“Es un periodo de ruptura”, explicó Manuel Borja-Villel, director del museo, durante la presentación a los medios, “en el que el mundo se ha hecho global y aparecen movimientos como el feminismo que serán la base de lo que somos ahora”. La irrupción de las nuevas tecnologías, el avance del consumismo, el inicio de la globalización, Mayo del 68, la muerte de Franco o la transición democrática son algunos de los hitos que marcan esta fase en nuestro país y fuera de él.
En total, unas 300 obras, entre pinturas, dibujos, esculturas, instalaciones, vídeos, fotografías y material documental, repartidos en 2.200 metros cuadrados ilustran este periodo histórico. Además, y tal como explicó Borja-Villel, la mayoría de las obras expuestas se exhiben por primera vez porque son adquisiciones y donaciones recientes. El museo ha realizado un gran esfuerzo para completar los huecos existentes en este tramo de la colección y dar coherencia a su articulación.
En este sentido, han jugado un papel fundamental los depósitos que ha conseguido el Reina a través de distintos acuerdos con artistas y galeristas, y que han permitido llenar huecos con obras que de otra manera hubiera sido imposible adquirir. Destacan los depósitos de Javier Luz, el de Onnash, el de Vijande o el de la Colección Baldessari.
Entre otros, en las nuevas salas se podrán ver obras de artistas como Sol LeWitt, Dan Flavin, Luis Gordillo, Carl Andre, Carlos Alcolea, Carlos León, Esther Ferrer, Concha Jerez, Molero, Alberto Corazón o Nacho Criado.
La época en la que se centra este tramo de la colección supone el cambio definitivo de paradigma respecto a los que se consideraba arte desde el Renacimiento. La idea de autor cambia. Este ya no está en el centro, como ocurría en la modernidad, sino que se proclama su “muerte”. Además se supera la tradicional delimitación del medio en pintura y escultura.
Este nuevo paradigma implica también la contestación radical a un arte entendido como práctica occidental y masculina, con la aparición de voces como el feminismo o el tropicalismo. El minimalismo, el arte conceptual, el arte povera, las prácticas de campo expandido son características de esos años.
Las salas que albergan este conjunto de piezas artísticas se encuentran en el edificio Nouvel, que por fin servirá como espacio expositivo permanente. Se completa así la ampliación del museo. Más adelante se concluirá la reordenación de la colección, con la presentación del cuarto tramo, que también se ubicará en esta parte del centro.
La colección del museo se articula en torno a cuatro ámbitos en función de los momentos clave de la historia del arte del siglo XX y XXI, tanto español como internacional. El primer periodo, que se exhibe en la segunda planta del edificio Sabatini, se extiende a lo largo de las décadas de los años veinte y treinta, y tienen a las vanguardias como eje central. El segundo tramo, presentado hace un año bajo el nombre ¿La Guerra ha terminado? Arte en un mundo dividido (1945-1968), se corresponde con los años cuarenta, cincuenta y sesenta y se puede visitar en la cuarta planta.
Irene G. Vara
De la revuelta a la posmodernidad (1962-1982)
Nuevas salas de la Colección
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
A partir del 30 de noviembre
Plantas 0 y 1 de edificio Nouvel
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