Hoppé fue el prototipo del fotógrafo de éxito, en la línea de contemporáneos como Richard Avedon o Irving Penn. Formaba parte de la élite cultural y artística de la época; tenía acceso a políticos, literatos y a las actrices y actores más populares del momento: todos estaban dispuestos a posar para él.
Hoppé era un retratista reconocido e indispensable, como bien lo acreditan sus fotografías de Georges Clemencau, Ezra Pound o George Bernard Shaw. Pero más allá de esta especialidad, también se preocupó por incorporar a su obra la cotidianidad de las calles. Así, frente al meditado retrato psicológico encontramos también la espontaneidad de la fotografía documental.
El retrato
La exposición se divide en cuatro secciones. En primer lugar El estudio, donde el retrato es el género protagonista. A medio camino entre el pictorialismo ensoñador y el modernismo, optó por concentrarse en el sujeto y, más concretamente, por reflejar su perfil psicológico. La belleza queda siempre en un segundo plano.
En tercer lugar, Los Tipos recoge las fotografías publicadas en Taken from Life (1922) y London Types (1926), libros en los que Hoppé, a diferencia de los retratos presentes en la sección El estudio, va más allá del individuo para captar a aquél que constituye el estereotipo de un grupo social determinado.
Fotografía en la calle
Finalmente la exposición se cierra con La calle. En esta sección encontramos las fotografías que Hoppé publicó en Weekly Illustrated, entre 1928 y 1937 Frente a la reflexión del retrato, prima aquí la captura del momento. En las calles de Londres encontró un espíritu cosmopolita y multicultural que supo interpretar con un fino sentido del humor del que no se escaparon ni los grandes iconos de la ciudad: los bobbys, el British Museum o la arraigada costumbre del té de las cinco.
Hoppé utilizaba una Kodak Brownie escondida en una bolsa de papel (un recurso similar al que años después recurrirán en Walker Evans y Helen Levitt en sus excursiones por el metro de Nueva York), que pronto abandonó por una Leica, más ligera y cómoda, que le permitía reaccionar con mayor rapidez. En la fotografía de calle, el éxito y el reconocimiento social que presiden los retratos ceden ante la experimentación artística que en muchas ocasiones refleja lo excéntrico, lo absurdo e incluso lo grotesco.
Hoppé. El estudio y la calle
Del 7 de marzo al 20 de mayo
Fundación Mapfre
Sala Azca. Avenida General Perón, 40
Entrada libre
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