El Museo se encuentra inmerso en una importante reforma arquitectónica.

Las piezas se van completando como en un puzle inmenso. De esta forma ya están listas las zonas de trabajo así como las salas de Grecia y Egipto que están listas para recibir sus respectivas obras.

La última restauración

El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte finaliza la restauración de una momia del Museo Arqueológico Nacional

Esta restauración es la última del proyecto de intervención llevado a cabo por el Instituto del Patrimonio Cultural de España en 175 piezas egipcias que se exhibirán en la exposición permanente del Museo Arqueológico Nacional

El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a través del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), ha finalizado la restauración de una momia correspondiente a un hombre de 55 años, de nombre Nespamedu, identificado como un sacerdote de Imhotep el Grande procedente de la necrópolis de Saqqara (Menfis). El conjunto restaurado, un cuerpo vendado y su cobertura de cartón dorado, forma parte de las colecciones del Museo Arqueológico Nacional.

Esta restauración es la última del proyecto de intervención llevado a cabo por el Instituto del Patrimonio Cultural de España en 175 piezas egipcias que se exhibirán en la exposición permanente del Museo Arqueológico Nacional.

Los trabajos de conservación y restauración se han llevado a cabo con un riguroso control de la humedad y temperatura, y han consistido en la limpieza mediante aspiración, el reintegrado de las roturas y pequeñas lagunas con papel japonés o de lino, y el consolidado de las vendas y el sudario cosiéndolas con hilos de seda, además de la cobertura de las zonas más deterioradas con tul de seda.

Esta actuación ha permitido documentar el proceso de momificación que sufrió el cuerpo y que confirma la literatura científica existente, al mismo tiempo que la datación de este conjunto en la época Ptolemaica (332-30 a.C.).

Respecto al proceso de momificación, se ha documentado que el cuerpo del sacerdote fue vendado y recubierto con cera de abeja y resinas aplicadas en caliente empleando las manos, de las que se conservan algunas huellas en superficie.

A continuación con dos piezas de lino se revistió el cuerpo a modo de sudario, además de la cabeza. Finalmente, el cuerpo se cubrió con un cartonaje dorado compuesto por cinco piezas correspondientes a la cabeza, torso, pelvis, piernas y pies, realizadas con fibras de lino encoladas y moldeadas con la forma del cuerpo.

Estudios y análisis físico-químicos previos
Previamente a la restauración se han realizado análisis físico-químicos con técnicas como el estudio radiográfico, la cromatografía de gases y la espectrometría de masas para la identificación de los productos utilizados en la momificación; la microscopía óptica para el estudio de cartonajes y vendas de lino; la microscopía estereoscópica y la cromatografía plana para el estudio de colorantes, y la fluorescencia ultravioleta que ha permitido identificar y datar restauraciones realizadas en el cartonaje a lo largo del siglo XX.