A este designio responde el libro del profesor Gallego, profesor de Teoría y Filosofía del Derecho en la Universidad San Pablo-CEU, que en su continua labor de relectura y actualización de la tradición jurídica y política clásica, ha puesto el foco en una figura: la de Sir Edward Coke, poco o nada estudiada en la dogmática jurídica española, considerado, sin embargo, uno de los puntales, inspiradores y artífices del, otrora magnífico y ahora herrumbroso, edificio institucional inglés.
La constitución política inglesa funcionó durante más de trescientos años en una suerte de régimen mixto compuesto por los equilibrios de poder existentes entre la Monarquía, las cámaras de los Lores y de los Comunes en combinación con la aplicación del Common Law. Sir Edward Coke, hombre de leyes (abogado, fiscal y juez de la época), vivió los agitados años de la era Isabelina y sus sucesores estuardos y percibió con claridad que en aquel momento convulso de creación de los grandes estados nacionales, las viejas libertades políticas procedente de los parlamentos medievales se hallaban comprometidas ante la emergencia de poderes (fundamentalmente, el poder Real) que pugnaban por no ser controlados al amparo de las teorías políticas en boga y que la decisiva batalla por esas libertades lo era también por un status político, social y jurídico enraizado en la mejor tradición de Occidente y en la autoridad de sus mayores.
Bajo el amparo de dos principios, autoridad y razón, Sir Edward Coke plantó batalla al incremento omnímodo del poder real a través de la defensa de las prerrogativas de las cámaras en su condición de miembro de la Cámara de los Comunes, y sobre todo mediante su labor como magistrado, difundiendo y consolidando el Common Law que bajo su praxis supuso un elaborado antídoto ante las tentaciones reales de despotismo, pues la ley se definía como un acto de razón, bajo el auspicio y reconocimiento de la Ley natural y con el refuerzo de una costumbre, expresión y hallazgo de la sabiduría de sus mayores ratificada por una experiencia continuada.
La singularidad de Coke radica en que su defensa, de lo que en palabras de nuestro Jovellanos, constituyó la Constitución Histórica inglesa (Ancient Constitution) a diferencia de otros ilustres defensores de sus respectivas constituciones históricas frente al despotismo, veáse Cicerón o posteriormente Montesquie, Sir Edward triunfó y consiguió su propósito de preservar el mejor legado político de sus mayores dando lugar a un largo y fructífero periodo de fortaleza institucional, política y jurídica, que sólo ha podido ser socavado muy recientemente, cuando los equilibrios del régimen mixto inglés se han desnaturalizado y resultan ya irreconocibles o faltos del vigor de antaño.
El llamado ineludible de esta obra, subraya que la lucha por la limitación del poder, en este caso la de los estados elefantiásicos de nuestro presente, sigue siendo una cuestión candente e ineludible para toda sociedad que quiera ser verdaderamente libre y que esta lucha requiere, claro, del uso de una recta razón y una continua inspiración en nuestra mejor Tradición.
César Utrera-Molina Gómez.
Abogado y colaborador de la Fundación Burke
(www.fundacionburke.org)
Datos de interés:
Título: Common Law. El pensamiento político y jurídico de Sir Edward Coke
Autor: Elio Gallego García
Editorial: Encuentro
Año: 2012
204 páginas
13×22.
ISBN: 9788499201290
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