Tal como están las cosas un libro imprescindible para no perderse en el intrincado mundo de la informaciónb sobre el yerno del Rey. En españa ya estamos acostumbrados a que la realidad casi siempre supera a la ficción y los últimos datos que se van conociendo sobre el marido de la infanta Cristina corroboran esta certeza. Lo que antes eran secretos a voces ahora opcupan los titulares de los diarios, a la espera de la próxima comparencencia del Duque de Palma ante el juez.
Con ritmo de thriller, Eduardo Inda y Esteban Urreiztieta, los periodistas de El Mundo que destaparon el caso Urdangarin, relatan con todo lujo de detalles el primer gran escándalo de corrupción de un miembro de la familia real española en Urdangarin. Un conseguidor en la corte del rey Juan Carlos. De cómo un plebeyo guipuzcoano jugador de balonmano pasó a convertirse en hijo político del rey, diezmar las arcas públicas y acabar imputado por cinco delitos: malversación, prevaricación, falsedad, fraude y blanqueo de capitales. La Esfera de los libros acaba de poner a la venta la segunda edición de la obra, que ha vendido 25.000 ejemplares en tan sólo una semana desde su publicación.
Urdangarin. Un conseguidor en la corte del rey Juan Carlos, el primer libro que se publica sobre el asunto, aporta grandes novedades. La primera, la bronca entre el príncipe de Asturias y el duque de Palma a cuenta del palacete de Pedralbes, que había costado nueve millones de euros. Con motivo de su 40 cumpleaños, Urdangarin celebró una fiesta en la que planteó abiertamente a Don Felipe que no podía pagar su casa. Tras una tensa discusión en la que el marido de la infanta Cristina llegó a atribuir al monarca la decisión de adquirir el inmueble –«el Rey me dijo que no podía tener a su hija viviendo en un piso de 300 metros cuadrados cuando siempre había vivido en un palacio»–, el heredero de la Corona frenó en seco a su cuñado, según los autores.
La obra también desvela cómo los negocios de Urdangarin recibieron un impulso decisivo tras ser convocados en La Zarzuela el expresidente valenciano Francisco Camps y la alcaldesa Rita Barberá o algunos de los argumentos que está utilizando el socio de Urdangarin, Diego Torres, para negociar durante los últimos meses con el marido de la Infanta Cristina. En el marco de estas conversaciones, en las que Torres exige dinero a cambio de su silencio, quien fuera el vicepresidente del Instituto Nóos ha trasladado a Urdangarin que está dispuesto a declarar que el anillo de pedida de la princesa Letizia fue comprado con dinero de la trama.
Inda y Urreiztieta detallan, además, cómo el duque de Palma ha desobedecido desde el primer momento las instrucciones de la Casa Real tras estallar el escándalo, desde su negativa a pedir disculpas públicamente y asumir el «irreparable daño ocasionado a la institución» a renunciar voluntariamente a todos sus privilegios. E incluso la grabación de un mensaje en vídeo a la nación, una alocución que jamás llegó a ser difundida en la que Urdangarin se dirigía al pueblo español por «las miles de muestras de apoyo» que estaba recibiendo.
Asimismo Urdangarin. Un conseguidor en la corte del rey Juan Carlos aborda las consecuencias que tiene y tendrá este escándalo en la Familia Real y desvela la intención del Rey de que su hija se divorcie para que, en el caso de una hipotética condena contra su yerno, éste ya no forme parte de la Familia Real.
Urdangarin. Un conseguidor en la corte del Rey Juan Carlos
La Esfera de los libros
En todas partes cuecen habas. También, y yo diría sobretodo, en casa de los poderosos. Ya va siendo hora de que la Justrícia Española, si la hay, condene a los ladrones como manda la Ley.
No entiendo muy bien que pinta esta noticia en esta revista. Me siento expuesto a intentos de manipulación. Como me gusta, el arte me tengo que tragar entre col y col, colifror, y dirigir esta bazofia. Consulto Logo-press a diario, pero este es el tipo de intentos que le apartan a uno de la más fiel cosntumbre. Espero que no se repita y que la información a la que he abierto las puertas de mi correo, tan celosamente guardado, sea la que se me ha ofrecido y no otra.
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