El viernes 25 de marzo el auditorio 400 del Reina Sofía se dejará invadir por los sonidos del folclore escandinavo
La música popular de los países escandinavos ha sido hasta hace un par de décadas un fenómeno creativo escasamente divulgado y, sin embargo, uno de los crisoles artísticos más interesantes de la Europa nórdica. Hay proposiciones tradicionales como las de Pernille Anker o Folkarit, renovadoras en Alle Moller y Väsen, y experimentales como las de Kimmo Pohjonen o Annbjorg Lien. A ello hay que añadir que algunos músicos recientes hacen síntesis de lo que hicieron sus predecesores, mientras otros rastrean nuevos caminos sonoros buscando la confrontación con elementos musicales encontrados en otros territorios. Este es el caso de esta intérprete de kantele y voces, especializada en hacer que los premios rebosen sobre la repisa de su chimenea, y curtida en tantas aventuras como su edad le permite.
Sinikka Langeland procede de Kirkenaer, una localidad situada en el sudeste de Noruega, donde nació en 1961. Aunque estudió piano y guitarra, su instrumento, en efecto, es ese peculiar cordófono llamado kantele, al que en la vecina Finlandia hace tiempo honraron convirtiéndolo en instrumento nacional. Sinikka no solo lo interpreta, sino que imparte clases para que otros también hagan sonar sus cuerdas con propiedad. Profesores importantes ha tenido la artista en su vida profesional, pero leyendo parte de la bibliografía que sobre ella existe, uno ha querido ver un cariño especial puesto en el tiempo que pasó estudiando en el colegio parisino Jacques Lecoq. Allí Sinikka buscó alternativas para las ideas renovadoras que ya le rondaban la cabeza antes de iniciar estudios de musicología en la Universidad de Oslo.
A estas alturas, hay que decir que, aunque haya nacido en Noruega, el origen de la música de Sinikka Langeland localiza inspiración en la región finlandesa de Karelia, de donde su madre es originaria. Dos grandes iniciativas ocupan ahora su actividad como compositora y como intérprete. De un lado, la música que desarrolla junto a su banda estable, y, de otro, un espectáculo bautizado como “Maria’s song”. En la primera se agrupan dos grandes bloques temáticos; uno de inspiración claramente folclórica y otro de formato y fines exclusivamente jazzísticos. Los dos están extraídos de un hermoso trabajo llamado “Starflowers”, publicado en 2007, y también de “The land that is not”, título que se edita en mayo.
“Maria’s song”, por otra parte, toma como base el repertorio del álbum del mismo título fechado en 2009, y en él la artista recrea parte del mundo sonoro de Johan Sebastian Bach, mezclándolo con piezas escritas por ella misma y diversos anónimos y tradicionales del medioevo. Debido a los particulares requerimientos técnicos que exige la puesta en escena del segundo proyecto, a Ellas Crean viene Sinikka acompañada de su banda con el fin de mostrarnos la calidad del repertorio de “Starflowers” y hacer avance del también mencionado “The land that is not”. Excelente forma de adentrarse en el arte y la cultura de esta intérprete que, pese a no estar reconocida, tiene tras de sí un amplio trabajo de creación en diferentes frentes desde que concluyese su etapa académica en 1992; grabaciones de discos por supuesto, pero también composición de música para poemarios, publicación de ensayos didácticos y también de poemarios, esta vez propios.
Por el carácter multifacético de su trabajo, Sinikka Langeland es la demostración fehaciente de que en el norte de nuestra Europa existe vida inteligente más allá de los fenómenos de Abba y de Stieg Larsson.
Datos de interés:
Sinikka Langeland Group nos acerca al folclore escandinavo
Fecha: viernes 25 marzo
Hora: 19:30 horas
Lugar: Auditorio 400. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Entrada: libre hasta completar aforo
Componentes:
Sinikka Langeland – voz, kantele
Arve Henriksen – trompeta
Markku Ounaskari – batería
Jo Skaansar – contrabajo