“Madrid subterráneo” responde a la pregunta de ¿qué hay bajo los pies?, a la curiosidad por saber qué hay bajo la línea del suelo de Madrid, saber si lo que hay debajo es un negativo invertido de todas las construcciones de la ciudad o simplemente una base, unos cimientos y un espacio para cobijar las infraestructuras necesarias para el funcionamiento de la ciudad en superficie.
Este libro desvela por dónde pasan las canalizaciones, a qué profundidad, qué tamaño tienen, si se encuentran con cimientos, ruinas, obstáculos naturales, ríos… Los subterráneos de Nueva York o Londres están bien documentados.
Pero hasta ahora no existía nada sobre Madrid. Ha sido Lara Almarcegui, una de las artistas más importantes y reconocidas de nuestro país, quien ha dado cuerpo a este libro, un trabajo que complementa a una exposición, y que es fruto de una profunda investigación sobre los distintos tipos de construcciones e infraestructuras que pueblan el subsuelo que pisamos.
Hasta el 28 de octubre se puede visitar la exposición Madrid subterráneo en el Centro de Arte 2 de Mayo de la Comunidad de Madrid, en Móstoles. Una muestra enmarcada en el Festival Internacional PhotoEspaña 2012. Para abrir boca, nada mejor que el libro que lleva el mismo título y que edita Ediciones La Librería.
Madrid Subterráneo
De algún modo, el suelo de Madrid parece representarse en forma de roca sólida, cuando en realidad es de arcilla y arenas empapadas de agua, lo que ha facilitado que se haya excavado desde muy antiguo y hoy esté repleto de túneles y canalizaciones. Todo el centro de Madrid, con sus vértices en el Palacio Real, las Descalzas Reales y la Puerta del Sol, está comunicado por vías subterráneas: como lo describe Carlos Fresnada, «Madrid es un descomunal hormiguero».
Bajo Madrid hay una red de alcantarillas, de túneles, de galerías de más de 4.500 kilómetros lineales que permite la circulación del metro, el sumistro de agua, de luz, de gas y de telefonía. El firme de la calle se ha venido abajo debido a estos huecos subterráneos: han aparecido socavones que se tragan coches, árboles y peatones, como cuando el 11 de abril de 1976 la calle de León se hundió e hizo caer a un hombre hasta doce metros bajo tierra. En las zonas de mayor complejidad de su entramado, como Cuatro Caminos, Sol o avenida de América, se entrecruzan galerías de servicio, la red de metro y túneles destinados al tráfico rodado, articulados en niveles superpuestos en no más de treinta metros de profundidad. Pero los túneles siguen avanzando, como las recientes obras de soterramiento de la M-30 o las nuevas líneas de metro, o enterrando estructuras a cada vez mayor profundidad, como los cimientos de las Cuatro Torres. Además, cada vez que se excava para una nueva obra, aparecen más restos enterrados, descubrimientos como los remotos silos árabes en el casco histórico de la ciudad o los más recientes urinarios públicos descubiertos en los ochenta en Atocha a varios metros bajo tierra.
Qué hay bajo los pies; Qué hay al otro lado de la línea del suelo de Madrid, saber si lo que hay debajo es un negativo invertido de todas las construcciones de la ciudad o simplemente una base, unos cimientos y un espacio para cobijar las infraestructuras necesarias para el funcionamiento de la ciudad en superficie. Por dónde pasan las canalizaciones, a qué profundidad, qué tamaño tienen, si se encuentran con cimientos, ruinas, obstáculos naturales, ríos. Mientras que los subterráneos de grandes ciudades como Nueva York o Londres están bien documentados en publicaciones, en Madrid no se encuentra nada parecido. Para poder llevarlo a cabo este libro, ha sido necesario limitarse al término municipal y contar con la ayuda de investigadores profesionales, que localizaron solo un artículo general de una revista de arquitectura de 1992, 8 planos de Madrid Subterráneo, que reproduce planos que sirven para localizar las canalizaciones cada uno de una infraestructura diferente. Con este libro, por el contrario, no se pretende presentar un plano, sino realizar un corte, una sección, un recorrido vertical hacia el fondo de la tierra que permita visualizar las diferentes profundidades. Esperando que al leerlo se pueda decir: bajo el suelo hay quince centímetros de hormigón, cables y tuberías de distribución a unos dos metros, redes de alcantarillado a seis, ocho y diez metros, atravesando todos el grosor de escombros y capas de residuos históricos y viajes de conducción de agua; y, a cientos de metros más abajo, el acuífero de Madrid, un enorme paso continuo de aguas subterráneas.
También de forma diferente a la Revista de Arquitectura y a muchas otras revistas de Fomento de donde se ha extraído la información para poder escribir este libro, no se trata tanto de subsanar, corregir, mejorar o criticar las visiones, sobre aspectos más concretos y promenorizados, dadas hasta el momento, sino por el contrario ofrecer un trabajo realizado a partir de una mirada desde su propia fascinación por los subterráneos: una mirada que espera responder a ese deseo de visualizar ese corte que lleva bajo tierra, seductor aunque improbable y, desde luego, oscuro.
Un subterráneo puede corresponder con una galería que acoge infraestructuras, pero también con una mina, un almacén, un teatro, una carretera, un aparcamiento, un archivo o, incluso, una vivienda. Al final, la pregunta acerca del por qué excavar un espacio o una ciudad subterránea es una cuestión banal: tantos motivos hay para construir un espacio excavado como un espacio que crece en altura en superficie. Hay tantas posibilidades de emprender construcciones subterráneas como espacios sea capaz de ofrecer la ciudad para albergar a sus más de tres millones de habitantes.
Datos de interés:
Libro: Madrid subterráneo
Autor: Lara Almarcegui
Editorial: Ediciones La Librería
ISBN: 9788498731804
Formato: 14×22 cm
Páginas: 184
Precio: 12,50 €
Saber más:
Exposición de Lara Almarcegui. Madrid Subterráneo…
Del 28 de junio al 28 de octubre
Centro de Arte Dos de Mayo http://www.ca2m.org/
Avda. Constitución 23
28931 Móstoles, Madrid
T (+34) 91 276 02 21