Con más de 70 años a sus espaldas, el Hipódromo de la Zarzuela es una de las apuestas para este verano en Madrid. Declarado Bien de Interés Cultural en 2009, el recinto ofrece carreras de caballos, la mejor gastronomía en su restaurante con una Estrella Michelín, cockails y mucho más en un espacio único lleno de historia, anécdotas y cultura.
Una puesta en escena espectacular para disfrutar de las carreras nocturnas de caballos desde las terrazas más exclusivas de Madrid. Desde el pasado 4 de julio y hasta el 14 de septiembre, se ofrece una amplia programación para las noches del jueves, viernes y sábados.
Tribunas únicas
Esta obra, que entonces supuso una auténtica innovación en los sistemas de construcción, conserva actualmente su estructura tal y como se proyectó, después de ser reparada de los impactos que sufrió durante la guerra civil española. Todavía hoy sigue siendo visitada por especialistas nacionales y extranjeros para estudiar su solución estructural.
Adscrito a Patrimonio Nacional y diseñado por los arquitectos Carlos Arniches, Martín Domínguez y por el ingeniero Eduardo Torroja, la principal novedad de ese proyecto fue la cubierta de la tribuna, hecha con láminas de hormigón armado en forma de hiperboloides, que con sólo 5 cm. de espesor en el extremo de los voladizos soportan todos los esfuerzos sin nervios ni refuerzos, simplemente con un anclaje posterior de tirantes, separados por cinco metros. La marquesina laminar vuela casi 13 metros.
Historia del turf en España
Pero la historia de las carreras en España, se remontan un siglo antes de la inauguración del actual Hipódromo. La primera carrera de la que hablan las crónicas en Madrid tuvo lugar en la Alameda de Osuna en 1835. Los Duques de Osuna, muy aficionados a los caballos, tenían una importante finca con una gran yeguada. De aquellos años también existen crónicas de carreras celebradas en el Paseo de las Delicias y en la Casa de Campo.
En 1845 se disputaron carreras en el nuevo hipódromo de la Casa de Campo. Las carreras eran un espectáculo muy minoritario durante el siglo XIX y primeros del XX. En 1867 fue aprobado el código de carreras francés como propio para mejorarlo en 1876 con algunos artículos del Jockey Club inglés.
La Castellana y Aranjuez
El 31 de enero de 1878, aunque sin las obras totalmente terminadas, se inaugura el Hipódromo de La Castellana. La pista tenía una cuerda de 1.400 metros y en ella se disputó el primer Gran Premio de Madrid en el año 1881. Esta carrera, que tenía las condiciones de la que luego sería el Gran Premio Nacional y posteriormente la Copa de Su Majestad el Rey, fue ganada por la yegua Sirena.
En 1919 se inaugura en terrenos de la Casa Real el hipódromo de Aranjuez (Legamarejo) donde se compitió hasta 1934. Este mismo año se disputó por primera vez lo que hasta hora se ha conocido como Gran Premio de Madrid, es decir la primera de las carreras intergeneracionales que se disputaban en España.
En la memoria de los viejos aficionados han quedado nombres para el recuerdo de grandes caballos que se batieron en las pistas del hipódromo de La Castellana como Colindres, Nouvel An o Atlántida así como de grandes jockeys como George Archibald, Carlos Belmonte, Leforestier, Victoriano Jiménez o Carlos Díez.
Se inicia el nuevo hipódromo
En el verano de 1934 se dio el visto bueno para la construcción del Hipódromo de La Zarzuela. El proyecto del ingeniero Torroja y los arquitectos Arniches y Domínguez, que se inspiraron en el Hipódromo de San Siro de Milán, resultaron ganadores.
Las obras quedaron paralizadas en julio de 1936 por la Guerra Civil. Tras la contienda, el hipódromo no era más que un montón de ruinas ya que se encontraba en pleno frente de Madrid. En 1940, se realizan las primeras obras de reconstrucción que finalizan en mayo de 1941, fecha en la que se inaugura el recinto.
La década de los cincuenta el programa de carreras español empezó a consolidarse. En 1951 se creó el handicap libre para caballos de tres años y más, mientras que un año más tarde, en 1952, se instituyeron el Derby (Premio Conde de Villapadierna) y los Oaks (Premio Ramón Beamonte).
En la década de los 70, las carreras en Madrid viven una época de esplendor: en 1971 se realiza la primera carrera con cajones de salida que sustituían las antiguas cintas; dos años más tarde se termina de construir la pista de steeple-chase; en 1974 entra en funcionamiento el totalizador de apuestas, una gran novedad para los apostantes, mientras que en 1975 se inaugura el control antidopaje.
En los años 80, con Ramón Mendoza como presidente de la Agrupación de Propietarios del hipódromo, se pone en funcionamiento la Quiniela Hípica (QH), que representa la primera apuesta nacional en la historia de las carreras de caballos en España.
Años de decadencia
En 1992, Patrimonio Nacional cede la concesión del Hipódromo de La Zarzuela a la empresa Hipódromo de Madrid, S.A., que en noviembre de 1996, se celebra la última carrera de caballos en el recinto y tras varios intentos de reanudarlas en la temporada de primavera de 1997, la empresa se declara en suspensión de pagos. En 2003, Patrimonio Nacional e Hipódromo de La Zarzuela S. A. firmaron un acuerdo que da cobertura a la explotación integral de la finca durante los próximos 25 años.
La reapertura del Hipódromo de La Zarzuela tiene lugar en octubre de 2005, tras casi nueve años de cierre. Desde entonces, se vienen celebrando las habituales temporadas de primavera, verano (con carreras nocturnas) y otoño, con alrededor de 40 jornadas hípicas y más de 230 carreras anuales.
La Zarzuela, un hipódromo de referencia
La Zarzuela ha sido un hipódromo de referencia dentro del turf internacional. En él han participado grandes jockeys que han marcado la historia de las carreras de caballos en todo el mundo: Bill Shoemaker, el tejano, fue uno de los mejores jockeys en Estados Unidos de todos los tiempos; Lester Piggott, el gran jinete inglés varias veces vencedor en el Derby de Epsom y ganador en 1967 del Gran Premio de Madrid, montando a Toté; Lanfranco Dettori, una de las estrellas del turf actual, o Cash Asmussen, el gran jinete norteamericano que prefirió desarrollar gran parte de su carrera profesional en Europa pese a haber alcanzado fama y dinero en su país.
Entre los caballos que han corrido en La Zarzuela y que han triunfando en el extranjero se encuentran Royal Gait, vencedor en Ascot y posteriormente distanciado; Partipral, el gran caballo español que pasó de correr un reclamar a adjudicarse la Hong Kong Cup, dotada con 100 millones de pesetas al ganador; Teresa, que se atrevió a correr con los mejores en el Arco del Triunfo parisino, Madrileño, Fado, Wavy Run o Dariyoun son otros nombres para el recuerdo.
Hipódromo de la Zarzuela
Del 4 de julio al 14 de septiembre
Jueves, viernes y sábados, a partir de las 20.30 horas