La Comunidad de Madrid ha iniciado los trabajos de recuperación del castillo de Puñonrostro, en Torrejón de Velasco, del que se conservan la llamada Torre del Homenaje y buena parte de los muros. El Gobierno regional, que ya realizó trabajos de consolidación de la torre, trabaja ahora para salvar el resto de la estructura de la fortaleza, para lo que ha realizado una inversión de 392.779 euros con la ayuda del 1% cultural del Ministerio de Fomento (cada institución aporta la mitad del presupuesto).

En esta primera fase de los trabajos de recuperación de la fortaleza, que se remonta al siglo XV, se está acometiendo además de una intervención arqueológica del recinto interior, las obras necesarias para garantizar la estabilidad formal y estructural de un sector del castillo (desmontaje de elementos con riesgo de desprendimiento y refuerzo de muros).

En este proyecto se ha tenido en cuenta las exigencias de cría y reproducción del cernícalo primilla, especie protegida que anida en los restos del castillo. Para ello, se ha contado con la colaboración de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio del Gobierno regional, y de la asociación protectora Grefa. En concreto, se van a integrar en las ruinas cajas-nido que sustituyen a las vasijas que hoy en día hacen las veces de nido para el cernícalo primilla.

Bien de Interés Cultural del siglo XV

Esta construcción goza de la máxima protección jurídica prevista en la legislación, ya que en 1949 fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento.

Se trata de una construcción defensiva, con una planta rectangular que consta de dos cuerpos: la torre del homenaje y el patio de armas, amurallado y con nueve torres menores adosadas. El conjunto tiene una superficie de 1.518 metros cuadrados.

El castillo surgió en la Baja Edad Media como consecuencia de los conflictos de la nobleza por el control político y económico de las tierras de la zona. Las obras de la fortaleza debieron comenzar entre 1430 y 1465. A partir del siglo XVI el castillo no solo fue morada de sus titulares, sino que fue reformado para servir como residencia temporal de personajes ilustres: Carlos I y Francisco I; y también fue prisión de Antonio Pérez, secretario de Felipe II. En 1775 los condes dejaron de utilizar el recinto como residencia instalando en ella una fábrica de jabones y otra de hilaturas de lana.

Durante la Guerra de la Independencia, las tropas francesas ocuparon el castillo, dejándolo muy dañado a su retirada, con lo que sería el comienzo de un deterioro que llegó hasta nuestros días. En 2002 pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Torrejón de Velasco.