Nuestra Señora de los Santos (Móstoles)La Comunidad de Madrid ha iniciado las obras de restauración  de los portones históricos de la Ermita de Nuestra Señora de los Santos en Móstoles. El director general de Patrimonio Histórico, Ignacio Muñoz, y el alcalde de la ciudad, Daniel Ortiz, han visitado las obras de restauración y consolidación de los elementos estructurales, que tienen un presupuesto de 57.109,58 euros.

La Ermita de Nuestra Señora de los Santos es una edificación barroca del siglo XVII que se declaró bien de interés cultural en 1994 por sus valores arquitectónicos y artísticos, tanto de los portones que ahora se están restaurando como del retablo mayor levantado en 1717.Los portones están situados en la fachada principal y del Evangelio. Ambas carpinterías se realizaron en la última fase de construcción del edificio, en un periodo barroco en cuanto a diseño formal y constructivo. Sin embargo, constituyen un ejemplo de la transición que evolucionó en la carpintería del siglo XV y XVI.

La restauración se inició con el diagnóstico exhaustivo de los daños estructurales para acometer la consolidación de estos elementos, sus ensambles y articulaciones. Se repondrán las piezas perdidas y se tratarán los herrajes de alta calidad. El objetivo pasa por recuperar la prestancia original de los portones, mediante oficios artesanales minuciosos y técnicas actuales que aseguren su pervivencia.

Templo del siglo XVII
La Ermita de Nuestra Señora de los Santos se construyó en el siglo XVII, aunque la imagen que le da nombre existía desde antes, en concreto su aparición se ha fechado el año 1514, cuando fue hallada en una cueva según la leyenda popular.

El templo se erigió con recursos limitados por iniciativa de los vecinos, siendo en sus orígenes un oratorio de arquitectura básica, que no culminó su aspecto hasta el período comprendido entre 1680 y 1688 por mediación del maestro de obras Cristóbal Rodríguez de Jarama, que entre otros trabajos fue maestro de obras del Sitio de San Lorenzo de El Escorial. Es entonces cuando la ermita adquiere la configuración formal que ha llegado a la actualidad mostrando en su tipología religiosa un estilo barroco con reminiscencias herrerianas.