El Museo Guggenheim Bilbao presenta Historias de la Historia, que confronta dos importantes obras de la Colección Propia, firmadas por Cy Twombly y Georg Baselitz. En ambos casos, se trata de narrativas personales que revisan figuras históricas de dos períodos alejados en el tiempo, con un lenguaje cargado de gestualidad, pero no adscrito a los expresionismos.
En su práctica, tanto Twombly como Baselitz difieren de otros artistas contemporáneos que se apropian de la historia para aportar nuevos enfoques o reinterpretaciones de la realidad; tal y como manifiesta José Luis Brea.
Nueve discursos sobre Cómodo
A mediados de la década de 1950, cuando Twombly trabajaba como criptógrafo del ejército estadounidense, desarrolló su estilo característico de rayas y líneas frenéticas que hacían referencia al estilo dominante del momento, el Expresionismo Abstracto. Entre 1962 y 1963, la pintura de Cy Twombly y sus referentes históricos adquirieron un tono mucho más sombrío y angustiado. Este giro que se aprecia en su obra podría reflejar el ánimo pesimista predominante a principios de la década de 1960, cuando se vivió la crisis de los misiles en Cuba y el asesinato del presidente de EE. UU. John F. Kennedy.
En el ciclo pictórico Nueve discursos sobre Cómodo (Nine Discourses on Commodus), el artista tomó como punto de partida una serie de asesinatos históricos. Este conjunto de nueve piezas, creado en el invierno de 1963, se basa en la crueldad y la locura del emperador romano Aurelio Cómodo (161−192 d.C.), así como en su asesinato final. El conflicto, la oposición y la tensión dominan la composición de las pinturas. Dos espirales de materia configuran el núcleo central de cada uno de los lienzos, que van variando en su contenido emocional, desde las estructuras más serenas, similares a nubes, hasta las heridas sangrantes que culminan en una exaltada apoteosis en el panel final.
Baseliz y el ruiseñor
La señora Lenin y el Ruiseñor (Mrs Lenin and the Nightingale), realizada por Georg Baselitz en 2008, es una serie de dieciséis lienzos de gran formato divididos en dos grupos: ocho de las obras han sido realizadas sobre fondo blanco con coloridas pinceladas y otras ocho sobre un campo negro con tonos más apagados. La coherencia de la serie se sostiene en la repetición en cada lienzo de la misma estructura compositiva: dos figuras masculinas invertidas, sentadas una junto a otra, mostrando sus penes y con las manos descansando solemnemente sobre los muslos.
El motivo compositivo tiene su origen en el famoso retrato de Otto Dix Los padres del artista II (Die Eltern des Künstlers II), de 1924. Como ocurre en muchas de sus obras, Baselitz se refiere aquí a un precedente de la historia del arte y lo reinterpreta a su manera; en este caso, sustituye las figuras de la composición original por las de dos dictadores, Vladimir Lenin y Joseph Stalin. El primero es retratado como la “señora Lenin”, con una falda y zapatos de tacón (una referencia a su pasión por los disfraces), mientras que el segundo, conocido por su voz de cantante y su interés por la poesía, es “el Ruiseñor”. Baselitz también alude aquí a un poema del escritor alemán Johannes R. Becher en el que se describe a Stalin como un ruiseñor.
Cada una de las dieciséis pinturas lleva un título diferente que incluye un juego de palabras o una expresión enigmática. Ninguno de estos títulos se refiere directamente a los dictadores retratados, sino que se inspira principalmente en encuentros con artistas o en reflexiones sobre la obra de creadores modernos y contemporáneos como Cecily Brown, Jake y Dinos Chapman, Willem de Kooning, Tracey Emin, Philip Guston, Damien Hirst, Anselm Kiefer, Jeff Koons y Piet Mondrian, entre otros.