El arte contemporáneo vuelve una temporada más a la Abadía de Santo Domingo de Silos con una nueva exposición organizada por el Museo Reina Sofía, donde el color y la escultura son los protagonistas. La artista belga Lili Dujourie ha sido esta vez la encargada de crear una instalación para la sala abovedada del monasterio, en la que la naturaleza sirve como inspiración.
Bajo el título La naturaleza es sabia, Dujourie propone tres conjuntos escultóricos muy diferentes entre sí. En la antesala que precede a la sala expositiva, el espectador se encuentra con Maagdendale, una de las piezas que la artista realizó en terciopelo en la década de los 80. De color verde oliva y granate, los pliegues y fruncidos de las telas crean una escenografía teatral que parece ser un pasadizo hacia lo que hay al otro lado y nos recuerda a los ambientes de las tablas flamencas plasmados por maestros como Van Dyck.
Según explicó la subdirectora del museo y comisaria de la muestra, Lynne Cooke, la artista cuestiona con esta pieza que se relegue lo puramente ornamental a un papel secundario y centra así la atención en lo que antes pasaba desapercibido. Además, “la obra sirve como entrada escenográfica a la galería y solicita la participación del espectador”, aseguró Cooke.
Una vez dentro de la sala, encontramos los otros dos grupos. Por un lado, el conjunto de tres esculturas tituladas Initialen der stilte, naturalezas muertas constituidas por diversos elementos de arcilla cocida, modelados a mano. Las formas asemejan hojas y follaje, vértebras de animales y fragmentos de maceta, y unen lo efímero de lo que representan con lo duradero de un material que el hombre ha utilizado durante siglos para fabricar utensilios.
Flores medicinales
La tercera y última serie de obras, Ballade, ha sido concebida para este espacio de la abadía y se inspira en las flores medicinales que se han cultivado y utilizado en Occidente desde la Antigüedad. Creadas con papel maché, también son naturalezas muertas, y cada una de ellas se basa en la parte de la flor que se utiliza en la farmacopea herbaria.
Durante la Edad Media, los monasterios fueron los lugares donde se salvaguardaron estas recetas y donde se cultivaban las plantas para su elaboración. Precisamente en Santo Domingo de Silos, abadía fundada a comienzos de la Edad Media, se cultivaban este tipo de plantas en su huerto y se realizaban las fórmulas botánicas en la botica del siglo XVIII, que todavía se conserva y que está abierta al público.
La exposición de Lili Dujourie une el arte contemporáneo con esa tradición centenaria y nos invita a visitar la antigua farmacia del monasterio burgalés para completar la visita a la muestra del Reina Sofía.
Irene G. Vara
La naturaleza es sabia. Lili Dujourie
Abadía de Santo Domingo de Silos
Museo Reina Sofía
Santo Domingo de Silos, Burgos
De martes a sábado, de 10.00 a 13.00 horas
Domingos y festivos, de 16.30 a 18.00 horas
Lunes cerrado