Egon Schiele es una completa aproximación al universo creativo de uno de los artistas más significativos del siglo XX a través de un centenar de dibujos, gouaches, acuarelas y fotografías, procedentes de la Albertina de Viena, una institución que cuenta con una de las mayores colecciones históricas de obra gráfica del mundo entre la que se encuentra la colección más importante de obra en papel de este gran expresionista austriaco.
Una perspectiva única de la evolución estilística de Schiele a lo largo de una intensa década de producción, interrumpida por su temprana muerte a la edad de 28 años, que enfatiza el papel decisivo que ha tenido la obra gráfica de este artista en su aportación a la historia del arte y, en definitiva, a su consolidación internacional.
Desde su producción temprana realizada durante su formación en la Academia de Viena, pasando por aquellas obras en las que la influencia de Gustav Klimt y el Modernismo vienés están más presentes, hasta los trabajos de sus últimos años de ruptura con el naturalismo, con un radical tratamiento del color y nuevos y desconcertantes motivos como el desnudo erótico explícito o los retratos de niños, Egon Schiele es un recorrido único y apasionante por la obra de un artista que ocupa una revolucionaria posición en la historia del arte.
Pese a su corta vida y a los poco más de diez años de actividad artística autónoma (1908–1918), Egon Schiele dejó tras de sí una obra sorprendentemente rica que comprende, sin contar sus cuadernos de bocetos, más de 2.500 obras sobre papel y más de 330 pinturas sobre madera o lienzo. Al contrario, por ejemplo, que Gustav Klimt (1862–1918), que únicamente hacía dibujos a modo de bocetos o borradores para sus pinturas Schiele da a sus trabajos en papel la categoría de obras de arte. De hecho, sus dibujos constan de una mayor libertad y expresividad que su obra pictórica.
Egon Schiele desarrolló una forma muy personal y característica en la utilización decorativa de las superficies planas o las fluidas líneas ornamentales del estilo de la Secesión vienesa. El expresionista lenguaje corporal, los gestos y la mímica responden a la influencia de la fotografía documental de medicina que documenta la histeria en mujeres, pacientes del doctor Jean-Martin Charcot de La Salpêtrière en París o la inspiración por parte de la fotografía erótica del estudio de Otto Schmidt. En su obra, el artista austriaco devuelve al desnudo femenino y a otras temáticas como el cuerpo enfermo o la desintegración patológica de la personalidad, un nuevo y diferente protagonismo en el arte. Otras influencias presentes en la obra de Schiele son la Teosofía y el espiritismo, junto a las fotografías de fantasmas como evidencia de la propia mortalidad. Ejemplo de ello son las aureolas blancas que rodean muchas de sus figuras como “luz que emana de los cuerpos”.
Los inicios y el abrazo del Modernismo Vienés
Pese al constante empeoramiento de la situación financiera de la familia y su fracaso escolar, Egon Schiele fue admitido en la famosa Academia de Bellas Artes de Viena, el centro de formación artística más distinguido del reino con tan solo dieciséis años de edad.
La Viena de finales del siglo XIX, una ciudad elegante y aristocrática, económicamente pujante y llena de vida, vivió en los años previos a la Primera Guerra Mundial un apogeo cultural sin precedentes.
Sigmund Freud, Gustav Mahler, Ludwig Wittgenstein y Gustav Klimt son solo algunos nombres de los muchos que hoy en día gozan de fama mundial.
Lleno de curiosidad y fascinación, el joven Egon Schiele se mantenía atento a toda esta ebullición cultural. En la Academia recibía una sólida formación, por ejemplo en el dibujo de la anatomía humana, pero cada vez le desagradaba más su conservadora concepción del arte y el anticuado estilo historicista de la “época de la Ringstraβe”.
Aunque las primeras obras de un Schiele estudiante son fundamentalmente paisajes, pronto se manifiesta su interés por realizar autorretratos, una temática inusual en la época. Pese a su temprana edad algunos trabajos de estos primeros años presentes en la muestra como Autorretrato, 1906 o Autorretrato con banda en la cabeza , 1909 permiten observar cómo el artista comienza a apartarse poco a poco de las enseñanzas academicistas, abrazando los conceptos modernos inspirados por la “Secesión”, la variante vienesa del Modernismo internacional, encabezada por Gustav Klimt, como el uso de fluidas líneas ornamentales. La influencia de Gustav Klimt puede apreciarse en cuatro delicados bocetos para postales que nunca fueron impresos y que se exhiben conjuntamente. Entre ellos destaca Dos hombres con nimbos , ca. 1909, en el que Schiele se representa a si mismo vestido de negro.
Un buen ejemplo de la huida del academicismo es uno de los primeros y más bellos desnudos de esta primera época: Desnudo femenino reclinado, 1908, en el que una figura femenina reposa en una postura semi-inclinada consiguiendo que el ritmo de la obra fluya irresistiblemente.
Una serie de retratos realizados entre 1909 y 1910 como Retrato del pintor Anton Faistauer, 1909 o la magnifica acuarela El violonchelista, 1910 revelan ya el estilo inconfundible y propio del artista en estos años y, aunque mantienen algunos elementos característicos del Art Nouveau, anticipan ya el típico lenguaje corporal expresionista propio de un Egon Schiele que, por un lado, perfila la figura y, por otro, lo omite el objeto adoptando perspectivas inusuales, en un perfecto equilibrio entre la imitación realista y la abstracción más pura.
Primeros éxitos y la cárcel
A partir de 1910, comienza un período creativo y sumamente fecundo en el que artista crea una serie de retratos de niños caracterizados por un crudo y natural realismo que se encuentran entre los más conmovedores de todo su trabajo como Tres chicos de la calle , 1910, Muchacha desnuda de cabello negro, 1910 o Muchacha desnuda sentada , 1910. La obra del artista austriaco libera la representación erótica del desnudo de las ataduras de la caricatura o de la fotografía pornográfica eliminando el histórico antagonismo entre lo bello y lo feo y dotando a este género de un nuevo y diferente protagonismo en el arte.
En 1911 Egon Schiele, junto con su joven compañera y modelo, Walburga “Wally” Neuzil (1894–1917), se muda a Krumau, actualmente Český Krumlov —lugar de nacimiento de su madre—, una pequeña ciudad medieval de la Bohemia Meridional llena de rincones pintorescos en busca de una vida más calmada y tranquila que en Viena.
Sin embargo, pese a que hoy en día debe buena parte de su fama a los paisajes urbanos de Krumau pintados por Schiele, el “amancebamiento” del artista y el uso frecuente de niños y jóvenes como modelos choca frontalmente con los valores de esta conservadora localidad y el artista se ve abocado a abandonar este lugar. Posteriormente, junto a “Wally”, vuelve a mudarse al campo, en esta ocasión al municipio Neulengbach, a 35 km al oeste de la capital.
Poco a poco Schiele empezó a ser conocido en los círculos artísticos y, en 1912, participó en exposiciones no solo en Viena, sino también en Budapest y Múnich. Sin embargo, es en abril de ese mismo año cuando su vida da un giro al ser detenido y llevado a la prisión de Neulengbach por el secuestro de una menor de edad, la hija de un oficial de la marina. Pese a que acusación resultó infundada, el artista fue acusado de “exhibición de desnudos eróticos” porque los menores que lo visitaban podían contemplar los dibujos de desnudos en su estudio, siendo finalmente sentenciado a 24 días en prisión. Uno de sus dibujos fue incluso quemado en un acto simbólico.
Entre el 19 y el 27 de abril de ese año, Schiele dibujó en la cárcel una serie de acuarelas que reflejan su pánico, algunas de las cuales como ¡No me siento castigado sino purificado! (Nicht gestraft, sondern gereinigt fühl ich mich!, 20.IV.1912 y La puerta a lo abierto (Die Tür in das Offene, 21.4.1912 ) se exhiben en esta muestra.
Éxito y muerte
Después de este desagradable episodio, el artista abandona también Neulengbach y, tras varios viajes, regresa definitivamente a Viena. A lo largo de 1913 y 1914, Schiele, de nuevo por mediación del crítico Arthur Roessler, toma parte en diversas exposiciones en Alemania: en Múnich, Hamburgo, Breslavia, Stuttgart, Colonia, Dresde y Berlín. No obstante, también se exhibieron obras de Egon Schiele en Roma, Bruselas y París lo cual le auguraba una prometedora carrera internacional.
Hacia mediados de 1913 el estilo de dibujo de Schiele se caracteriza por los contornos irregulares a lápiz y por la sensación de inestabilidad de las figuras dentro de la superficie pictórica como puede comprobarse en Torso femenino con camisón alzado, 1913. Hacia 1914 se aprecia en Schiele una tendencia a la esquematización y hacia la geometría que está muy lejos de lo natural. Un ejemplo es el magnífico gouache Redención (Erlösung), 1913 donde el volumen y la plasticidad de la cabeza y las manos se contrapone con la planaridad de los elementos textiles o en Desnudo femenino de rodillas con los brazos hacia delante, 1914 en la que la incertidumbre existencial sobre el género humano se hace patente eliminando cualquier mirada o gesto de la mujer retratada así como cualquier referencia al contexto.
Ese mismo año comenzó a trabajar en su estudio con el fotógrafo Anton Josef Trcka. Schiele produjo una serie de fotografías que pueden admirarse en esta muestra. La dramatización teatral de las poses adoptadas por el artista y su propio lenguaje gestual propio del expresionismo hablan mucho de su aportación a estas imágenes.
El estallido de la Primera Guerra Mundial (1914–1918) puso fin de forma repentina a todas sus esperanzas. Considerado en un principio no apto para el servicio militar, fue llamado a filas finalmente en junio de 1915. Sin embargo, gracias al apoyo de amigos y también de algunos oficiales que admiraban su talento, no llegó a ser enviado al frente y fue destinado a trabajos de oficina en Viena y la Baja Austria, donde podía dibujar y, durante un tiempo, incluso dispuso de un estudio. Ese mismo año, contrajo matrimonio en Viena con Edith Harms, una de las hijas de una familia pequeño burguesa que vivía enfrente de su estudio en Viena.
Tanto ella como su hermana Adele se convirtieron en modelos habituales de Schiele. En Retrato de Edith Schiele, 1915 el artista refleja la conmovedora y melancólica expresión facial de su por entonces joven novia Edith, mientras que en Retrato de la cuñada del artista, Adele Harms , 1917, de pronunciado naturalismo, Adele aparece con un elegante vestido de rayas blancas y negras, centrando su atención en la ornamentación de la figura.
La obra Pareja sentada de 1915 refleja magistralmente por medio de una pareja de amantes en la que el hombre cuelga de los brazos de la mujer como un muñeco invertebrado, la profunda convicción del artista de que el ser humano está esencialmente solo en el mundo y de que el abismo existente entre el hombre y la mujer es infranqueable. Un pesimismo existencial que muta entre la alegoría de un encuentro entre la vida y la muerte y que el artista mantiene a lo largo de su trayectoria.
En 1917 su obra se presenta en exposiciones que se celebran en Ámsterdam, Estocolmo y Copenhague. En marzo de 1918, en el marco de la 49ª exposición de la Secesión Vienesa, una muestra concebida para exhibir el Nuevo Arte Austriaco”, Schiele ocupa un espacio destacado que supone su mayor éxito tanto artístico como económico: logró vender numerosos cuadros y recibió algunos encargos nuevos.
Schiele siempre había anhelado la paz y tenía grandes planes para los tiempos posteriores a la contienda como contribuir a una nueva educación humanista de la juventud, y colaborar en la construcción de un mundo nuevo, mejor. Sin embargo, en el otoño de 1918 su esposa, Edith, contrajo la “gripe española” —que causó estragos en Europa y se cobró millones de víctimas— y falleció el 28 de octubre en el sexto mes de embarazo. El propio artista, que se ocupó de cuidarla, se contagió de la enfermedad y murió tres días más tarde a la temprana edad de 28 años. Una breve trayectoria en la que, sin embargo, Egon Schiele realizó una contribución única al desarrollo del arte del siglo XX.
Contexto histórico y espacios didácticos
El mismo año en que, en Francia, fallecía Vincent van Gogh (1853–1890), nacía en Austria Egon Schiele, el 12 de junio de 1890. Por aquel entonces, Austria no era la pequeña república alpina que es hoy en día, sino el gran imperio centroeuropeo de los Habsburgo, una tercera parte más grande que la actual España. Para entonces, aquel territorio que no hiciera más que crecer desde la Edad Media había dejado atrás su época de máximo esplendor y, desde 1867, estaba dividido en dos partes con idénticos derechos: Austria y Hungría. Francisco José I, Emperador de Austria y Rey de Hungría y último símbolo respetado de la unidad de la “Monarquía del Danubio”, llevaba ya 42 años en el trono cuando Egon Schiele vino al mundo. La Viena de finales del siglo XIX y de los años previos a la Primera Guerra Mundial vivió un apogeo cultural sin precedentes.
Esta muestra se complementa con un espacio didáctico que ofrecerá al visitante a lo largo, tanto de las propias salas expositivas como en el pasillo de la tercera planta del Museo, los datos más relevantes de la biografía del artista contextualizados en la transformación social y política de Austria, un país ávido de modernidad y generador de relevantes avances en el pensamiento (Sigmund Freud y sus teorías sobre sexualidad o psicoanálisis), la ciencia (estudios médicos sobre enfermedades mentales y sobre la mujer) y el arte (configuración en 1897 de los Secesionistas que aunaba representantes de la arquitectura, el diseño y el arte).
Así mismo, el espacio didáctico permitirá conocer las relaciones que Schiele estableció con otros artistas e intelectuales y cómo influyeron en su proceso creativo, como fue el caso de Gustav Klimt a quien consideraría su mentor. Diariamente se proyectará de forma ininterrumpida un documental, dirigido por John MacLaverty en 2012 para la BBC y titulado Sex and Sensibility The Allure of Art Nouveau, que resume todas estas ideas.
Catálogo
Con motivo de esta exposición, el Museo Guggenheim Bilbao ha editado un catálogo ilustrado con las obras de la muestra, que contiene un ensayo del comisario y director del Albertina Museum, Klaus Albrecht Schröder en torno a los motivos centrales y principios formales que presiden la obra de Egon Schiele, así como con entradas detalladas de las obras que componen la exposición y una completa biografía del artista.
Datos de interés:
Egon Schiele. Obras del Albertina Museum, Viena
Fechas: Del 2 de octubre al 6 de enero, 2013
Museo Guggenheim Bilbao – Salas: 305, 306, 307
Comisario: Klaus Albrecht Schröder
Imágenes: -Egon Schiele (1890–1918) Retrato de la cuñada del artista, Adele Harms, 1917 Tiza negra y colores opacos, sobre papel japonés 43,8 x 28,5 cm Albertina, Viena
-Egon Schiele (1890–1918) Autorretrato , 1906 Carbón 45,5 x 34,6 cm Albertina, Wien Inv. ESA1106r
– Egon Schiele (1890–1918) Autorretrato con banda en la frente, 1909 Lápiz y tizas de colores, sobre papel de dibujo 40 x 29,8 cm Albertina, Wien Inv. 30771
-Egon Schiele (1890-1918) Autorretrato tirando del párpado hacia abajo, 1910 Tiza, acuarela y colores opacos, sobre papel de embalaje marrón 44,3 x 30,5 cm Albertina, Viena, inv. 30395
-Egon Schiele (1890-1918) El violonchelista , 1910 Tiza negra y acuarela, sobre papel de embalaje 44,7 x 31,2 cm Albertina, Viena, inv. 31178
-Egon Schiele (1890-1918) Gerti ante telas ocres , 1910 Lápiz y colores opacos, sobre papel japonés 55,1 x 34,7 cm Albertina, Viena, inv. 27943
-Egon Schiele (1890-1918) Dos niñas sentadas , 1911 Lápiz, acuarela y blanco opaco, sobre papel japonés 41,3 x 32 cm Albertina, Viena, inv. 27945
-Egon Schiele (1890–1918) La puerta a lo abierto, 21.IV.12 , 1912 Acuarela y lápiz, sobre papel japonés Strathmore con imprimación 48,3 x 32 cm Albertina, Viena
-Egon Schiele (1890-1918) Modelo desnuda rubia, sentada sobre un paño marrón, 1912 Acuarela, colores opacos y lápiz, sobre papel japonés Strathmore con imprimación 32 x 48,2 cm Albertina, Viena, inv. 31177
-Egon Schiele (1890-1918) Redención (Erlösung), 1913 Colores opacos y lápiz, sobre papel japonés 48 x 32 cm Albertina, Viena Inv. 29764
-Egon Schiele (1890-1918) Desnudo femenino yacente con las piernas abiertas , 1914 Lápiz y colores opacos, sobre papel japonés 31,4 x 48,2 cm Albertina, Viena, inv. 26667
-Egon Schiele (1890-1918) Autorretrato con chaleco amarillo , 1914 Colores opacos y lápiz, sobre papel japonés 48,2 x 32 cm Albertina, Viena, inv. 31157
-Egon Schiele (1890-1918) Casas antiguas de Krumau, 1914 Colores opacos y lápiz, sobre papel japonés 32,5 x 48,5 cm Albertina, Viena, inv. 31158
-Egon Schiele (1890-1918) Pareja sentada , 1915 Acuarela, lápiz y sello, montado sobre cartón 51,8 x 41 cm Albertina, Viena, inv. 29766
Como siempre esta perfectamente definida, es muy buena.
Gracias.
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