El próximo sábado 4 y domingo 5 de febrero, el Museo estrena la obra “El Gran Inquisidor”, de Fedor Dostoievski, obra cumbre de la literatura universal.

Las entradas ya están a la venta en la tienda del Museo.

El Colegio de San Gregorio fue uno de los centros neurálgicos en la definición de la doctrina católica, uno de los bastiones más firmes de la fe, encomendada a una orden que tenía como objetivo la defensa, el conocimiento y la difusión de la más pura ortodoxia católica: la ordo praedicatorum u orden dominica.

Se entiende, pues, que este Colegio fuera una especie de vivero espiritual de la Castilla renacentista y barroca, y un centro de intenso debate intelectual cuyo alcance superó con creces el hecho puntual de la Controversia de Valladolid.

Varios de los colegiales desempeñaron importantes cargos como profesores universitarios, teólogos e inquisidores: García de Loaysa, Melchor Cano, Bartolomé Carranza, Luis de Granada o Bartolomé de las Casas destacan entre las páginas de la historia del Colegio.

Por todo ello resulta especialmente evocador la recuperación de la obra del novelista ruso Fedor Dostoievski, “EL GRAN INQUISIDOR”, que se presenta en primicia en forma de lectura dramatizada dirigida por Ernesto Calvo.

El Museo marca así el cierre de la exposición Figuras de la exclusión. Miradas desde la imagen religiosa y refuerza su vocación de afirmar su identidad, fundada sobre la historia de sus edificios.

La obra «El Gran Inquisidor»
«El Gran Inquisidor» es un relato en el que Iván cuenta a su hermano Aliosha en la novela Los hermanos Karamazov de F. Dostoievski, en el que narra la llegada de Jesús a la tierra, por segunda vez, en el siglo XVI, a Sevilla, siendo allí encarcelado por la Santa Inquisición, acusado de «alteración del orden publico».

Ya en la celda, el Gran Inquisidor culpa a Jesús de instruir sobre la libertad y la dignidad, cuando estos conceptos, según él, no son dignos de alabar o defender; no son  valores por los que haya que luchar. Por el contrario, la libertad de elección es un yugo, la sentencia más severa posible, cuyo resultado es situar a la existencia humana en un estado insoportable e insufrible.
Este crudo cuento sirve al escritor ruso para enfrentar a Jesús y a su Iglesia en un drama sobre los valores humanos.

Iván, en esta narración, ilustra con cierta ironía la labor que los Grandes Inquisidores de cualquier época, han realizado para facilitar la existencia del ser humano, arrebatándole su libertad de elección y su dignidad, evitando así la posibilidad de equivocación que éste puede cometer en todas las esferas de su vida, ya sean políticas, económicas, sociales, morales, estéticas, lúdicas, etcétera.

Con esta lectura dramatizada, trato de ser fiel a la frase del autor de Crimen y castigo: «La forma dramática es la más cercana a la realidad de la condición humana».
(texto de Ernesto Calvo)

Datos de interés
Lugar: Museo Nacional de Escultura. Capilla
Días: 4 y 5 de febrero, a las 20h
Precio: 8 euros; Amigos del Museo: 6 euros (localidades a la venta en la tienda del Museo en horario de apertura). Reserva en el teléfono 983 250 375 ext. 125

Intérpretes: Carlos Pinedo y Manuel Pérez
Dramaturgia y Dirección: Ernesto Calvo
Música: Sinfonía de los Salmos, I. Stravinski

Con el patrocinio de la SECI-AECID