El Museo del Prado exhibe en la Galería Central dos ejemplos excepcionales de la pintura sobre papel de la tradición japonesa. Se trata de dos biombos pertenecientes a la Escuela Rimpa: Grulla y ciervo, procedente del Museo de Arte Seikado Bunko de Tokio, y Plantas y flores de las Cuatro estaciones junto a un arroyo, procedente del Museo Nacional de Tokio, que llegan al Prado como parte del programa expositivo La obra invitada.
La Escuela Rimpa, que se extiende durante casi todo el periodo Edo (1603-1868), es un momento que coincide con el aislamiento total de Japón respecto a las influencias exteriores.
El primero de los biombos, Grulla y ciervo, es una gran composición formada por un ciervo con un cerezo en flor y una grulla al lado de un arce mostrando así el paso circular de las estaciones, de la primavera al otoño.
Biombos de la Escuela Rimpa
Se trata de una obra relevante de Ogata Kōrin (1658-1716), uno de los pintores más representativos de esta escuela durante el S. XVIII. Y el biombo ahora expuesto es un excelente ejemplo del virtuosismo del artista en la consecución de las tonalidades del blanco, que fue característico de su producción.
Su obra fue especialmente original, ya que trabajó ajeno a toda influencia china o de otras culturas, y su arte muy apreciado por su colorismo excepcional y su técnica casi impresionista, con formas simples e idealizadas y un marcado desinterés por el realismo, tendiendo a la abstracción. Sus diseños tuvieron una notable difusión, ya que trabajó también en la realización de motivos para la pintura sobre laca y diseñando indumentaria y cerámica, junto a su hermano Ogata Kenzan.
Paso de las estaciones
El biombo, Plantas y flores de las Cuatro estaciones junto a un arroyo, es una pieza formada por cuatro hojas en las que están pintadas unas corrientes de agua con plantas y flores que muestran el paso de las cuatro estaciones, se caracteriza por su realismo y un sentido muy refinado de la belleza utilizando colores vivos sin sombreado.
Sakai Hōitsu, autor del biombo, fue un gran admirador de Ogata Kōrin y conocido por imitar sus composiciones y su estilo. Hōitsu (1761-1828), pertenece también a la Escuela Rimpa y en su obra muestra claramente su interés por las estampas ukiyo-e (imágenes que representan el mundo fugaz y placentero de las clases urbanas japonesas de los siglos XVII al XIX) y especialmente por el artista Utagawa Toyoharu, maestro del arte del grabado.
La pieza pertenece a sus obras posteriores a 1797, cuando, convertido en monje budista, estudió tanto a Ogata Kōrin, como a su hermano, y realizó reproducciones de sus obras.
La Escuela Rimpa, una de las escuelas más importantes de la pintura japonesa, surgió en el siglo XVII con los artistas Honami Kōetsu y Tawaraya Sōtatsu, pero no fue hasta cincuenta años después cuando se produjo la consolidación de su estilo, a través de los hermanos Ogata Kōrin y Kenzan, que se caracteriza por la representación de la naturaleza sobre fondos dorados.
Dos biombos japoneses de la Escuela Rimpa
Del 12 de junio al 7 de julio
Museo Nacional del Prado
Edificio Villanueva. Sala 27. Planta baja
De lunes a sábado, de 10.00 a 20.00 horas
Domingos y festivos, de 10.00 a 19.00 horas
Más que comentar la noticia, muy interesante unida a las del 400 aniversario del contacto japonés, tengo que decir, no se si felicitar (sería insuficiente), que la impresionante labor de Mª Jesús y sus colaboradores, en este caso Inés, merece todo tipo de reconocimiento. Lástima que uno ni es profesional ni dispone de todos los medios del mundo para poder estar y apreciar todo lo que su labor y Logopress, Revista de Arte, nos ofrecen. El ARTE JAPONES, con mayúsculas, no cabe duda que nos presenta técnicas y buenos resultados muy distintos de lo habitual, ya sea en color o en negro. GRACIAS.
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