografía, cine, música, danza, teatro, percusión. Pero la oferta del centro no es solo cultural. Hay talleres de idiomas, un huerto ecológico, una pista para hacer skate, una tienda gratis (donde cualquiera puede llevar y traer ropa sin coste alguno), un estudio de televisión y mucho más.

Todos los espacios tienen su propio nombre, muchos de ellos están inspirados en la antigua fábrica, como la Sala Ducados, la Sala Fortuna o la Kajetilla. La Nave Central es el patio cubierto más grande de la fábrica y sirve para celebrar conciertos, montar exposiciones o realizar proyecciones. La Nave Trapecio es el almacén del centro donde se guarda todo lo que pueda tener alguna utilidad. Tras el Molino Rojo se esconden los trapecios y arneses del taller de circo y teatro. La oferta es interminable y no deja de crecer.

Exposiciones periódicas
El centro  ofrece también exposiciones de artistas. Actualmente se pueden visitar las muestras de Santi Ochoa “Diseño Rural / Diseño Urbano”, parte de la obra de los artistas que trabajan en el taller de arte El Keller en “Con Muchas Pegas” o “Esto no es Berlín”, de instalaciones efímeras. Toda la información sobre las exposiciones o actividades que se organizan se puede encontrar en la página web. Una buena excusa para darse una vuelta por allí y visitar de paso uno de los pocos ejemplos de arquitectura industrial que quedan en Madrid aún sin remodelar.

La Tabacalera lleva funcionando desde el pasado mes de mayo. Sin embargo, la idea de crear un centro social y cultural que ofreciera prestaciones gratuitas viene de largo. Desde hace años, diferentes colectivos de Lavapiés reivindicaban la posibilidad de utilizar algunos edificios de la zona que estaban en desuso. Así ocurría con la antigua Sala Olimpia o con la fábrica de Galletas Pacisa, que actualmente acogen el Teatro Valle-Inclán y el Teatro Circo Price, respectivamente. Y por supuesto con la fábrica de Tabacalera.

A la antigua fábrica, dependiente ahora del Ministerio de Cultura, también se le dará un nuevo uso: se convertirá en el Centro Nacional de Artes Visuales. Pero mientras el proyecto se aprueba y sale adelante, los vecinos reclamaron el edificio como espacio público, social y de creación. “En febrero de 2010 se corrió la voz de que se quería utilizar la fábrica y la idea fue cuajando”, explican desde La Tabacalera.

Acuerdo con el Ministerio de Cultura
En Semana Santa se llegó a un acuerdo con la Dirección General de Bellas Artes y se firmó un contrato de colaboración. El Ministerio de Cultura cedió 8.200 metros cuadrados (de los 32.000 que tiene el complejo) a las más de 200 personas implicadas en el proyecto en aquel momento, que se comprometieron a dar un uso social y cultural al edificio hasta la fecha fijada en el contrato: el 28 de febrero de 2011.

El proyecto, novedoso en España, es un concepto importado de Alemania, donde nacieron las primeras casas ocupas, de las que bebe La Tabacalera. Sin embargo, “esto no es una okupa” precisan desde el centro social de Lavapiés. “Hay un contrato de cesión del espacio con el Ministerio de Cultura, es algo nuevo con respecto a la administración”, porque no es ilegal, insisten.

Principio de autogestión
La autogestión de La Tabacalera se basa en un principio muy sencillo: el de intercambio. Ya sea de espacios, de conocimientos o de materiales. Todo es bienvenido. Una idea que en principio puede parecer algo utópica y que, sin embargo, está funcionando muy bien aquí. “Hay una desconfianza hacia las iniciativas de las personas, como si fuesen menores de edad, no entiendo por qué”, afirma Mariví Sonte.

Cultura proporcionó 15.000 euros iniciales al proyecto y un grupo de arquitectos vinculado al ministerio evaluó las condiciones del edificio. Tras limpiar y acondicionar los espacios comunes, el centro abrió sus puertas. El único dinero que entra lo hace a través de las cañas de cerveza que se venden en los conciertos. “Ese dinero pasa a un fondo común, y se utiliza para cubrir gastos”, explican. “Aquí nadie cobra nada, todas las personas vinculadas al centro viven de su empleo, ajeno a La Tabacalera”.

Tampoco hay un escalafón establecido. “Cada persona se puede implicar hasta el punto que quiera”, explican. Una vez a la semana tiene lugar una asamblea, donde están representados todos los colectivos y talleres. Allí, se toman las decisiones referentes al centro democráticamente y se atienden sugerencias e iniciativas.  Además, no ha habido ningún problema de convivencia con los vecinos, porque todo el mundo forma parte del proyecto. El centro ofrece prestaciones al barrio de interés público y ha dinamizado una zona, ya de por sí muy dinámica.

Futuro incierto
A menos de dos meses del fin del contrato de cesión, el futuro de La Tabacalera es incierto. Ninguna de las  partes se atreve a aventurar todavía qué ocurrirá. Desde el gobierno, confirman que el proyecto constructivo del Centro Nacional de Artes Visuales ya está entregado y lo único que falta para que comiencen las obras es que se apruebe. Algo que, teniendo en cuenta la situación económica, podría demorarse meses. Sin embargo, Ángeles González-Sinde se muestra dialogante y asegura que “se buscará la manera de que las diferentes fases del proyecto de rehabilitación no afecten al centro social”.

También hay rumores de que el ministerio propondrá a los vecinos de Lavapiés trasladar el centro a la antigua Farmacia Militar, situada en la calle Embajadores. “Nadie nos concreta nada”, afirma Mariví Sonte. “Pero hemos iniciado aquí nuestro proyecto y queremos quedarnos en la fábrica”, sostiene.

Parece que habrá que esperar para saber cómo se resuelve este asunto. Ocurra lo que ocurra, La Tabacalera permanecerá en la memoria colectiva como un ejemplo de convivencia y como una muestra de que la sociedad, a pesar de las dificultades económicas, es capaz de producir ideas, cultura y arte al margen de los canales establecidos. Un auténtico laboratorio de creación abierto a todos y para todos.

Irene G. Vara
Centro Social Autogestionado La Tabacalera
Calle Embajadores, 53
www.latabacalera.net
contacto@latabacalera.net