El año de la lengua española y de la RAE

Entre los actos programados para la celebración del tricentenario de la Academia, La lengua y la palabra: trescientos años de la Real Academia Española es la gran exposición organizada por la Real Academia Española (RAE) y Acción Cultural Española (AC/E) para dar a conocer a todos los públicos la historia y evolución de la RAE en los 300 años transcurridos desde su fundación en 1713.

Los aspectos de su actividad diaria y de su compromiso con su lema fundacional respecto al cuidado, conservación y enriquecimiento de la lengua común, y una relación integrada y abierta con la sociedad le ha permitido en todo momento a la Academia adaptarse a la modernidad y a las nuevas tecnologías, sin perder por ello lo mejor de su historia y tradición.

Exposición conmemorativa
La muestra, comisariada por los académicos Carmen Iglesias y José Manuel Sánchez Ron, contará la historia y analizará los tres siglos de la institución a través de más de dos centenares de piezas de diferentes épocas entre pinturas, retratos, grabados, joyas bibliográficas y tesoros incunables, objetos y muebles de diferentes tipos, documentales gráficos, periódicos, y un diseño y montaje punteros que permitirán iluminar trozos significativos de nuestra historia y los avatares comunes de la lengua, de sus hablantes, de la Academia y de los ciudadanos en cada momento histórico.

Estructurada en varios apartados, La lengua y la palabra: trescientos años de la Real Academia Española recreará una atmósfera visual, auditiva, emocional e intelectual, de manera que el visitante se sienta inmerso en cada uno de los períodos de una historia española común (desde el siglo ilustrado al siglo XXI) a través de la trayectoria interna y externa de la institución.

Historia de sus hablantes
La exposición está dirigida a todos los públicos de todas las edades y condiciones, pues la historia de la lengua y de una institución como la Academia es también la historia de sus hablantes y, como ya nos enseñara don Ramón Menéndez Pidal, los hechos lingüísticos se encuadran también entre las formas de vida y de cultura de todos los ciudadanos.

Hay que aislar los hechos para comprobarlos, pero hay que relacionarlos para comprenderlos, y nuestra historia común surge de esos vínculos entre las historias especiales. La exposición, pues, quiere aunar el rigor científico con una representación bella, amena y sorpresiva, donde la tradición y las últimas tecnologías se interrelacionen para contar una historia que tiene a la palabra, a la lengua, al habla, como el eje vertebrador de la aventura de tres siglos. “El mundo comienza (escribió Octavio Paz) por ser un conjunto de nombres… Si nos quitan los nombres, nos quitan nuestro mundo”. La lengua y la palabra son nuestro mundo.