Calcografía Nacional, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, presenta una interesante exposición sobre fotografía estereoscópica, una técnica que surgió a mediados del siglo XIX y que se convertiría en el germen de lo que hoy conocemos como 3D. 150 años después, Una imagen de España trae una destacada selección de este tipo de imágenes realizadas por fotógrafos franceses que ilustran la España decimonónica.
La exposición es el resultado de un proceso de investigación llevado a cabo por un grupo de fotógrafos y expertos en estereoscopía de toda España que ha durado más de seis años. Carlos Sánchez y Javier Piñar, comisarios de la muestra, han dirigido este proyecto que ha sacado a la luz “un ingente material fotográfico sobre España, que enseña una antigua y desconocida imagen del país”.
Durante la exposición universal de Londres de 1851 la reina Victoria mostró su fascinación por un visor esteroscópico y, a partir de ahí, el éxito comercial del nuevo invento se extendió por Europa. El artificio técnico se conseguía mostrando al espectador no una, sino dos imágenes fotográficas ligeramente diferentes que habían de ser visualizadas a través de un aparato óptico: cámaras de objetivos doble o desplazable para la toma de dos capturas. La fotografía de paisajes y ciudades se benefició especialmente de esta innovación.
Técnica estereoscópica
La muestra que se inaugura reúne más de un centenar de piezas, entre libros de viaje e imágenes de reconocidos fotógrafos, documentos sobre fotografía estereoscópica y cámaras y visores correspondientes, que dan cuenta del nacimiento de esta nueva técnica óptica.
Además de ilustrar cómo nació esta técnica fotográfica en la década de los 40, la exposición saca a la luz algunas de las primeras fotografías que profesionales franceses realizaron de España. Joseph Carpentier, J. Andrieu o Ernest Lamy captaron imágenes que se difundían posteriormente en Francia y que dieron a conocer la sociedad española en Europa.
Asistimos al surgimiento de la fotografía de viajes en una época, el siglo XIX, en que España se consideraba un destino exótico e ineludible para los artistas. Más que un mercado de venta, nuestro país fue durante esos años un verdadero yacimiento de imágenes que enriquecían el imaginario de los consumidores europeos.
Libros de viajes
La muestra se organiza en varios ámbitos temáticos. En primer lugar, El viaje fotográfico a España, donde vemos la producción de fotografía estereoscópica sobre España en el momento de máximo auge de la literatura de viajes. En un segundo espacio, El artificio y la explotación de la visión espacial, vemos los esfuerzos e investigaciones que dieron como resultado la obtención de la visión tridimensional y su aplicación a la fotografía.
La exposición se cierra con un nutrido repertorio de imágenes elaborado por Carpentier, Lamy y Andrieu y las empresas editoriales de los hermanos Gaudin y Ferrier-Soulier. Imágenes que muestran escenarios del poder político como palacios, puertas urbanas o puertos de mar.
La exposición ha sido organizada por el Instituto de Cultura de la Fundación Mapfre, cuyo director, Alberto Manzano, destacó la importancia de ver un material como el que se exhibe y aseguró que desde su institución “nos centramos en los orígenes de la modernidad, y la fotografía es una manifestación del mundo moderno”.
Irene G. Vara
Una imagen de España
Fotógrafos estereoscopistas franceses (1856-1867)
Del 25 de noviembre al 22 de enero
Calcografía Nacional, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
Calle Alcalá, 13
Comisarios: Javier Piñar Samos y Carlos Sánchez Gómez
Esta exposición es el resultado de una investigación laboriosa llevada a cabo por el equipo formado por Juan Antonio Fernández Rivero, Rafael Garófano, Agustí Moral, Javier Piñar Samos y Carlos Sánchez Gómez. La mayor parte de estas primitivas imágenes de España, desconocidas hasta ahora, constituyen una valiosa aportación a la historia de la fotografía.
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