Del 5 al 27 de mayo de 2011
Bilbao Arte, Urazurrutia, 32, 48003 Bilbao, Vizcaya
La exposición organizada por la Fundación Bilbao Arte Fundazioa muestra la obra de un grupo muy numeroso de artistas que han participado en el Programa Erasmus Staff Mobility Teaching (STA), con el apoyo del Vicerrectorado de Euskera y Plurilingüismo de la Universidad del País Vasco UPV-EHU, el Bradford College y el British Council. Con la colaboración The Bradford Gallery Yorkshire Craft Centre YCC, Bilbao-Arte y Kultur Leioa.
Artistas: Sinead Alleyne, Amanda Appleyard, Shazia Begum, Helen Birch, Mandy Broadley, Aimee Carter, Stephanie Cullen, Dawn Dixon, Manya Donaque, Rebecca Greenwood, Christine Hinchliffe, Rebecca Hurlstone, Susan King, Matt La Mont, Jason McCalmon, Lisa Normington, Jo Oldfield, Reshma Rahim, Tom M. Rutherford, Noorjan Uddin, Olivia Walker, Catherine Westgarth, Emma Wine, Helen Wood, Keneth Woods, Clara Yus, Nafeesa Zaman, Natalia Albéniz, Leticia Alberca, Xare Álvarez, Eneko Amézaga, Ander Arenas, Tania Argandoña, Naiara Arrieta, María Bawadikgi, Arturo Cancio, José Castiella, Marina Castillo, María Jesús Cueto, Jaime de la Torre, Julia de Luis, Helenca Díaz, Marta Elezcano, Javier F. Paiz, Zuhatz Gorricho, Amaia Gracia, Miriam Isasi, Immaculada Jiménez, Laura Marchante, Carmen Marín, Cristina Miranda, Carmen Palomero, Ester Pastor, Iker Serrano, Leire Urbeltz.
LA BODA
María Jesús Cueto
Departamento Escultura Facultad Bellas Artes Universidad País Vasco
A través del Arte, el hombre ha representado la guerra, el retrato, las costumbres, la caza, la industria, la política, el paisaje natural y urbano,…, ha interpretado el amor, la alegría, la locura, el horror,… Pero a pesar de ello, siempre hay algo que en el arte no se ha experimentado lo suficiente; tal vez la puesta en escena de la boda ó quizás su ceremonia.
La boda puede ser descrita como representación, poesía visual, happening, acción en vivo, performance colectiva,… La boda contemporánea europea ya sea religiosa ó civil conserva parte de los rituales romanos y parte de los rituales de los pueblos de Europa en los objetos, atuendos y ritos que han sido trasmitidos a nuestra cultura a través de la tradición judeo-cristiana.
En el siglo XIX, la Iglesia estableció el rito de la boda y cada religión impone su propio ritual en la ceremonia.
En el trecento italiano, Giotto interpretó ‘La boda de la Virgen’, como temática representativa y perduró hasta principios del siglo del XIX. Durante el Renacimiento, ‘La boda de la Virgen’ fue pintada por Rafael, donde nos presenta una alegoría sobre el casamiento. Veronés representó ‘Las Bodas de Caná’ como un gran banquete en un Palacio Veneciano. Ghirlandaio es el único pintor que en Santa María Novella de Florencia pinta todo el ritual del matrimonio de la Virgen María, utilizando la imagen de la noble Giovanna Tornabuoni. Botticelli interpretó un lujoso banquete nupcial en un marco arquitectónico en plena naturaleza. Pero quizás los dos ejemplos más claros de la boda en el arte son ‘El Matrimonio Arnolfini’ de Van Eyck, que representa a la pareja de frente y de pie, la esposa está embarazada; compone con un alarde de pequeños detalles de vida en común. En el Romanticismo la boda solo era una alegoría del pasado, una representación de la Leyenda. Hugges, nos presenta a una Ophelia vestida de novia, flotando en río suicidada.
Durante el siglo XIX ni siquiera la boda fue fuente de inspiración para los pintores realistas, o impresionistas, sino si lo fue para los pintores Simbolistas, como Marc Chagall, que realizó diferentes versiones en torno a este tema.
En nuestra contemporaneidad la Boda no ha sido fuente de inspiración, pero si lo ha sido para los fotógrafos Lounka & Julius Schon, que realizaron una Performance en plena espacio público de Roma, la plaza de Santa Maria Maggiore en mayo de 2010.
Otro ejemplo irónico es la del artista chino Zhu Yi en una fotografía en la exposición de arte chino de 1998 en Barcelona, sobre un fondo de rosas, el artista viste un vestido largo verde, mientras la novia está a su lado de pie y en paños menores; como foto recuerdo.
La boda en nuestra sociedad tecnológica y globalizante pone de manifiesto lo frívolo y lo banal del ser humano. La boda se ha convertido en una fiesta más, es decir, una imagen en desuso, una forma de glamour que ha perdido su valor intrínseco y espiritual del rito de antaño.
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