La exposición  reúne por primera vez el extraordinario tesoro de encuadernaciones conservado en la Real Biblioteca del Palacio Real de Madrid y en las bibliotecas de los monasterios de El Escorial, las Huelgas, las Descalzas y la Encarnación. La muestra «Grandes Encuadernaciones en las Bibliotecas Reales» se compone de uno de los mejores conjuntos mundiales de arte ligatoria.

La importancia de esta exposición radica en la novedad de su planteamiento. A través de ella se muestra la encuadernación como un elemento más del lenguaje de la corte. La encuadernación, al igual que otras disciplinas artísticas, también representa e identifica a la persona o a la institución e individualiza la propiedad como bien inconfundible.

Tres ejes sincrónicos organizan Grandes Encuadernaciones en las Bibliotecas Reales: Procedencias, Funciones y Técnicas decorativas.

Las bibliotecas reales se enriquecen gracias a los ejemplares procedentes de colecciones privadas de los reyes, nobles y eruditos. Los libros coleccionados por las personas reales, tanto nacionales como extranjeras, son otra fuente principal de las bibliotecas reales.

El equilibrio entre las encuadernaciones lujosas y aquellas más comunes es el tema principal sobre el que reflexiona esta exposición. Así, pueden admirarse junto a ejemplares excepcionales, libros infantiles de los hijos de Alfonso XIII y Victoria Eugenia como una magnífica muestra de encuadernación industrial.

Las bibliotecas reales se nutren de los libros  de la nobleza. El conde de Gondomar, embajador de Felipe III en Londres, era propietario de una de las colecciones privadas más importantes de la Alta Edad Moderna, la cual pasará a formar parte de la biblioteca real con ejemplares muy valiosos.

El coleccionismo privado de eruditos y estudiosos también enriquece a las colecciones reales a través de la compra y donación de distintos tipos de libro. Hurtado de Mendoza o Nicolás de Azara representan en esta exposición a estos hombres de letras que contribuyeron a la formación de las bibliotecas reales.

Los conventos reales femeninos son otro aspecto de las colecciones reales. La princesa Juana, la reina Margarita de Austria o Leonor de Aquitania coleccionaron libros personales bajo sus nuevos nombres de religión.

El tipo de encuadernación de un libro permite, junto a otras obras de arte, reconstruir y observar la armonía estética en cada periodo artístico. La encuadernación se corresponde con otros objetos de corte como muebles, textiles o relojes, creando un retrato cultural e intelectual de los monarcas.

Las funciones que desempeñan los libros en la vida de la corte son eje esencial de la biblioteca real. La representación y escenificación de determinadas ceremonias inspiran el tipo y diseño de encuadernación y se refuerzan con el recurso de las marcas de propiedad, escudos y otros símbolos.

Aunque en las colecciones reales no abundan, la encuadernación de pergamino es históricamente mayoritaria. El interés de estas encuadernaciones es muy alto: el estudio de su estructura revela diferencias geográficas, técnicas y económicas y permite reconstruir el largo proceso de un impreso desde el taller de imprenta hasta la librería.

El uso de técnicas decorativas concretas en la encuadernación aporta a los libros un carácter homólogo y diferenciado. Hierros, cortes y papeles o pastas marmolizadas son los procedimientos más habituales. Las bibliotecas reales emplean técnicas decorativas lujosas y diferenciadas para crear la unidad óptica perimetral perfecta. La encuadernación de cámara se aplica por igual a impresos valiosos y corrientes o a manuscritos contemporáneos o históricos. Su contemplación en conjunto les devuelve su pleno sentido. Al admirar algunas de las encuadernaciones regias, se evidencia el esfuerzo de sus artífices por alcanzar un ideal donde reunir la eminencia técnica y el esplendor artístico. Su sentido reside en la función ceremonial y en la representativa.

Los cortes dorados, labrados y miniados son otros de los recursos del enriquecimiento de los libros y, también, una técnica de preservación contra la suciedad. Ofrecen, además, un valor añadido a la función simbólica y a la homologación estilística.

Las encuadernaciones más lujosas de las colecciones reales provienen de los talleres más prestigiosos del momento. Se realizan encargos para los príncipes y reyes a artesanos internacionales que apelan tanto a la fruición mediante el tacto como al deleite visual y representan el lujo en el arte de encuadernar.

Desde Isabel I hasta la Reina Sofía, algunos de los libros que han formado las colecciones privadas de los reyes de España muestran cómo se han ido interpretando sus cubiertas para identificarlos con sus propietarios y acomodarlos a un lenguaje estético preciso y siempre vanguardista.

Grandes Encuadernaciones en las Bibliotecas Reales (siglo XV-Siglo XXI)
Del 25 de abril al 2 de septiembre
Palacio Real de Madrid
Salas de Exposiciones
De lunes a domingos, de 10.00 a 20.00 horas
Entrada: 5 euros
Calle Bailén, s/n
Organizado por Patrimonio Nacional
Comisaria: María Luisa López-Vidriero
Número de obras: 457