El Palacio de Velázquez acoge una muestra del creador brasileño Cildo Meireles (Río de Janeiro, 1948), que permite descubrir nuevos aspectos de la obra de uno de los artistas contemporáneos más reconocidos. Prueba de ello es la concesión del Premio Velázquez de Artes Plásticas 2008, o sus numerosas e importantes exposiciones internacionales, como la dOCUMENTA de Kassel, la Bienal de Venecia o la de São Paulo, lo que viene a confirmar la fascinación e interés que suscita el trabajo de este artista fuera de las fronteras de su país.
Cildo Meireles ha redefinido el arte conceptual desde finales de los años 60 a partir de la ampliación de la experiencia sensorial del espectador, el cual es parte activa de muchos de sus trabajos. Por ello, en sus instalaciones y esculturas se ofrecen ambientes particularmente ricos en cuanto a la percepción del tiempo y del espacio. Además, el artista hace uso crítico de sistemas ideológicos y económicos como base de una permanente interpretación crítica.
En palabras del comisario de João Fernandes, subdirector de Conservación, Investigación y Difusión del Museo Reina Sofía, la exposición “supone un ejercicio en el que la práctica artística desborda los límites espaciales y conceptuales de su objeto, ya sea escultura o pintura”. “Muchas de las obras presentadas asumen la condición de un comentario crítico de conceptos de territorio, cuestionando la Historia como narrativa de una dominación colonial del mundo”, añade Fernandes.
A través de más de cien trabajos (instalaciones, dibujos, esculturas y piezas sonoras), el espectador podrá adentrarse en la obra de uno de los creadores latinoamericanos más comprometidos del momento. Para esta ocasión, se han reproducido varias de sus instalaciones más relevantes, algunas de las cuales nunca se han mostrado con anterioridad, como es el caso de Amerikkka (1991-2013). Además de esta obra, constituyen el núcleo de la exposición Abajur (1997-2010), presentada en la Bienal de Sao Paulo de 2010 y ahora vista por primera vez en Europa, Olvido (1987-89), y Marulho (1991-97).
La pieza Amerikkka está formada por un suelo compuesto por 20.000 huevos de madera sobre el que se puede caminar sin calzado. En un inmenso techo sobre la cabeza del visitante, aparecen incrustadas 50.000 balas doradas.
Sensaciones térmicas
Muchas piezas presentes en la exposición aportan al espectador percepciones sensoriales: auditivas, visuales, o gustativas combinadas con sensaciones térmicas, como ocurre en Entrevendo (1970-1994). Esta obra consiste en un gran tubo de madera, calentado por el aire que desprende un ventilador. Un congelador cercano, ofrece al visitante hielos en forma de espiral (dulces) y de “S” (salado), cuyo sabor se puede degustar mientras se camina en su interior, al calor del tubo.
La muestra incluye también instalaciones sonoras, entre otras, el proyecto reciente Rio/oir (1976-2011), situada al comienzo de la exposición, en el que los sonidos de todos los ríos de Brasil materializan la ambigüedad de la palabra Rio (el río / escuchar).
Sobre Cildo Meireles
Cildo Campos Meireles (Río de Janeiro, 1948) es una de las figuras más importantes en la pionera crítica del Modernismo que tuvo lugar en Brasil y en América del Sur durante la segunda mitad del siglo XX. Partiendo de las experiencias sensoriales de sus paisanos neoconcretistas (Hélio Oiticica, Lygia Clark y Lygia Pape), la obra de Meireles se expande al campo del land art y el arte conceptual, a la par que mantiene en todo momento un compromiso firme con la historia de Brasil y con una realidad política marcada por la dictadura militar (1964-1985).
En el trabajo de Cildo Meireles, la naturaleza conceptual y formal de sus proyectos no puede aislarse de una actitud crítica. Las oposiciones estructurales y la relación de los materiales con la vida revelan aspectos de una crítica poética e ideológica del mundo.
Cildo Meireles
Del 223 de mayo al 29 de septiembre
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Palacio de Velázquez del Retiro
Entrada gratuita