La Dirección General de Patrimonio Histórico ha seleccionado 105 puentes municipales por los que no pasan líneas de tren ni carreteras principales, pero que están ligados a vías pecuarias o al senderismo.
El Puente de la Marmota es uno de los primeros que se está restaurando gracias al plan de actuación sobre puentes históricos que ha puesto en marcha la Comunidad de Madrid y que comprende 105 puentes situados en rutas de senderismo y cicloturismo fuera de la capital con el objetivo de recuperar estos elementos del patrimonio histórico y apoyar dichas actividades de ocio y turismo.
Todos los puentes del plan tienen más de 100 años y, por tanto, están protegidos por la Disposición Adicional Segunda de la Ley 10/1998, de 9 de julio, de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid. Entre ellos hay dos declarados Bien de Interés Cultural -BIC- (Puente de Herrera sobre el río Guadarrama en Galapagar y Puente Romano sobre el río Jarama en Talamanca), y cuatro están en una zona declarada BIC, la Calzada Romana que va desde Cercedilla hasta el Puerto de la Fuenfría (puentes del Molino, de la Venta, del Descalzo y de En medio).
Cada uno de los puentes analizados constituye una respuesta concreta a una época, a unas necesidades y a unos condicionantes del entorno y son en sí mismos un testimonio de otras épocas, un legado histórico de gran interés y un amplio repertorio de materiales y soluciones, constructivas y estructurales.
Plan a largo plazo
Con esta relación de puentes históricos, la Comunidad de Madrid ha establecido un plan a largo plazo dividido en cinco fases para proceder a su restauración, proceso que tendrá en cuenta la integración del puente en el paisaje y la ruta de interés histórico, cultural y deportiva en los que se encuentre. En la primera fase figuran 28 de los 105 puentes y, de hecho, ya se ha intervenido en el Puente de la Marmota; se ha finalizado la recuperación integral del Puente Romano de Talamanca y del Puente Mocha o Romano de Valdemaqueda), y se han comenzado los trabajos preliminares para abordar tres más (Puente del Batán en Colmenar, Puente junto a Monasterio en El Escorial, y Puente de Contrabandistas en San Lorenzo de El Escorial).
La primera fase de las rehabilitaciones se centrará, sobre todo, en los puentes que se encuentran en torno al Camino de Santiago en Madrid (GR-124) y en los municipios por los que discurre el Sendero Europeo E-07 que enlaza Lisboa y Constanza -GR-10 (E-07)-, cuya longitud aproximada en la Comunidad de Madrid asciende a 150 km. Ambos senderos constituyen dos importantes vías de conexión con el resto de municipios, provincias de España y con Europa, además de discurrir por ámbitos de especial interés, como son zonas protegidas, municipios con historia…
Las obras que deberán acometerse varían bastante de unos a otros, ya que los hay de prácticamente todas las épocas, desde la era romana (Puente Romano de Talamanca de Jarama) hasta el siglo XX (Puente de Hierro de Mejorada del Campo); están hechos de todo tipo de materiales, desde la piedra al hierro pasando por el ladrillo, y además no todos presentan el mismo estado de conservación (de hecho, en torno a una tercera parte está en un buen estado).
La Comunidad de Madrid ha culminado los trabajos de restauración del Puente de la Marmota en colaboración con el Ejército. El histórico puente, de tres siglos de antigüedad, está situado en el límite del término municipal de Madrid (Monte de El Pardo) y los municipios de Tres Cantos y Colmenar Viejo. La actuación se engloba en el Plan de Restauración de Puentes Históricos que ha puesto en marcha el Gobierno regional y que durante los próximos años prevé intervenir en 105 puentes con más de 100 años de antigüedad.
La Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad ha invertido 50.000 euros en la limpieza del puente, eliminando arena y vegetación, y la consolidación de algún sillar removido. También se han ejecutado drenajes de evacuación para evitar que la superficie del puente se llene de tierra procedente de los caminos que acceden al mismo. Dichos trabajos garantizan así el paso seguro de los senderistas y ciclistas que frecuentan la zona.
Debido a lo escarpado del paraje y a que el puente se encuentra dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, un helicóptero del Ejército ha colaborado en la operación durante la primera quincena de septiembre. La nave ha transportado por el aire la excavadora usada en la operación y, posteriormente, las decenas de sacas que se han llenado con la arena y la tierra que tapaban el puente hasta ahora.
Los trabajos se han realizado respetando el hábitat de la fauna de la zona, donde pueden verse especies como nutrias y la cigüeña negra, a las que no se puede molestar durante la época de reproducción y nidificación. Por eso, se ha escogido los primeros días de septiembre para intervenir.
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