Mariasun-SalgadoLa exposición Inter-Spaces de la artista Mariasun Salgado ha llenado de ingeniosos laberintos la sala de exposiciones de la Fundación Adolfo Dominguez. Sus obras se han podido ver desde el 16 de mayo al 9 de junio tras haber expuesto en el  Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad de Shanghái, China.

La artista, es doctora en Arquitectura y profesora de Ideación Gráfica de la Escuela de Arquitectura de Madrid. En su actividad profesional combina su faceta docente con la investigación y la práctica artística.

Su producción gráfica se caracteriza por la representación de los conflictos que se generan entre la arquitectura y el medio ambiente, y más específicamente aquellos que se derivan de la masificación urbana y del concepto de híper-densidad. Todos estos temas relacionados con la arquitectura, son tratados a través de un lenguaje híbrido que huye de igual medida del realismo y de la abstracción.

En opinión de la artista, la esencia de la creación conlleva un proceso de investigación. Ese proceso de búsqueda que conduce al descubrimiento de una realidad gráfica alternativa, está ligado con las propias inquietudes y obsesiones de uno mismo, hasta convertirse en extensiones de la propia personalidad.

Según María López Doctora en Historia del Arte por la UAM, más allá de la contemporaneidad, las megaestructuras parecen haberse adueñado del espacio urbano. Instalaciones infinitas, hipertrofiadas y siempre laberínticas crean un tejido enmarañado pero preciso: Por fin, se ha instaurado la distopía.

Masiasun-Salgado-FundacionAdolfoDominguezMariasun Salgado ha ulitizado sus hibridaciones visuales para mostrar esos espacios en conflicto. La rotunda presencia de la arquitectura se expresa mediante sofisticadas imágenes que nos recuerdan la estética manga y que aluden a la superdensidad del mundo oriental en nuestros días, o sea, el tardocapitalismo de Occidente llevado al límite de sus posibilidades. Dibuja un nuevo escenario regido por sus propias leyes. La primera de ellas sería la imposibilidad de relación entre las acechantes hiperestructuras y sus diminutos y escasos habitantes, oriundos de otros tiempos pretecnológicos, que permanecen ajenos al orden impuesto. Tan solo se limitan a aprovechar los escasos resquicios que les dejan para asistir impertérritos a una sesión de gimnasia sueca o, simplemente, para pararse a observar el aislamiento y la soledad exentos de emociones.

Tomando como punto de partida la arquitectura High-Tech, algoritmos matemáticos, favelas o la obra de El Lissitzky, por ejemplo, Salgado lleva a cabo un contundente ejercicio de descontextualización a través de la manipulación de la densidad y la escala. Como nos recordaba el poeta William Blake a finales del siglo XVIII, “El camino del exceso lleva al palacio de la sabiduría”.