El Círculo de Bellas Artes presenta los últimos trabajos del fotógrafo Manuel Vilariño en una exposición que podrá verse hasta el próximo mes de julio. Mar afuera, que así se titula la muestra, es una selección de imágenes que nos hablan de la existencia o la inexistencia a través del paisaje.
“Estamos ante un universo que es ante todo material, pero también vibración”, explicó Alberto Ruiz de Samaniego, comisario de la exposición. Según aclaró, en las instantáneas de Vilariño no queda muy claro si estamos ante procesos de destrucción o de creación. “El territorio de la mirada de Manuel es ese intermedio, precisamente ese espacio en el que las fronteras no están claras”, añadió Ruiz de Samaniego.
La muerte y el paisaje
Por su parte, el artista, Premio Nacional de Fotografía en 2007, explicó que este trabajo está concebido en torno a la muerte a través del paisaje. “La muerte natural es una idea que apareció en mi obra desde mis comienzos”, aseguró el fotógrafo.
Las fotografías de Vilariño pueden verse como renacimientos incesantes de lo que está en la frontera de la vida. A menudo sus imágenes nos hablan de las mutaciones de una materia que aletea con el impulso de una fuerza dinámica que la domina en su temblorosa vivacidad. Fragmentos de un mundo inclasificable de soledad y silencio, las instantáneas de Vilariño, cargadas de un intenso sentido filosófico, perduran alejadas de generaciones y tendencias. “La fotografía, como la poesía, es una experiencia de conocimiento”, afirmó Vilariño.
En los paisajes que presenta el fotógrafo gallego (una playa, una montaña de lava negra aterciopelada en el norte de Europa, las rocas heladas y los icebergs del polo), la naturaleza se nos abre de esa manera. Esto, que ya estaba muy presente en sus series de sombras aladas, de las que aquí aparecen algunos ejemplos, ahora se reafirma al modo de una poética esencial.
Instantes oníricos
Vilariño nos propone una forma de aproximación que participa, al tiempo, del juego del alejamiento. Su fotografía quiere ser fulgor convertido en hielo. Desea conocer el mundo en el instante mismo de su rapto y su captura. Trabajando desde lo conocido y lo más familiar apunta a una abstracción que es de lejanías y de infinitos. Figurabilidad onírica de la pasión, el deseo y el peligro, de una flotante o errabunda libertad. Pero sin alejarse por ello del calor de un trazo, del resplandor de una mínima llama o el correr del viento con la lava.
Manuel Vilariño (A Coruña, 1952) es fotógrafo y poeta. Su primera muestra colectiva tiene lugar en Ferrol en 1983. Desde entonces, sus fotografías comienzan a recorrer las salas de otras ciudades de España, Europa y América. Sus viajes por India y Etiopía van a determinar algunos de los rasgos esenciales de su obra.
En su trayectoria convive el blanco y negro con el color, en un continuado intento por fusionar valores de la naturaleza junto a aspectos de raíz cultural. Su imaginario se materializa en un panteísmo objetual que oscila entre los extremos de lo religioso y lo profano. Nociones entorno al límite, lo sagrado, lo sublime o la soledad del tiempo en el devenir de la vida y la muerte reposan en las metáforas y símbolos de sus composiciones.
Irene G. Vara
Mar de afuera
Del 17 de abril al 8 de julio
Circulo de Bellas Artes
Sala Goya
Una exposición impresionante , la mejor de la temporada . Enhorabuena !!
El catálogo muy flojo , fatal diseño y reproducciones .
Los comentarios están cerrados.