El Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando expone en sus salas dos nuevas obras de Goya, los magníficos retratos del Conde y la Condesa de Fernán Núñez, cedidos en depósito temporal. También se muestran estampas de la primera edición de los Caprichos de las colecciones de la Calcografía Nacional y documentos de Goya del Archivo de la Academia.
Don Carlos José Gutiérrez de los Ríos, VII Conde de Fernán Núñez, y desde 1817 duque del mismo título, fue educado por el presbítero Andrés Celle, quien alentó su gusto por las artes y las letras. El joven ingresa como académico de honor de San Fernando en 1794, a los quince años de edad, y envía algunos cuadros de su mano a las Juntas académicas. En 1803, ya casado y con veinticuatro años, Fernán Núñez posa para el conocido retrato de Goya que forma pareja con el de la condesa, doña María de la Soledad Vicenta de Solís Lasso de la Vega. Ambos lienzos se conservan hoy en colección particular.
Retratos de los conde de Fernán Núñez
Los dos retratos de los condes de Fernán Núñez descuellan dentro de la producción de Goya en el inicio del nuevo siglo, a la vez que muestran cómo la nobleza ha adoptado aficiones y atuendos de carácter popular y marcadamente español. La sobriedad predomina en el retrato del conde, de aristocrática sencillez, sin condecoraciones. Goya utiliza una paleta velazqueña de grises y azules en los fondos de paisaje, que enlazan ambos cuadros entre sí, y sólo el negro para el atuendo de Fernán Núñez: bicornio, capa y botas altas. Es una obra de extraordinario aplomo y energía, uno de los mejores retratos europeos de su tiempo.
Estos conocidos y extraordinarios lienzos del maestro aragonés se suman al reciente depósito del Retrato de General Ricardos, en la Corporación desde el mes de mayo, y enriquecen la importante colección de obras de Goya que conserva el Museo de la Academia.
Goya en la RABASF
En la sala se muestran, además, cuatro estampas de la primera edición de los Caprichos (1799) pertenecientes a los fondos de la Calcografía Nacional. Las obras elegidas corresponden al contexto creativo y biográfico de Goya de fin de siglo, cuando estrecha sus relaciones con Fernández de Moratín y pinta algunos de sus más expresivos y personales retratos. Cuatro escenas de género y crítica social encuadran a las efigies de los condes de Fernán Núñez: El sí pronuncian y la mano alargan al primero que llega, ¿Quién más rendido?, Tal para cual y la conocida Volaverunt.
También se presentan, como novedad, documentos del pintor conservados en el Archivo de la Academia, algunos de los cuales nunca habían sido expuestos. Entre ellos, la Carta de Goya dirigida al Viceprotector de la Academia, Bernardo Iriarte, exponiendo su parecer sobre el estudio de las artes, y en particular sobre la enseñanza de la pintura (1792), la Carta del pintor dirigida a José Munárriz, Secretario general de la Academia, comunicándole la terminación del retrato de Fernando VII (1808) o el documento de donación de La Tirana(1816).
Además de la rica colección de pinturas de Goya, la Academia custodia en su Archivo Biblioteca un importante conjunto de cartas y documentos manuscritos del artista. Por otra parte, el principal tesoro conservado en la Calcografía Nacional son las planchas de cobre grabadas al aguafuerte por Goya [Caprichos, Desastres de la guerra, Tauromaquia y Disparates], obras cumbres de la historia universal del grabado.