Entre las huellas que el largo reinado de Felipe V (1700-1746) dejó en la historia de la cultura española figura una interesante decisión que marcó un tricentenario que hoy celebramos. Cuando a finales de 1711, a sugerencia del P. Robinet, el monarca aceptó abrir al públicola Biblioteca regia, no sólo permitió el acceso a ricas encuadernaciones atesoradas durante siglos. Con la creación de la Real Biblioteca pública, que se abrió a los investigadores el 1 de marzo del año siguiente en el entonces Pasaje de la Encarnación (situado en la hoy plaza de Oriente), dio comienzo un impulso decisivo a la difusión del libro en nuestro país. Hoy, el imponente edificio de la Biblioteca Nacional de España, depositario y heredero de aquella, celebra tres siglos de vida con una gran exposición en la que acoge, como no podía ser menos, sus ricos fondos bibliográficos, iconográficos, sonoros, fotográficos… De ellos hemos escogido una estampa con la imponente vista de otro edificio que lleva desde el siglo XVI conservando entre sus muros la que fue primera biblioteca de la Monarquía de España. El hilo conductor al incluir una pieza así es claro: el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, entre sus funciones, incluyó siempre la de ser casa del saber y la ciencia, como fue luego el monumental edificio que sustituyó al primitivo en el Paseo de Recoletos.

Aunque no se trata del primer grabado con una perspectiva general del sueño edilicio de Felipe II, Juan de Herrera, artífice de su consumación, encargó una serie de doce vistas. El afortunado fue Pedro Perret, oriundo de Amberes, pero formado en Italia con Cornelius Cort. El éxito de la serie fue tan grande que en 1619 volvió a realizarse una segunda tirada, algo inusual para la época. Naturalmente, las imágenes aparecen idealizadas. Y así, en el Séptimo Diseño, lo primero que llama la atención es comprobar como la Lonja (la gran explanada que se extiende ante las fachadas principal y norte del edificio) está urbanizada o sutilmente enlosada, cuando abundantes testimonios de la época dan fe de que apenas reunía condiciones para el tránsito de los carruajes, convirtiéndose con las lluvias en un auténtico lodazal. Por otro lado, el denominado Jardín de los frailes, en la primera meseta inmediatamente posterior a la fachada sur del monasterio, aparece un tanto idealizado, así como la Galería de Convalecientes que se extiende para cerrar el conjunto .

Nos hallamos, en todo caso, ante un ejercicio de simetrías compuestas para la admiración de la obra arquitectónica. No importa que resulte imposible la distancia que separa el atrio de la Basílica del comienzo del Patio de los Reyes. Lo importante es destacar la perfecta distribución de espacios. Galerías y patios, cúpulas, torres, ventanas. Una imagen de propaganda, de difusión de esplendor regio a finales del siglo XVI a través de una mezcla de técnica de construcción y escenografía de poder que hoy perdura en quien se acerca a cada uno de sus miles de detalles.

Andrés Merino Thomas

 

A mano alzada /// Como informa Ana Sanjurjo en la correspondiente ficha del catálogo de la muestra, el Séptimo Diseño es la estampa más conocida y reproducida de la serie, y pronto se convirtió en símbolo del edificio. Pero debemos puntualizar que se trata de una perspectiva imposible de la fachada principal. No existe en el monte Abantos ningún punto desde el que pueda tomarse un apunte al natural con tal alzado. Necesariamente, Perret acudió a planos previos y estudios parciales para componer una vista de tan gran armonía y belleza.

 

“El Escorial. Séptimo Diseño, Perspectiva general de todo el edificio” (1587)
Pedro Perret (1555-1625)
Estampa, buril (48,4 x61,4 cm)
Biblioteca Nacional de España
Exposición: “Biblioteca Nacional de España: 300 años haciendo historia”
Organizan: Biblioteca Nacional de España y Acción Cultural Española (AC/E).
Sede: Biblioteca Nacional de España. P. Recoletos, 20. Madrid.
Madrid, 13 de diciembre de2011 a15 de abril de 2012
www.bne.es

1 COMENTARIO

  1. siempre se ha deformado la realidad para poder dar comprensión a lo representado, sin perder por ello esa «realidad», por ejemplo piranesi, si se contempla «la veduta» del exterior de san juan de letrán, parece «más grande» de lo que es realmente. normalmente los arquitectos en nuestras prespectivas de los proyectos, siempre se deformaban «para engañar al cliente» como se decía. -las vistas aéreas tampoco eran inusuales, porque la idea del volumen y espacio está un poco dentro de nuestra profesión, mala cosa sería no tenerla. -piranesi no tenía «un pico avantos» para sus vistas del colosseo y de la columnata de bernini.- ya en los planos de ciudades como el de texeira de madrid, solo los edificios característico de dibujan enteros, el resto de recortan, de manera que la perspectiva no desfigura la realidad de las calles, que es lo imporatante en un plano de ciudad, con ese mismo criterio se confeccionó un magnífico plano de granada de los años setenta(?)

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