No, no se trata de un capítulo más de la turbulenta historia de las tierras de Castilla, ni del rodaje de una escena de la serie de televisión dedicada a Isabel la Católica. Son representaciones teatralizadas que se han puesto en marcha en distintas villas y pueblos del norte de Segovia para atraer turistas y hacer más fácil y digerible el conocimiento de sus monumentos. Reyes y obispos, nobles y criadas, dueñas y mancebos llevan al visitante de la mano por los rincones de castillos e iglesias y nos sumergen en un mundo de guerras, de amores y odios; nos muestran las historias que se refugiaban en las cocinas, en los puestos de guardia y entre las manos de las costureras, el mundo de los de abajo, de los sirvientes, pintanceros y artesanos, y los nobles, la historia abierta con sus intrigas y sus puntos más oscuros.
Ayllón, historia y arte
Enseguida aparece el Palacio de los Contreras, con bellos artesonados en su interior y fachada isabelina también blasonada. Esta casa-palacio está declarada Monumento Nacional. Enseguida te cuentan, y hay que creérselo, que perteneció a don Álvaro de Luna, personaje que nos perseguirá durante toda la visita, aunque don Álvaro murió en 1453 y la construcción de este edificio fue en 1497. En fin… Como en tantas ocasiones, historia, leyenda y tradición popular no siempre tienen por qué ir de la mano, ni de la verdad.
Pero para descubrir la belleza de Ayllón y su magnífica situación hay que hacer un poco de ejercicio y animarse a subir hasta lo más alto, hasta el cerro del Castillo, aunque de éste no queda mas que una antigua torre-vigía de piedra, con sus correspondientes almenas, que recibe el nombre de «La Martina». Desde aquí se divisa una bellísima panorámica, tanto del pueblo y sus campos circundantes, como de la cercana Sierra de Ayllón. Así se descubren los bellos tejados de Ayllón, perfectamente restaurados, con ventanas en sus buhardillas. En el cerro, al margen de los restos celtibéricos y romanos, encontrados en las excavaciones, destaca la presencia de «Los Paredones», viejo tapial árabe perteneciente a las murallas, cuyos restos permiten observar el antiguo trazado de las mismas así como las ruinas de la Iglesia de Santiago.
También desde aquí, como desde cualquier lugar de la villa, se divisa el soberbio campanario de 40 metros de altura rematado en espadaña de la iglesia de Santa María la Mayor, siempre acompañado por gigantescos nidos de cigüeñas, enamoradas del lugar año tras año. El retablo mayor, del desaparecido convento de San Francisco, es de una majestuosidad asombrosa, presidido por el Cristo de Santiago.
Sobre el río Duratón
Para apreciar en todo su valor el ábside, que tenía un peso aproximado de 97 toneladas y estaba formado por 3.300 piedras, hay que viajar nada menos que a Nueva York, al Museo de los Claustros «The Cloisters» filial de su Museo Metropolitano a quien fue vendido por el Gobierno español. Hay que consolarse pensando que fue hacia los años 60 y que el museo se nutrió de elementos arquitectónicos de varias abadías medievales europeas. El ábside de San Martín constituye actualmente una de las joyas más apreciadas en el referido museo. Se dice que este ábside costó a los americanos su precio en oro pero, seguramente, hubieran deslumbrado más a los segovianos las mismas piedras dejadas sobre la roca de su fundación, y que hoy, como apuntaba el marqués de Lozoya, «posiblemente añoren el sol de Castilla entre las nieblas del río Hudson».
Dónde comer
Mesón San Francisco, Avda. Camilo José Cela, 4 Cuéllar tel.: 921 140 009, www.hmsanfrancisco.com
Situado en pleno corazón de la villa de Cuéllar, más de 100 años de historia y la concesión de la placa al mérito turístico lo avalan profesionalmente. Siguen manteniendo su horno centenario y los asados de cordero lechal. Actualmente ofrecen una fusión entre modernidad y tradición apoyada en el cuidado de todos los detalles y en la prestación del mejor servicio. En cada cambio de carta se incorporan platos que sacan a relucir una variada y exquisita gastronomía teniendo como pilares la micología, los productos de la huerta y una cuidada repostería casera y que conviven, por supuesto con el cordero lechal y el cochinillo asado en el centenario horno de leña.
Originariamente, el edificio alojó al rebaño de ovejas de El Chispano y cuando pasó a manos de Don Teodoro Nieto Antón, El Botero, lo destinó a alojar a los becarios de la Facultad de Bellas Artes de Madrid durante sus estancias veraniegas. El Botero reformó aquella Tenada con toda su genialidad y utilizó, además de los materiales ya existentes, otros procedentes de antiguos edificios con historia derribados. Espectacular su cordero asado, que hay que encargar con antelación. También durante buena parte del año celebra sus Jornadas del Puchero que incluye selección de entrantes de la Tenada, perdiz con pochas y setas de cardo, postre, pan, agua, vino de calidad, café y chupito por 25 € Iva incluido.
Dónde dormir
Palacio de los Condes, Fuentidueña, tel: 921 533 580, www.palaciodeloscondes.es
La pequeña villa medieval de Fuentidueña, en Segovia, esconde un alojamiento único donde el tiempo parece haberse detenido. Se trata del Palacio de los Condes, una Posada Real inaugurada en 2008 y ubicada en un espacio no menos singular: la antigua capilla del Palacio de los condes de Montijo, una iglesia barroca del siglo XVIII construida a imagen y semejanza de la capilla del Palacio Real de Madrid. Posee 12 luminosas habitaciones, dos de ellas suites, distribuidas a lo largo de tres plantas y decoradas todas con extrema delicadeza, combinando modernidad y tradición. Su restaurante y salón social ocupan el espacio de la antigua capilla. Aparte de su excelente decoración, la posada ofrece una suculenta y deliciosa cocina tradicional de Castilla y León, con especialidades como diversos platos de setas y caza, el lechazo asado al horno de leña, el pavo escabechado y los estofados de caza menor. La habitación doble con desayuno cuesta 86,40 € por noche.
Se trata de un alojamiento de lujo, aunque su categoría oficial sea de solo 2 estrellas, que se encuentra rodeado de un bosque de álamos, chopos, encinas y sabinas, en un entorno impecable en el que se mezcla historia, naturaleza y elegancia. El Hotel Castillo de Castilnovo sigue un estilo arquitectónico gótico-mudéjar con restos decorativos de árabe, isabelino o brotes neoclásicos. El marco ideal para vivir un fin de semana romántico en un castillo. Tiene solo 18 habitaciones todas ellas diferentes. En el restaurante del hotel se puede degustar la deliciosa gastronomía segoviana con una amplia y exquisita selección de los mejores productos de la tierra castellana. En la actualidad, Castilnovo acoge a la Asociación Cultural Hispano Mexicana que tiene como fin promover y difundir la cultura mexicana en España, profundizando en los vínculos existentes entre ambas culturas. Por ello, las salas de Castilnovo se decoran con bellas muestras de la cultura mexicana componiendo un espacio ecléctico. Como las habitaciones son muy diferentes, el precio varía también, alrededor de unos 90 euros por habitación doble con desayuno.
Texto: Enrique Sancho
Fotos: Carmen Cespedosa
Más información:
www.aytocuellar.es
www.ayllon.es
www.fuentiduena.com
www.segoviaturismo.es
www.dipsegovia.es
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