El Paraíso de Tintoretto vuelve a lucir en las paredes del Thyssen tras su restauración

El Paraíso de Tintoretto vuelve a su emplazamiento habitual en el Museo Thyssen-Bornemisza tras «un minucioso proceso de estudio y restauración», que se ha llevado a cabo durante el pasado año en un espacio abierto a los visitantes ubicado en el ‘hall’ de entrada a la pinacoteca.

Según ha explicado el director del museo, Guillermo Solana, este sistema abierto ha conseguido que “todo aquello que solía ocurrir entre bastidores se abra al público”, y ha comparado el trabajo de restauración, que se ha desarrollado en una especie de ‘pecera’, con un «reality» artístico.

Una “pequeña Capilla Sixtina”
Esta fantástico lienzo del pintor italiano del siglo XVI “rivaliza con El Juicio Final de Miguel Ángel y hace de este hall nuestra pequeña Capilla Sixtina” afirmó Solana.

Tras los trabajos de recolocación de la pieza en su lugar habitual, al final de la galería de entrada del Thyssen, que han llevado a los técnicos una media hora, Solana ha insistido en el compromiso de la institución por preservar los tesoros del museo y ha agradecido la colaboración del Bank of American Merrill Lynch.

Por su parte, el jefe de Área de Restauración del museo, Ubaldo Sedano, ha destacado que esta iniciativa ha ayudado a acercarse a la figura del artista de una forma persona e íntima, y poder entender mejor su proceso de trabajo.

Proceso de restauración
En una primera fase de la restauración, los expertos devolvieron la estabilidad al enorme cuadro, que tiene más de ocho mejor cuadrados. Los estudios se han realizado a través de macrofotografías, radiografías, reflectografías y análisis químicos. Gracias a la fotografía digital se ha podido documental la calidad cromática de la obra y todas las intervenciones precedentes.

En esta etapa de la intervención se han conocido cambios relevantes en la composición de la obra que habían quedado ocultos a la vista. Así, por ejemplo, se ha descubierto la presencia de figuras desnudas a las que luego Tintoretto cubrió de ropajes, la modificación o incluso eliminación de algunos personajes y la existencia de inscripciones en varias escenas del lienzo. Además, los análisis químicos han permitido conocer con precisión los materiales originales utilizados por el artista.