La Reina inauguró la muestra en la que se pone de relieve el destacado lugar que ocupa la figura y el legado de Salvador Dalí en la historia del arte del siglo XX, que va más allá de su papel de artífice del movimiento surrealista. Sólo el primer día de su apertura al público tras su inauguración oficial, la exposición fue visitada por más de ocho mil personas que hicieronm largas colas de más de dos horas para acceder al museo.
Doña Sofía durante la visita por la exposición realizó el siguiente recorrido, Del vidrio de multiplicar a la putrefacción, La miel es más dulce que la sangre, Surrealismo, El Ángelus, El rostro de la guerra – Surrealismo después de 1936, América, La vida secreta, Escenarios y El enigma estético. La Reina estuvo acompañada por el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert; el embajador de la República Francesa en España, Jerôme Bonnafont; la alcaldesa de Madrid, Ana Botella; el presidente del Real Patronato del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Guillermo de la Dehesa; el Director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Manuel Borja-Villel; el presidente del Centro Pompidou, Alain Seban; el presidente de la Fundación Gala Salvador-Dalí, Ramón Boixadós; el presidente de Abertis y patrocinador de la exposición, Salvador Alemany; y el consejero delegado de Abertis, Francisco Reynés, entre otras autoridades.
A través de una selección de más de doscientas obras (pinturas, esculturas, dibujos…) que se presentan organizadas en once secciones y siguiendo un cierto orden cronológico, esta exposición propone repensar el lugar que ocupa Salvador Dalí en la historia del arte del siglo XX, planteando que la importancia de su figura y de su legado va más allá de su papel de artífice del movimiento surrealista. La muestra -cuyo subtítulo está extraído de su artículo «San Sebastián» (1927), que representó su primer manifiesto artístico- da cuenta de cómo este artista controvertido y singular, prolífico e imaginativo, fue capaz de generar un arte perturbador que apela directamente a los espectadores. Un arte que, haciéndose eco de los descubrimientos científicos de su época, explora y expande los límites de la conciencia y de la experiencia sensorial y cognitiva.
«Todas las sugestiones poéticas y todas las posibilidades plásticas» nos presenta a Dalí como un artista omnívoro y visionario que se utilizó a sí mismo como objeto de estudio y cuyas acciones en la esfera pública, ya fueran calculadas o improvisadas, le sitúan como una figura de referencia en el ámbito de la representación contemporánea. El núcleo de la exposición lo constituye su periodo surrealista y en él se presta especial atención a su método paranoico-crítico, que el artista catalán concibió como un mecanismo de transformación y subversión de la realidad, posibilitando que la interpretación final de una obra dependiera totalmente de la voluntad del espectador. Fue en sus trabajos en torno al cuadro «El Ángelus» (1857-59) de Jean-François Millet -que llegó a describir como la «obra pictórica más rica en pensamientos inconscientes que jamás ha existido»- donde este método alcanza su máxima expresión.
La muestra, que comienza con una selección de las obras que Dalí realizó en los inicios de su carrera y durante su estancia en la Residencia de Estudiantes de Madrid (incluyendo algunos de sus primeros autorretratos o los dibujos de su serie «Putrefactos»), también se detiene en su etapa mística y nuclear (en la que prevalece la temática religiosa y científica), así como en sus trabajos de carácter escenográfico (sus colaboraciones con cineastas como Buñuel, Hitchcock o Walt Disney, sus diseños de decorados para ballets y obras de teatro…). A su vez, examina críticamente su faceta de agitador de masas y showman mediático, le dedica un apartado específico a su libro autobiográfico La vida secreta de Salvador Dalí (eficaz simbiosis entre el Dalí dibujante y el Dalí literato) o muestra cómo a partir de los años sesenta y hasta el final de su carrera, su fascinación por la ciencia y la tecnología le llevó a explorar nuevos lenguajes como la estereoscopia o la holografía.
La organización ha corrido a cargo del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y el Centre Pompidou de París, en colaboración con la Fundació Gala-Salvador Dalí de Figueres y The Dalí Museum de Saint Petersburg (Florida), con Jean-Hubert Martin (Centre Pompidou) como comisario general, que ha contado con Montse Aguer (Fundació Gala-Salvador Dalí de Figueres), Jean-Michel Bouhours (Centre Pompidou) y Thierry Dufrêne (Centre Pompidou), como co-comisarios. La muestra podrá contemplarse hasta el 2 de septiembre en el Edificio Sabatini de la pinacoteca
Fotos: © Casa de S.M. el Rey / Borja Fotógrafos
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