La ciudad de Rubens, del diseño más vanguardista, de la buena gastronomía… La ciudad que reúne edificios señoriales, magníficos museos y ambiente a cualquier hora. Diamantes, chocolates, camisetas, joyas, cervezas… Todo es posible en Amberes, la capital de Flandes y de la buena vida. Hay mucho que ver y hacer en ella. Aquí te damos diez pistas para disfrutarla a tope.

Una. Un café… o cuarenta. Nada como comenzar el día con un buen café, ¿pero cuál?. Caffènation (www.caffenation.be), situado en la planta baja de una casa unifamiliar, no te pone fácil la elección. Al menos hay 40 maneras distintas, casi cada una de un país, de hacerse con una dosis de cafeína en el cuerpo.

Si se dispone de tiempo hay que relajarse con los clientes habituales en los sofás antiguos y desparejados, emplazados bajo las obras de arte alternativas que cuelgan de las paredes. El salón, con múltiples estancias, ofrece conexión wi-fi, y en la parte posterior hay un jardín descuidado pero muy apetecible. Los que prefieran un desayuno convencional, con croissant y chocolate caliente, en la calle Wolstraat encontrarán varios cafés tranquilos.

Dos. Un centro histórico grandioso. El casco antiguo de Amberes muestra el legado de una historia larga y fecunda. Está abarrotado de edificios emblemáticos en cuyas paredes quedó grabada su intensa relación con la corona española, vínculo que llegó hasta entrado el siglo XVIII. La Plaza Mayor (Grote Markt) y sus alrededores, con el ayuntamiento y los edificios gremiales, son magníficos ejemplos. En el centro de la plaza está la escultura al legendario fundador de Amberes, el centurión Silvio Brabo que lanza la mano del tirano enemigo, el gigante Antigón y cuyo gesto dio nombre a la ciudad. Literalmente Antwerpen (Amberes en flamenco) significa «lanzar la mano».

Otro edificio destacado es la casa gremial de los carniceros, pero sin duda el más importante es la catedral gótica de Nuestra Señora (www.dekathedraal.be), la construcción más importante de la ciudad. No muy lejos está la iglesia de San Carlos Borromeo que aún mantiene en funcionamiento un curioso mecanismo sobre el altar mayor que permite intercambiar las pinturas que cuelgan, como ahora hacen algunos artilugios de anuncios callejeros.

Desde la catedral a la estación central de trenes discurre la arteria más elegante de la ciudad, Meir, y una de las más bellas de Europa, con palacetes y edificios señoriales hoy convertidos en almacenes y tiendas de la mejores marcas. Uno de los más bellos, por cierto, acoge a la española Zara (www.zara.com).

Toda la información sobre compras en Amberes en www.shoppeninantwerpen.be. De camino se pasa por el recién restaurado Palacio del Meir (www.paleisopdemeir.be) y al final espera la Estación Central, un gigantesco edificio que se visita como si fuera un gran palacio y que, por cierto, estuvo a punto de ser demolido en 1975. La revista Newsweek la eligió entre las cuatro estaciones más bellas del mundo.

Tres. Encontrarse con Rubens… en su casa. Aunque nacido en Alemania, Amberes es la ciudad en la que vivió por más tiempo el genial pintor flamenco Peter Paul Rubens y ha dejado marcada la ciudad tanto por sus obras como por muchos otros atractivos, como su casa taller donde realizó la mayoría de sus obras o muchas estatuas que la ciudad ha dedicado al maestro de la pintura flamenca.

En la casa museo de Rubens (www.rubenshuis.be) se puede ver como vivía y trabajaba, así como algunas de sus obras mas importantes y permite conocer la vida del genial pintor. Es además un buen ejemplo de una casa noble de la época y posee un espléndido jardín.

Otra fuente para conocer el paso de Rubens por la ciudad es la catedral de Nuestra Señora de Amberes donde se encuentran algunas de las obras más importantes del artista, entre ellas “El descendimiento de la cruz” de 1612. La catedral es la mayor estructura gótica de los Países Bajos, y hace poco han concluido 20 años de restauraciones.

Cuatro. Lo más en museos: el MAS. Situado junto al río Escalda, el MAS (www.mas.be), (tampoco lo pensaron mucho, quiere decir: Museum Aan de Stroom -museo sobre el río-) es el lugar donde la ciudad y el puerto se encuentran y el nuevo icono de Amberes, y, además, gratuito.

El museo pone el acento en la diversidad cultural de la ciudad, con colecciones que narran su historia, la del puerto y la del mundo, pero además es un monumento arquitectónico en sí mismo, con inmensas moles de piedra arenisca roja traída de Agra (India) que sugieren la idea de contenedores superpuestos, como en el antiguo muelle de carga, y cortinas de vidrio ondulado. La distribución de los espacios hace que el museo rote sobre sí mismo y, gracias a las paredes de cristal, cada planta es un paseo vertical con vistas únicas.

El MAS alberga colecciones permanentes y exposiciones temporales sobre temas universales dirigidos a un público amplio y ha recibido objetos de cuatro museos de la ciudad: el Etnográfico, el Municipal, el de Bellas Artes y el Vleeshuis, que, junto a la colección privada de Dora Janssen sobre arte precolombino completan una muestra de más de 470.000 objetos (y hay 180.000 más en los almacenes). Y ya puestos a ver museos, el de Arte Contemporáneo (www.muhka.be) es otra visita imprescindible. El Museo de Bellas Artes está cerrado provisionalmente… hasta 2018.

Cinco. Complicada elección para comer. Complicada por la gran cantidad de posibilidades. Se puede elegir entre lugares emblemáticos, como la Casa del Jardinero en el céntrico Jardín Botánico donde está el restaurante Het Gebaar (www.hetgebaar.be) que regenta el chef Roger van Damme y sus sabores locos, como «Pastel esponja con salsa de queso Gouda» o el hall del teatro Bourlaschouwburg (www.bourlaschouwburg.be) donde está la brasserie De Foyer. Pero los lugares más animados, sobre todo por la noche, se encuentran cerca del río Escalda, en el antiguo barrio de los marineros Schipperskwartier.

Dos buenas recomendaciones: Felix Pakhuis (www.felixpakhuis.nu), que además sirve de archivo de la ciudad y Zuiderterras (www.zuiderterras.be) un local muy grande en el sitio más animado. Y una más para los amantes de la carne: Chez Fred (www.chezfred.be), un bar-restaurante de una sencillez elegante en el que los lugareños bien informados vienen a devorar montañas del famoso steak tartar, que normalmente se adereza en la mesa con mucho tabasco servido en botellas gigantes.

Seis. El mejor chocolate del mundo. Muchos países presumen de ofrecer el mejor chocolate, y entre ellos, claro, Bélgica. Amberes no se queda atrás y compite con Bruselas, entre otras muchas cosas, en ofrecer los mejores chocolates del país… y del mundo. Hay infinidad de tiendas dedicadas a este manjar con magníficas presentaciones y variedades.

Dos recomendaciones: la estilosa y minimalista Sweertvaegher (www.sweertvaegher.be), con precios un poco elevados en la que, entre decenas de variedades, destacan sus «galleten fondant», deliciosas y cremosas; y la tienda del Palacio de Meir donde tanto el salón como el dormitorio del gran mariscal de este palacio, que en su día perteneció al emperador Napoleón, rey Leopoldo II y los príncipes de Orange se han convertido en una tienda espectacular (www.thechocolateline.be) donde adquirir los mejores bombones del mundo. La tienda tiene forma de ‘C’ y está revestida por 33 millones de cristales de Swarovski. El precioso mostrador tiene forma de una gran tableta de chocolate.

Los apasionados del chocolate deben contactar con Culinaire Walks (www.culinarywalks.com) que realiza 10 paseos por Amberes que combinan cultura e historia con toques culinarios. Uno de los más populares es la Aventura del Chocolate. En él, los aventureros no sólo aprenderán el origen e historia del chocolate, desde su consumo por el pueblo maya, hasta su llegada a Europa, sino que recorrerán el centro de la ciudad visitando diferentes lugares relacionados con este celestial alimento, al tiempo que probarán, e incluso podrán esnifar, el cacao en todas sus formas.

Siete. Contemplar (y tal vez comprar) diamantes. El 85% de la producción mundial de diamantes en bruto se concentra en Amberes y aquí están algunas de las mejores escuelas donde se enseña el arte del corte, tallado y pulido de las piedras preciosas.

Hay también cuatro bolsas e infinidad de comercios que se dedican a esta actividad, regentados en su mayoría por judíos. La mayoría de ellos están alrededor de la Estación Central de trenes. También próximo está el Museo del Diamante (www.diamantmuseum.be) y el imprescindible Showroom Diaamondland (www.diamondland.be), donde se pueden comprar piedras a buen precio y ver de cerca el proceso del tallado.

Ocho. Moda y diseño a buen precio. Aunque en la Meir hay tiendas de todo tipo, las mejores tiendas de moda y diseño de Amberes están en Wilde Zee y en el barrio de Het Zuid, cerca del Museo de Bellas Artes y de la orilla del Escalda.

Antiguos almacenes, y hasta hospitales, han sido convertidos en preciosos almacenes que exponen lo mejor del diseño amberino. Los impulsores de esta tendencia son los «Seis de Amberes» (Dirk Bikkembergs, Ann Demeulemeester, Walter Van Beirendonck, Dries Van Noten, Dirk Van Saene y Marina Yee), seis diseñadores que han adquirido fama internacional y que actualmente cuentan con tiendas por todo el mundo.

También Nationalestraat es el foco de la moda de la ciudad. A lo largo de la calle tienen sus tiendas-insignia muchos de los diseñadores más famosos de Amberes. Se puede disfrutar de una panorámica del renacimiento de la moda que se ha producido en la ciudad durante las dos últimas décadas en el Modemuseum de Amberes, conocido cariñosamente como MoMu (www.momu.be).

Nueve. Erotismo guiado. La pareja la pone uno, pero todo lo demás te lo dan hecho. La empresa Culinaire Wandelingen (www.culinairewandelingen.be), especializada en rutas gastronómicas por la ciudad, entre las que están algunas con acento español –y en las que se aprende, por ejemplo, que la mano es el símbolo de la ciudad, y por tanto, no sólo se encuentra en los tapices de épocas pasadas sino en las mejores confiterías; que la cerveza local se llama coloquialmente «bolleke» en honor a la forma redondeada de la copa en la que se sirve y que el «filete» de Amberes es un plato de charcutería fina–, propone también un recorrido para descubrir Amberes en su lado erótico.

El tour hace un repaso a la historia de la seducción y la erótica visitando espacios de la ciudad que permiten hacer entender la importancia de usar los cinco sentidos para descubrir los secretos sensuales de la ciudad y de su rica gastronomía. El paseo combina de manera muy amena las explicaciones con el disfrute de alimentos y bebidas (ostras, champán, chocolate… alcachofas!) que pueden actuar como afrodisíacos.

Diez. Cuando llega la noche. Amberes es una ciudad con una sorprendente «marcha» nocturna. Un buen sitio para comenzar el recorrido puede ser Cocktails at Nine (www.cocktailsatnine.be), un lugar perfecto para empaparse un poco de la sofisticada vida nocturna de Amberes, acompañándola con uno o dos martinis espléndidamente preparados. Después hay muchas posibilidades, pero dos de los clubs más populares son Petrol (www.petrolclub.be) y Scheld´Apen (www.scheldapen.be) en el muelle sur de la ciudad. También Café d´Anvers (www.cafe-d-anvers.com), Red & Blue (www.redandblue.be) y Noxx (<<http://noxxantwerp.com>>) son clubs conocidos por contar siempre con famosos DJ´s. El ambiente gay se desarrolla en torno a Van Schoonhovenstraat (conocida localmente como «Rue Vaseline»).

Y una más. Todo Amberes en el móvil. El 22% de turistas que viajan a Amberes por motivos vacacionales son jóvenes entre 18 y 29 años. La Oficina de Turismo de la ciudad ha tomado conciencia de este hecho y preparado una serie de aplicaciones a la medida de este público. Gracias a ellas, el visitante tendrá una imagen de lo que le espera en la ciudad: shopping, estilo de vida, música, locales para salir de noche, puntos de wifi gratuito, alojamiento a precios competitivos, autenticidad, lugares apartados de la masificación turística, experiencias únicas y lugares para encontrarse con habitantes de la ciudad deseosos de compartir experiencias y puntos de vista.

Todo ello, con el indiscutible sello creativo de la ciudad de la moda. En esta época en la que el teléfono toma un lugar protagonista en la comunicación, la ciudad ha diseñado la aplicación móvil «This is Antwerp» (<<http://thisisantwerp.be>>), que ofrece información claramente organizada en diferentes categorías (ver, comprar, comer y beber, salir, disfrutar, hacer, wifi y vida de estudiante), así como detalles prácticos sobre las fiestas más originales y el contacto con los locales. Y además, es gratuita.

Cómo ir. Amberes se encuentra a menos de 50 kilómetros de Bruselas. Varias compañías vuelan a la capital belga desde distintas ciudades españolas. Si se quiere lo mejor, Brussels Airlines (www.brusselsairlines.es), si se busca lo más económico, Ryanair (www.ryanair.es), que vuela a Charleroi (a 46 kilómetros al sur de Bruselas y casi 100 de Amberes) desde 18 ciudades españoles en vuelo directo y por unos pocos euros.

Enrique Sancho

Más información:
www.flandes.net
www.visitantwerpen.be