La Armada ha creado una base de datos de naufragios para registrar todos los barcos hundidos de los que existe constancia en sus archivos navales. El proyecto comenzó en 2011 y ha continuado, en una segunda fase, durante el último trimestre de 2012 con la identificación hasta el momento de 1.580 naufragios.
El trabajo ha sido coordinado por el Subsistema Archivístico de la Armada y se ha llevado a cabo inicialmente en tres de los siete archivos de la Armada: el Archivo General de la Marina Álvaro de Bazán, en Viso del Marqués (Ciudad Real); el Archivo del Museo Naval, en Madrid; y el Archivo Naval de Cartagena, en Murcia.
Identificación de pecios
El objetivo del proyecto es la localización e identificación del patrimonio documental que la Armada custodia en sus archivos relacionado con los naufragios, tanto los sufridos por buques españoles en cualquier parte del mundo, como los de buques de otras nacionalidades hundidos en aguas jurisdiccionales españolas. Los datos recogidos pueden ser de gran valor para futuras investigaciones sobre la búsqueda e identificación de pecios, y también servirán como medida preventiva para proteger el patrimonio subacuático de la amenaza del expolio. Así se ha puesto de relieve recientemente en el litigio contra la compañía Odyssey Marine Exploration. La aportación del Archivo General de la Marina contribuyó a que un tribunal estadounidense fallara hace un año a favor del Gobierno de España.
Distribución por zonas
Los resultados corroboran los datos ya conocidos sobre las zonas de mayor presencia de pecios: las costas de la Península Ibérica y del Caribe, consecuencia en este último caso del intenso tráfico marítimo mantenido con América durante más de tres siglos.
De los 1.580 naufragios registrados hasta ahora existe referencia de la localización en el 75 % de los casos (1.176). Por áreas geográficas, Europa acumula el 59,3 % de los registros documentados, y solo España aporta, con 596 naufragios, el 50,7 % del total. Le siguen en importancia América del Norte, Central y el Caribe, donde se han identificado el 26,7 % de barcos hundidos (314), la mayor parte de ellos en las costas de Cuba (176). En América del Sur se han catalogado el 6,8 % del total (80); en Extremo Oriente y Australia, el 5,4 %, en especial en las costas de Filipinas, donde se concentran 50 naufragios. Por último, en el norte de África existe constancia de 21 hundimientos.
El siglo XVIII, el de más naufragios
En el 85 % de los registros se conoce la fecha del naufragio. Por siglos, es el XVIII el que se han documentado mayor número de hundimientos: 390. Le siguen en orden descendente los siglos XX (307), XIX (239), XVI (238) y XVII (147). Entre los siglos XIII y XV se han catalogado 16 naufragios, si bien los archivos de la Armada custodian documentación original desde 1767, por lo que las entradas anteriores a esa fecha son menores y proceden de fuentes documentales secundarias y bibliográficas. Entre estas últimas destacan las obras del marino e historiador naval Cesáreo Fernández Duro, publicadas en la segunda mitad del XIX.
Otra referencia significativa presente en la base de datos es la tipología del barco, un dato conocido en el 84 % de los casos, y que comprende más de 50 modalidades diferentes, desde pequeñas embarcaciones pesqueras hasta barcos comerciales y de guerra. El navío, buque de combate por excelencia del siglo XVIII, es del que se han consignado mayor número de naufragios: 182. Le siguen el laúd (141), una embarcación pesquera; el vapor (140), en sus distintas configuraciones como correo, trasatlántico, mercante, de ruedas…; la nao (101), que formó la base de las flotas que aseguraron la navegación con las Indias hasta la segunda mitad del siglo XVII; y la fragata (98), buque de menor porte que los navíos, que apareció en el siglo XVII y se adaptó en los siglos posteriores a la aparición del vapor y a la navegación moderna.
Acuerdo de colaboración entre Defensa y Cultura
Esta labor de identificación de naufragios responde al acuerdo firmado en Cartagena el 9 de julio de 2009 entre los Ministerios de Defensa y Cultura por el cual la Armada se comprometía a aportar los fondos documentales de que dispone para la protección del patrimonio nacional sumergido. El trabajo, aun inacabado, continuará en los próximos años en función de las posibilidades presupuestarias, para vaciar las fuentes documentales de todos los archivos navales, que incluyen, además de los tres ya citados, otros cuatro territoriales situados en Ferrol (A Coruña), San Fernando (Cádiz), Las Palmas y Madrid.