Fechado entre 1621 y 1627, el cuadro decoró las paredes de la antesacristía de El Escorial durante décadas, hasta que, con la ocupación francesa, José I Bonaparte quiso llevarse muchas obras de arte pertenecientes a los Reales Sitios. Entre ellas, el lienzo de van Dyck. Tras la Guerra de la Independencia, algunas de las piezas fueron devueltas de Francia. La Virgen y el Niño con los pecadores fue a parar al archivo de la Academia, pero no fue bien catalogado, según explicó su director, José María Luzón Nogué, y se perdió su pista.
La Virgen con el Niño y los pecadores arrepentidos ha sido estudiado y documentado detalladamente por el profesor Matías Díaz Padrón, quien ya en los años 70, cuando realizada su tesis doctoral, apuntó que esta tela podría ser un Van Dyck auténtico y no una copia. Van Dyck trabajó al servicio del Rey de Inglaterra. Sin embargo, con este redescubrimiento se revelan vínculos inesperados del pintor con el mecenazgo español.
La temática de la obra es el arrepentimiento del Rey David acompañado por el hijo pródigo ante María Magdalena, la Virgen y Jesús. Se trata de un tema que simboliza el arrepentimiento y el perdón, un ejemplo del énfasis que la Contrarreforma católica pone en el sacramento de la penitencia.
La gran calidad de su estilo y técnica permite catalogar la obra en el periodo italiano del artista. A nivel técnico, el cuadro muestra unas características que se acercan a Tiziano, distanciándose de la plasticidad de Rubens, su maestro. Vemos una factura vibrante, veneciana, como la carga emotiva que vemos en los ojos de la Magdalena en diálogo con el Niño. Además, el cuadro destaca por su tamaño (127 x 137 centímetros) y por la conservación del contrato original de compra de la obra por parte del Duque de Medina de las Torres, quien se la regaló a Felipe IV.
La muestra que ahora presenta el cuadro al público incluye también otras obras del pintor procedentes de la propia Academia, del Monasterio de El Escorial, de colecciones particulares y del Hospital de la Venerable Orden Tercera de San Francisco. En total, siete telas, seis grabados y un dibujo de Van Dyck, además de dos documentos y seis libros relaciones con el artista flamenco. Los Santos Juanes, El martirio de San Jorge, San Agustín, La Sagrada Familia, Cristo y la mujer adúltera y La Santa Cena son los cuadros que se pueden ver de Van Dyck.
En cuanto a este último, se trata de una de las pocas pinturas realizadas por el maestro flamenco que hay en el mundo sin reparar. Por eso, tras la exhibición, el lienzo será restaurado en los talleres del museo de la Academia, según explicó Luzón Nogue.
Irene G. Vara
Ecos de Van Dyck
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
Del 17 de mayo al 26 de junio
De martes a sábado, de 10.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas
Domingos y festivos, de 10.00 a 14.00 horas
Lunes, cerrado
Visitas guiadas: martes, jueves y viernes, a las 12.00 horas
La Comunidad de Madrid inicia el año expositivo del Museo Centro de Arte Dos de…
El Ministerio de Cultura ha vuelto a batir su récord de inversión en bienes culturales…
El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, presidió la última reunión del pleno de la Comisión…
Los miembros del Patronato de la Fundación, la directora y el equipo del Museo Helga…
El Amazonas, el arte latinoamericano y el descubrimiento de nuevas galerías protagonizarán las secciones comisariadas…
Hace 24 años que se desconoce el paradero de la obra Santa Cecilia que realizó…