Organizada por el Museo Guggenheim Bilbao en colaboración con la Fondation Beyeler de Basilea, la muestra examina la relación entre estos dos pioneros de la escultura por medio de cerca de cincuenta obras; una mirada única a más de un siglo en el desarrollo de la escultura moderna.
Brancusi, nacido en Rumanía y residente en París desde 1904, redujo las formas escultóricas a su esencia, sentando así las bases primordiales para la escultura abstracta. Medio siglo más tarde, el artista estadounidense Richard Serra ha redefinido el efecto de la escultura creando minimalistas piezas de acero que atraen, literalmente, al observador a la obra.
La muestra, concebida conjuntamente por el Museo Guggenheim Bilbao y la Fondation Beyeler y comisariada por Oliver Wick, confronta la obra de estos dos artistas y propone un diálogo abierto entre ellos; ambos artistas han dejado una impronta dinámica en la historia del arte y han cambiado para siempre el curso de la escultura moderna.
La influencia de la obra de Constantin Brancusi es fundamental en la trayectoria de Richard Serra. Entre 1964 y 1965, el artista obtuvo una beca de la Universidad de Yale para estudiar en París donde pasó varios meses visitando a diario la reconstrucción del taller del maestro que había fallecido siete años antes, dibujando, reflexionando e intentando comprender todo aquello que lo rodeaba. El taller de Brancusi, lleno de actividad y de formas tridimensionales, de cualidades espaciales y procesos de trabajo, provocó en Serra un efecto que más tarde describiría como » un manual de posibilidades”.
La obra desarrollada por el escultor estadounidense permite admirar desde una renovada perspectiva el singular estilo escultórico de Brancusi y apreciar sus obras y sus aportaciones pioneras. Además, los volúmenes escultóricos y las galerías irregulares del edificio diseñado por Frank Gehry ofrecen un espacio aparentemente infinito que interactúa, de forma extraordinaria, con la presentación de las obras más significativas de la trayectoria de ambos artistas.
Presencia ideal en el espacio
El concepto de una presencia ideal en el espacio y la cuestión de la esencia de la escultura se abordan en la muestra por medio de nueve esculturas y una nueva serie de obras sobre papel de Richard Serra, ofreciendo un recorrido único por la trayectoria y evolución del reconocido escultor estadounidense durante los últimos cuarenta años.
La selección abarca desde sus piezas tempranas realizadas en caucho y plomo como la seminal Cinturones (Belts, 1966–67) o Castillo de naipes (House of Cards, 1969) hasta sus características esculturas de acero como Circuito (Circuit, 1972), que divide un espacio cuadrado desde sus cuatro esquinas, o 1,2,3,4,5,6,7,8 (1987), que juega con la inversión de la definición de un punto central en el espacio. El tema de la curva es protagonista en las torsiones elípticas y en las torsiones espirales que conforman la monumental instalación La materia del tiempo, un hito escultórico calificado como la expresión más compleja y ambiciosa del lenguaje formal que este artista haya producido en los últimos 25 años. La instalación ocupa la sala 104 ArcelorMittal del Museo desde 2005 y es uno de los elementos centrales de la muestra.
Brancusi-Serra
Del 8 de octubre al 15 de abril
Museo Guggenheim Bilbao
Comisariada por Oliver Wick, Conservador de la Fondation Beyeler
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