La década de los 60, etapa que marcó nuestra contemporaneidad, es la protagonista de la nueva exposición del Museo Reina Sofía. Ese momento en que la modernidad dio paso a la posmodernidad y comenzaron a desdibujarse las fronteras entre las diferentes prácticas es el objeto de estudio de ± I96I. La expansión de las artes, una muestra que refleja cómo se redefinieron los criterios artísticos y cambiaron las redes de distribución.
En palabras del director del museo, el año 1961 es el “año del Big Bang de arte contemporáneo” y la exposición es “un ejercicio de microhistoria”. “Algunas veces hay que volver a aquellos momentos clave”, aseguró el director del Reina Sofía.
Inicio de la postmodernidad
La muestra explora los orígenes del cambio, la experimentación y las primeras actividades colectivas que abrieron paso a una expansión sin precedentes de la noción de “composición” y que generaron un proyecto multidisciplinar que se desarrolló en el transcurso de ese mismo año.
La exposición se concentra en la cristalización inicial de algunas ideas fundamentales, con especial hincapié en los precursores, como Anna Halprin y John Cage, y en las obras decisivas creadas en torno a esta fecha de autores como La Monte Young, Robert Morris, George Brecht, Henry Flynt, Simone Forti, Jackson Mac Low, Walter De Maria, George Maciunas, Ray Johnson, Emmett Williams, Nam June Paik, Yoko Ono y otros.
Arte sonoro
Como recordó Borja-Villel, en ese momento se producen dos hechos que cambiarán la manera de concebir el arte: la publicación de los textos de John Cage y la liberación de la partitura como soporte que permitirá la incorporación del texto. Y es que el arte sonoro nace en estos años.
En este sentido, Julia Robinson, comisaria de la muestra, afirmó que “la música se convierte en el arte más avanzada”. “Los 60 es la primera década del siglo XX que comparte el ADN mediático que tenemos actualmente”, asegura Robinson.
Lo efímero y lo contingente
La exposición recurre a lo efímero y a lo contingente para explicar el origen de esta constelación de ideas que influiría posteriormente en el minimalismo, el movimiento Fluxus, el arte conceptual y en otros artistas.
La muestra arranca con espacios dedicados a introducir al espectador en este discurso, a través de fotografías y documentación relacionada con John Cage. La música tiene un espacio exclusivo al comienzo de la exposición y se pueden escuchar piezas de Henry Flint, de Terry Jennings, de Earle Brown, Richard Maxfield, Toshi Ichiyanagi, Christian Wolff y Joseph Byrd. Si continuamos el recorrido, nos introducimos en un amplio espacio en el que se presentan piezas que se construyeron en su día en el loft de Yoko Ono.
Importancia de la danza y la performance
En la primavera de 1961, La Monte Young organiza una revolucionaria serie de “conciertos” en Nueva York. Simone Forti, coreógrafa y performer de danza contemporánea, participa en estos conciertos e inventa un híbrido entre danza y escultura que define como “construcciones de danza”. Cada una de las piezas de danza se representaba en un lugar diferente del espacio de manera que la audiencia se movía de una zona a otra para contemplarlas.
Ahora en el Museo Reina Sofía, el público que se acerque a la muestra podrá ver todos los días, entre las 12:00 h y 20:00 h cinco de aquellas piezas creadas por Forti para ese espacio.
“Desprofesionalización” de la música
A John Cage se le dedica un espacio importante en el que se puede escuchar su Lecture Indeterminacy. La partitura musical fue un elemento central de la actividad creativa del momento; se había liberado de la anotación convencional y se forjaba en formatos gráficos y lingüísticos. Las clases de “Composición experimental” que dictó John Cage en la New School for Social Research de Nueva York entre 1956 y 1960, y los famosos “cursos de verano” que impartieron los compositores más influyentes en Darmstadt, el epicentro de la Nueva Música, sirvieron para divulgar las nuevas ideas entre los estudiantes de composición musical y los círculos de poetas jóvenes.
Como la mayoría de los alumnos no sabía escribir música, componían las partituras con palabras. Así comenzó un importante proceso de “desprofesionalización” de la música que permitió que la partitura se prestara a otros usos artísticos. Muchas de ellas pueden contemplarse repartidas por las diferentes salas de esta muestra.
El espectador podrá ver collages de Ray Johnson y del bailarín y coreógrafo James Waring, que realizó los diseños para Aileen Passloff. Los trabajos de algunos de los artistas europeos del momento Nam June Paik, Emmett Williams y Dieter Roth, se encuentran agrupados en otro espacio. En el último tramo de la muestra hay una sala dedicada a Fluxus, movimiento impulsado por Maciunas. Cierra la exposición un conjunto de piezas de Robert Morris y Simone Forti, y la intervención Yam Lecture de George Brecht y Robert Watts.
± I96I. La expansión de las artes
Del 18 de junio al 28 de octubre
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Comisarios: Julia Robinson y Christian Xatrec