Silla 40/4
Fabricada en Dinamarca desde 1962 por HOWE, su nombre nace por ser un diseño que permite apilar 40 sillas en 4 pies de altura (120 cm ). La creó el diseñador industrial David Rowland en 1964 como proyecto de su escuela, la Cranbrook Academy de Chicago, donde estudió junto a Charles Eames y Florance Knoll. Se han producido desde entonces más de 8.000.000 de unidades de esta silla.
En HOWE dicen que si las cosas se hacen bien, basta con hacerlas una sola vez. A día de hoy, su funcionalidad en el apilado, en combinación con su comodidad, no ha sido superada.
La pieza está considerada como un clásico, que ha servido de modelo a infinidad de copias. Ahora bien, sólo HOWE garantiza la silla por diez años y fabrica el modelo original en Europa.
Lo que hace excepcional su diseño, exponente de la escuela «bauhasiana», es la supeditación del mismo a su función. Su forma es sencilla, limpia, bella, cómoda, con multitud de acabados y económica (170€).
La 40/4 es una opción interesante a la hora de comprar una silla, habida cuenta además de que HOWE ha desarrollado mesas y pupitres plegables y apilables como complemento. La familia de piezas de la 40/4 facilita la labor de desocupar espacios de una forma rápida y solo por una persona. Su diseñador imaginó espacios de trabajo y estudio más libres.
Es una colección de sillas que la diseñadora española Patricia Urquiola realizó para Moroso en 2002. A partir de un concepto abstracto, la autora ha creado un objeto de diseño moderno con apariencia de estar inacabado, si bien sus formas han sido suavizadas o pulidas a la manera de lo que ocurre con los objetos que permanecen durante mucho tiempo olvidados en las playas. La asimetría de la pieza constituye un juego de equilibrio entre la forma y la función, sin perder de vista la búsqueda de unas proporciones ideales.
Española de nacimiento y milanesa de adopción, Patricia Urquiola se ha formado con los grandes maestros del diseño del siglo XX. Fue asistente en la Universidad de Achille Castiglioni y Eugenio Bettinelli, y trabajó después con Vico Magistretti, Magdalena de Padova y Piero Lissoni. Con Patrizia Moroso desarrolló un nuevo concepto de silla flexible y cambiante, que es fruto de combinar la sensibilidad y el talento de la creadora con la experiencia artesana de la compañía.
Redonda uno
Su nombre auténtico es PPMøbler 501, pero su creador, Hans J. Wegner, se refería a ella como «La redonda uno». Es, sin duda, una de las más famosas piezas de mobiliario danés – y ciertamente la más significativa y marcadamente danesa– .
En su propia modestia y simplicidad, reúne toda la esencia del tradicional trabajo de la madera y la filosofía del diseño danés. Y es definitivamente la obra más importante de Wegner.
La presentación de la versión tapizada de la Round Chair en 1950 llamó la atención de la revista americana de diseño y arquitectura Interiors , que se refirió a ella como «la silla más bella del mundo» y aceleró el despegue internacional del diseño danés.
Incluso Wegner quedó impresionado por su propia creación : “podría haberse hecho hace cientos de años. No hay nada nuevo aquí”, manifestó en varias ocasiones refiriéndose a su fabricación básicamente tradicional.
Cuando John F. Kennedy y Richard Nixon se reunieron en el primer debate electoral televisado, se sentaron en la Round Chair, elegida para la ocasión principalmente por su confort y su genuina calidad.
Realizada en Dinamarca, fue enviada por barco a los Estados Unidos para jugar un importante papel en este histórico acontecimiento. Con el tiempo los americanos le dieron un nuevo y contundente nombre: “La Silla”.
Diseñado en 1958 por Arne Jacobsen para el Hotel Royal de Copenague, aún hoy es fabricada por Fritz Hansen. Jacobsen es, sin duda, uno de los más importantes e influyentes arquitectos y diseñadores daneses de los años de postguerra. Su producción es de un modernismo que raya la perfección y que se recrea en los detalles. Sus diseños se erigen en iconos intemporales, lo que les dota de una elegancia convertida rápidamente en clásica. Sus sillas Huevo y Cisne han adquirido fama mundial, lo mismo que su cubertería AJ, que merced a su diseño futurista fue elegida por Stanley Kubrick para su película “2001. Una odisea en el espacio”.
Ninguna persona ha tenido tanto éxito como Le Corbusier y Mies van der Rohe a la hora de construir sistemas completos, que abarcaran urbanismo, arquitectura y mobiliario. La concentración de su ideario estético y funcional está tan presente en cada una de sus piezas, que es inevitable reconocer la filiación de cualquier fragmento por separado. Cada uno de los dos creadores tenía una noción perfectamente clara del tipo de ciudad que deseaba instaurar. Por eso, no es ninguna exageración decir que la ciudad pensada por Mies van der Rohe está implícita en la silla Patin, como se encargó de apuntar Peter Smithson en 1958 en las páginas de Architectural Review.
Mies van der Rohe diseñó la parte delantera del bastidor como un gran arco de tubo de acero templado, lo que dota a la silla de una comodidad y elasticidad permanentes. Su presentación en 1927 en la urbanización de viviendas unifamiliares Weißenhof (Stuttgart), supuso la constatación de una ruptura con el modo de hacer funcional y sencillo que había caracterizado el diseño de muebles hasta entonces. En la estética intemporal de esta silla se percibe claramente la firma inconfundible de su autor. El bastidor es de tubo de acero cromado, mientras que el asiento y el respaldo están trenzados de mimbre.
Datos de interés:
Exposición ROYALTIES.
Mobiliario de Maestros de los siglos XX y XXI.
Del 23 de mayo al 8 de junio.
Colegio de Arquitectos de Madrid (C/ Hortaleza, 63. Madrid)
De lunes a viernes, de 9.30 h. a 20.00 h.
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