Continuando con la celebración de su Tricentenario, la Biblioteca Nacional presenta la exposición El imaginario de Leonardo. Códices Madrid. La muestra se centra en la única obra de Leonardo que se conserva en España: los códices Madrid I y II, guardados en la BNE y que representan un 10 por ciento del total de los escritos de Da Vinci existentes en el mundo.

Además de poder apreciar el interior de dichos códices en toda su profundidad, la muestra permitirá valorar su proceso de restauración, encuadernación y digitalización, realizados por profesionales de la BNE. Los códices Madrid pertenecen al periodo más productivo de la vida de su autor. El número I es un tratado de mecánica y estática, y el II, de fortificación, estática y geometría.

Según Elisa Ruiz, comisaria de la exposición, “se exponen seiscientas páginas salidas de la pluma de Leonardo en su etapa de madurez”. “En ellas hay propuestas recurrentes ultimadas y creaciones de nuevo cuño, una amalgama de ideas fértiles concebidas en forma de imágenes”, añade. La exposición nos permite conocer el imaginario de Leonardo, un hombre que “escribía y dibujaba páginas dinámicas, llenas de ideas, numeradas una a una y con dibujos”.

Leonardo era tan perfeccionista que sufría el síndrome de la obra inacabada, por lo que sus manuscritos denotan una revisión continua. Desgraciadamente, los expertos cifran en un setenta por ciento la pérdida de lo que escribió. La mitificación del personaje se ha centrado en su pintura, pero su mayor aportación es la escritura. En este sentido, los códices Madrid suponen una buena muestra de su caudaloso ingenio.

Valor incalculable
De un valor incalculable, solo existe una obra escrita de Leonardo en manos privadas. En 1996, Bill Gates compró, por más de 30 millones de dólares, un códice de 36 páginas. Lo que puede dar cuenta de la valía de este tesoro que alberga la Biblioteca Nacional, que cuenta con más de 600 páginas.

Leonardo da Vinci, además de ser uno de los grandes pintores italianos, resulta ser el paradigma del genio renacentista, interesado en entender y controlar la naturaleza a través de sus ingeniosos estudios sobre anatomía, botánica, ingeniería, óptica, técnicas artísticas de fundición, urbanismo o cualquier otra disciplina científica.

Todos estos intereses han quedado plasmados en los numerosos cuadernos de notas que se conservan. Los cuadernos de Leonardo pasaron a su discípulo Francesco Melzi, siendo alguno de ellos posteriormente adquiridos por Pompeo Leoni, escultor de Felipe II, quien trajo varios ejemplares a España, donde lamentablemente solo permanecieron dos, los conocidos como Códice Madrid I y II, que fueron comprados por Juan de la Espina y ahora conservados en la Biblioteca Nacional de España procedentes de la Real Biblioteca Pública creada por Felipe V.

Escritura invertida
Entre 2010 y 2011 la Biblioteca Nacional de España estudió en profundidad las características codicológicas y técnicas de tan importantes manuscritos con la extraña escritura invertida de Leonardo, los sometió a una cuidada intervención, practicada después de un exhaustivo estudio de todos los códices de Leonardo conservados, y se procedió a retirar las encuadernaciones que no eran originales.

Se expondrán más de seiscientas páginas realizadas por Leonardo en su madurez. En ellas hay propuestas recurrentes ultimadas y creaciones de nuevo cuño. Todo ello es una amalgama de ideas fértiles concebidas en forma de imágenes. No hay un propósito de elaborar un tratamiento sistemático de temas, sino un deseo de plasmar cuantas ocurrencias, en el sentido etimológico del término, acudían a su mente. La posibilidad de conocer el flujo de un pensamiento salvaje y genial en versión autógrafa es una ocasión única en la historia de la cultura occidental.

El imaginario de Leonardo. Códices Madrid de la Biblioteca Nacional
Del 28 de mayo al 29 de julio
Biblioteca Nacional de España
De martes a sábados, de 10.00 a 21.00 horas.
Domingos y festivos, de 10.00 a 14.00 horas
Lunes, cerrado
Entrada gratuita

1 COMENTARIO

  1. He estado en la exposición, pero me ha decepcionado.

    No Leonardo y sus ideas prácticas, ni lo bellos dibujos en los que las plasma, que siguen fascinándome, sino la incapacidad de los que han gestionado esta muestra para añadir la transcripción de los textos manuscritos de Leonardo, acompañando presentación de los mismos.

    Ni son seiscientas páginas las que se exponen, ni conseguimos enterarnos de nada de lo que escribe Leonardo en esos manuscritos de escritura invertida.

    Así que esos «pensamientos más desconocidos» lo siguen estando. Una ocasión devaluada.

    Me temo que la exposición se ha preparado con demasiadas prisas…

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