Coincidiendo con la celebración del 20 aniversario del Museo Thyssen-Bornemisza, el museo pone en marcha una nueva actividad expositiva que, con el título genérico de “Miradas cruzadas”, presentará periodicamente una instalación especial de algunas obras procedentes de sus colecciones. Y para inaugurar el ciclo, el museo presenta la muestra Mondrian, De Stijl y la tradición artística holandesa. Una pequeña exposición que reúne siete obras y que propone un diálogo entre estos artistas.
Se trata de una selección de pinturas del Siglo de Oro holandés, junto con obras de Piet Mondrian y de sus colegas del grupo neoplasticista De Stijl. Esta confrontación permitirá apreciar que, a pesar de la lejanía en el tiempo, existe una proximidad conceptual entre el arte de los miembros de De Stijl y la pintura holandesa del siglo XVII. Elementos como la equilibrada y armoniosa resolución de la composición pictórica o la tendencia a trabajar la superficie de la pintura como un plano pictórico frontal organizado geométricamente con comunes en los dos momentos artísticos.
Paloma Alarcó, jefa de conservación de Pintura Moderna del museo y comisaria de la exposción, destacó precisamente esa intención de “llamar la atención sobre esa especie de continuidad estilística” entre las dos tendencias que tiene la muestra. Y añadió que es una oportunidad de ver juntas piezas que de otra manera nunca compartirían espacio exposiitivo. Así, el visitante tendrá la oportunidad de admirar al mismo tiempo la Retícula de Mondrian o Interior con una mujer cosiendo y un niño de De Hooch.
La pintura holandesa y el Thyssen
La pintura holandesa del siglo XVII constituye uno de los capítulos más significativos de la colección permanente. Además, el Thyssen es el único museo español que posee un conjunto de obras de Piet Mondrian y del grupo neoplasticista holandés.
Holanda representa históricamente un ejemplo de comportamiento cívico y su arte es modelo de sencilles, austeridad y armonía. Precisamente, los artistas de los Países Bajos reaccionaron a conflictos como la tesión entre protestantes y católicos o a los enfrentamiento con España o Frania con una pintura serea, dedicada a la sencilla vida doméstica y la pureza del paisaje.
De igual manera sucedió en las vanguardias holandesas. Durante las primeras décadas del siglo XX, con la Primera Guerra Mundial sobrevolando centroeuropa, Mondrian se fue alejando del cubismo francés, y se acercó la tradición artística holandesa. Así se sentarían las bases ideológicas de De Stijl, grupo que nacería de la colaboración del pintor con Theo Van Doesburg y Bart Van del Leck, y que daría lugar a un nuevo lenguaje del modernismo de la primera mitad del siglo XX.
Como se pretende en este montaje, que además es de acceso gratuito, el desafío del nuevo lenguaje, el juego de planos y líneas sobre la superficie pictórica, no supuso una ruptura tan radical con la tradición y cobra un nuevo sentido al ponerlos en relación con las pinturas de los artistas holandeses del siglo XVII.
Realismo vs abstracción
En la muestra se podrán ver varias obras de Mondrian, junto a piezas de Philips Koninck, Pieter de Hooch, Jacobus Vrel, Van Doesburg y Van der Leck. Una confrontación que pone en evidencia que mientras que el realismo de la pintura holandesa del XVII puede resultar engañoso (ya que se vale de determinadas abstraciones para transmitir ideas morales), la geometría era para los miembros de De Stilj la garantía de una ley natural espiritual.
La intención de “Miradas cruzadas” es potenciar la idea de museo como lugar de conocimiento, dando la oportunidad al espectador de desarrollar un tipo de mirada pausada que pueda despertar nuevas interpretaciones. “Queremos poner en valor nuestros cuadros y que el espectador haga una visita más reflexiva de nuestra colección”, afirmó Alarcó.
Mondrian, De Stjil y la tradición artística holandesa
Del 7 de febrero al 6 de mayor
Museo Thyssen-Bornemisza
De martes a domingo, de 10.00 a 19.00 horas
Sábados, hasta las 11.00 horas
Número de obras: 7
Comisaria: Paloma Alarcó
Entrada gratuita